El fútbol es un deporte que despierta pasiones y empuja a tomar decisiones cuyo sentido desafía los límites de la lógica. Esta afirmación queda demostrada -una vez más- con la increíble travesía del chimbotano Javier Miller Regalado, su esposa María Cervera y sus dos menores hijas, quienes han recorrido más de 4,500 kilómetros a bordo de ‘la casa rodante más pequeña del mundo’ para apoyar a la selección peruana en su participación en la Copa América.
El ciudadano salió del país hace algunos meses con su familia y desde Chimbote llegó a Brasilia, la capital de Brasil, el pasado domingo para alentar al combinado nacional en su partido contra Venezuela y esta semana recorrió 230 kilómetros más para llegar a Goiania en la previa del duelo por cuartos de final entre Perú y Paraguay.
Pero esta no es la primera vez que Regalado ha acudido a Brasil a bordo de su Volkswagen escarabajo. El año 2014, viajó con su esposa y su hija mayor al Mundial de Brasil y luego decidió seguir a la selección nacional de fútbol cuando nadie creía en ella.
El año 2015 Javier tomó la decisión de transformar su fiel vehículo en una casa rodante y le hizo diversas modificaciones para incluir una cocina de gas, un baño portátil, lavadero, horno microondas, ducha, ropero, repostero, panel solar, antena parabólica para ver televisión, ventilador, cama y hasta una pecera en la que vive la mascota de sus pequeñas.
“Yo nací en Pativilca, Paramonga. Crecí en Chimbote y de Chimbote enrumbé para acá. Han sido miles de kilómetros que he recorrido junto a mi familia por amor a la selección”, relató en una entrevista con América TV el pasado domingo.
“Somos cuatro personas que vivimos en este carro y donde va nuestra selección allá nos vamos”, indicó.
Javier Miller Regalado tiene un canal de YouTube y una fanpage en Facebook en la que comparte reflexiones religiosas, análisis deportivos de cara a los encuentros de la selección, consejos alimenticios y las curiosidades de vivir y viajar en ‘la casa rodante más pequeña del mundo’.
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