Jueves 10 de noviembre de 2016. Perú llegó a la cancha del Defensores del Chaco para enfrentar a Paraguay motivado por dos cosas: La primera era los tres puntos que le otrogaron por el fallo contra Bolivia en La Paz que le devolvieron la vida a los de Ricardo Gareca, la segunda, clasificar al Mundial dependía de ellos mismos, aunque tenían que lograr un final de Eliminatorias épico. Y lo hicieron.
Fue aquel partido ante Paraguay en condición de visitante el que mantuvo más vivo que nunca a la bicolor en su camino al Mundial. Porque lograron muchas hazañas en un solo partido pero un solo final: tres puntos que los acercaron al objetivo.
Cristian Riveros abrió el marcador a los 10 minutos del partido y todo parecía ponerse cuesta arriba. Pero aparecieron Christian Ramos, Edison Flores, Christian Cueva y un autogol de Édgar Benítez para cerrar el marcador en favor del equipo peruano que alcanzó los 14 puntos, no se movió del octavo lugar, pero se acercó a los puestos de clasificación y le devolvió la esperanza a todo un país.
Aquella vez, en Asunción, Perú remontaba un marcador en condición de visitante y por Eliminatorias, por primera vez en toda su historia, hecho que remarcó Mister Chip en aquella ocasión. Aquella vez, también, sirvió para que la bicolor gane en condición de visitante en 90 minutos (antes le había ganado a Bolivia por un reclamo) por primera vez desde mayo del 2004. Es decir que ganó fuera de Lima 12 años después.
Fue un partido de gestas históricas que terminó con lo que todos ansiaban: ver a Perú en un Mundial después de 32 años.
Y sí, a esa ciudad que abrigó la esperanza bicolor en las pasadas Eliminatorias volverá Perú para intentar clasificar a su segundo Mundial consecutivo.