Vivimos un presente terrible, penoso y estamos en el fondo de nuestra propia historia. Se cumplió la fecha 7 de las Eliminatorias Rusia 2018, aunque esa palabrita nos suene irónica, solo hemos cosechado 4 puntos de 21. Toda una cifra pobrísima, paupérrima, impresentable para una selección que pretende clasificar a Rusia 2018. Un equipo que deambula entre jugadores ‘marginados’ y sin continuidad, y los nacionales que hacen lo que se puede. Pero entre toda esta desgracia, el DT Ricardo Gareca alcanza un récord. El argentino ha conseguido menos puntos de los que lograron sus colegas dirigiendo a la ‘bicolor’ en la misma cantidad de partidos de Eliminatorias.
Se lleva, en exclusividad, el título del peor arranque del siglo de nuestro deteriorado balompié. Anoten: Para el Mundial Corea-Japón 2002, Francisco Maturana había sumado 8 puntos. Alemania 2006, Paulo Autuori tenía 9. Después vino el proceso de Sudáfrica 2010 y ‘Chemo’ del Solar obtuvo 6. Para Brasil 2014, Sergio Markarián alcanzó las 6 unidades. Sin dudas, entre un colombiano, brasileño, peruano, uruguayo y argentino, el peor de todos es Ricardo Gareca.
RAYAN AL TIGRE
Está tranquilo, pero el país angustiado. No se desespera, aunque el pueblo está casi sin esperanzas. Ricardo Gareca habló, en conferencia de prensa, luego de perder ante una de las selecciones más débiles del continente.
“Teníamos controlado el partido, creo que fue un resultado exagerado”, indicó Ricardo Gareca.
Elogió al rival. “Nunca lo consideramos accesible, pero había la expectativa de levantar nuestro nivel en esta cancha”, agregó Ricardo Gareca. Y finalizó con una frase preocupante. “Cada vez se reducen más las posibilidades. Hay que tener una reacción rápida”, concluyó.
De otro lado, trascendió que después del choque ante Ecuador, su compatriota Daniel Ahmed, jefe de la Unidad técnica de la FPF, ocuparía su puesto.
LES DIO LA MUDA
Se tomaron su tiempo. Los jugadores de la selección tardaron casi hora y media para salir del vestuario del estadio ‘Hernando Siles’. Estaban con los ánimos por los suelos y muchos se sentaron con la cabeza gacha, buscando una explicación al mal momento.
El cuerpo técnico esperó que baje la adrenalina y explicó que lo mejor era voltear la página y pensar en Ecuador. Al salir, todos ya bien abrigados por el intenso frío, optaron por el silencio y partieron al aeropuerto que los traería a Lima. No querían estar un segundo más en el altiplano.
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