Cusco (Por: Miguel Alegre, enviado especial).- A la fe hay que ayudarla con trabajo. En la selección hay una regla que no está publicada, pero sí establecida. Los utileros deben llevar a los vestuarios las imágenes religiosas que son la ‘inyección’ de esperanza para los jugadores. Los cuadros del ‘Señor de los Milagros’, ‘Señor de Huanca’ y ‘Virgen de Guadalupe’ dan el toque místico en la interna. Todos pasan y se persignan.
El profesor Ricardo Gareca es creyente confeso. Anteayer, junto a su cuerpo técnico, recargaron energías en Sacsayhuamán. Ayer oraron en la catedral. Pero de inmediato regresaron al trabajo.
Se encerraron en la sala de conferencias del hotel ‘Marriot’ y observaron 4 videos con el resumen de las últimas actuaciones de Bolivia. Intercambiaron conceptos y luego convocaron al plantel para una charla, donde informaron sobre las virtudes y defectos del rival.
Después, se trasladaron hasta el complejo deportivo de Real Garcilaso en Oropesa, donde se cambiaron con ropa de entrenamiento y, mientras se retiraban del camarín, otra vez la señal de la cruz ante los santos. Había que esforzarse para alcanzar el objetivo, teniendo a Dios como testigo.
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