Pedro García responde a ‘haters’, la última vez que vio a Daniel Peredo, el ‘roche’ con Cueva, de qué equipo es y más: “No soy Miss Simpatía”

Son las 10 de la mañana y Pedro Eloy García Corcuera llega corriendo a su casa mientras lo esperamos en la puerta. “Me baño y arrancamos con la charla”, refiere y a la vez nos hace pasar a su hogar en una tranquila calle de Surco. Corre todas las mañanas para procurar tener un día relajado. “Es necesario y lo necesito”, responde ante la pregunta de que si esa rutina deportiva solo lo practica cuando lo desea. Después de diez minutos, se encuentra listo para iniciar la entrevista. Nos ofrece una taza de café. Prendemos la grabadora y la cámara de video para comenzar a registrar sus confesiones. A continuación, las verdades de un periodista deportivo que cuestiona su profesión y refiere que “el hombre de prensa deportiva tiene que tener algo más que una pelota en la cabeza, saber otras cosas por ejemplo de cine, un poco de literatura, música, etc.”.

¿Qué tal Pedro, cómo te encuentras en este momento de tu vida?

¿Qué tal pregunta? Es que vivimos mucho y no paramos a preguntarnos cómo estamos, ¿no? Yo creo que, en el mejor momento de mi vida, sí, hoy día. Tengo mucho equilibrio en muchos aspectos y no siempre uno vive tan equilibrado ni tan satisfecho ¿no? .

¿Estás en la mejor etapa de tu vida?

Tengo la suerte hoy día de estar con mi familia y de tener niños y que estén contentos. Verlos correr, crecer, jugar. Tengo amigos muy queridos con los que me frecuento mucho y tengo mi esposa, es un momento muy lindo de vivir más allá de que me abruma el exceso de trabajo. No tengo tiempo de leer, no mucho, en todo caso, no tengo tiempo de hacer algunas cosas que me gustaría, algún emprendimiento, pero no me da tiempo. No soy ninguna persona diferente al común de la gente. Tengo cuentas que pagar y tengo cosas que atender. Me preocupa alguna cuenta pendiente y estoy siempre calculando porque tengo una familia numerosa jajaja.

¿Sueles acordarte por momentos de sus inicios en el periodismo?

No puedo creer que haya tenido la suerte de comenzar hace casi 30 años. Comencé en el verano del 94. O sea, hace 30 años prácticamente y con mucha suerte tuve la oportunidad de empezar. Retrocedo y digo qué lindo era el tiempo en el que había un diálogo más directo con el protagonista. Antes al crack del equipo lo podías agarrar saliendo de la práctica y podías quedarte conversando con él veinte minutos. Al igual que al entrenador. Había un diálogo mucho más frontal. No había banners ni conferencias de prensa, ni jefaturas de prensa que decían una pregunta nada más. Antes conversabas, o sea, te nutrias del conocimiento del jugador y del entrenador. Era muy natural, era algo no coordinado.

¿Alberto Beingolea es tu ‘papá’ en el periodismo?

Claro que sí. Recuerdo a Alberto sin bigote y conduciendo el programa deportivo ‘Goles en Acción’, lo conocí en un conversatorio en la Universidad de Lima. Cuando terminó el conversatorio, me acerqué y le dije si aceptaban practicantes en su programa. Me dijo que lo busque y esa misma noche fui al canal de televisión.

¿Cuándo iniciaste a realizar tus prácticas?

En el verano que venía; es decir en el verano del 94. En ese verano Beingolea se convirtió en mi papá.

¿Recuerdas tu primera entrevista?

Fue a Sergio Markarian. Entré al hotel Sheraton con un camarógrafo y encontré comiendo al equipo de Universitario. Le pedí a Markarian si podía entrevistarlo y se levantó y vino. Antes el diálogo con los jugadores era muy frontal, nadie coordinaba, no hubo ninguna llamada, no había jefe de prensa, nada. Yo era un periodista desconocido y me dio la entrevista.

¿Qué te enseñó Alberto Beingolea?

A no ser tan inseguro para preguntar. Me aconsejó a apuntar mis preguntas ante la posibilidad de quedarme en ‘blanco’ y desde allí Alberto me dio una ruta a seguir.

Entonces, estas muy agradecido de Alberto Beingolea

Una vez Emilio Lafferranderie ‘El Veco’ dijo sobre Beingolea, que me pareció una descripción cabal, que nunca estuvo en el techo ni en sótano. Mantenía un equilibrio. Creo que Beingolea tenía ese equilibrio que lo distinguió. Yo penosamente trato de ser equilibrado. Pero sí para mí fue la ruta que había que seguir.

¿Qué más te aconsejaba Alberto Beingolea?

Nos aconsejaba que la corbata debe ser fea. Fea no en términos de horrible sino de llamativa. Que una corbata en televisión no podía ser la corbata de un solo color, sobrio, porque eso sirve por un coctel, para ir a una embajada, para una fiesta, pero para televisión no. Entonces, para la televisión servían las corbatas escandalosas, digamos, estrambóticas. A su vez a Alberto se lo había enseñado don Pablo de Madalengoitia, el grandísimo conductor que era un capo en lo suyo y que solía usar corbatas de este tipo. Eso se me quedó grabado.

Te decía hasta como vestirte

El equilibrado Beingolea era un desequilibrado en materia de armonía estética jajaja. No le hice caso, yo trato de que sean las corbatas siempre sobrias. En lo que sí le hice caso es en la sobriedad del otro tipo, en la de tratar de no ser demasiado estridente. He tratado de imitarlo, he tratado de hacerlo de esa manera, a veces no me liga. Me salgo de la línea en ese sentido, pero me parece que Beingolea marcó un camino en ese sentido del respeto y el equilibrio. A mí me gustó esa postura y yo trato de usarla.

¿Qué opinas de tus haters (enemigos) en las redes sociales?

El hater existe, está, él elige a quien ‘jeitea’. Soy un elegido en ese sentido, estoy elegido para que me ‘jeiteen’ permanentemente, pero quiénes los haters no son el mundo, hay un montón de usuarios que no son haters, que también trasladan su simpatía, algún comentario, bastantes likes. Entonces si yo pienso que el mundo son los haters, voy a decir todo el Mundo me odia, pero no es todo el Mundo nada que ver, el hater es el hater, él elige a quien odia, en este caso a mí con alguna frecuencia.

¿Con algún hater te has encontrado en la calle?

De la mano de esto que te digo, también es verdad que existe un termómetro y se llama la calle. No me he encontrado nunca en mi vida con un hater más bien me he encontrado con ‘lovers’, gente que me abraza, que me pide que le carga a sus niños, gente con bebito que me piden que lo cargue para la foto. Señoras que me dan besos, te lo juro. Estoy corriendo y hay gente que se baja del auto para tomarme una foto con ellos y con sus hijos. Esto que te digo parece muy pagado por mí mismo, parece como que quiero quedar bien, pero es real. Entonces en la calle no conozco haters, los conozco en redes, nunca los leo, te digo la verdad, me basta leer la primera línea porque hacer una lectura de algo que no me suma me podría eventualmente hacer daño, o sea, me corre sangre, tengo sentimientos, no me gusta que me puteen. Lo tomo con calma y actúo en consecuencia, sin modificar el comportamiento.

Eres consciente que tus opiniones no son bien recibidas

Si yo opino algo lo hago desde la honestidad y desde la convicción de que esa idea es la que yo creo que es válida. Ahora, si no gusta es parte del juego, yo no puedo controlar lo que la gente decodifique de ese mensaje. No me metí de periodista para ser Miss Simpatía.

Entonces, no te consideras Miss Simpatía

No quiero ser Miss simpatía, no pretendo ser Miss simpatía, no pretendo nada que sea diferente a ejercer mi pasión. La impronta que tengo de ser periodista es esa pulsión por estar en los lugares donde ocurren cosas y eventualmente opinar. No es un objetivo que tenga como pretensión ser el más simpático, el más guapo o el más carismático.

Los ‘haters’ siempre están al tanto de lo que haces

Hay gente que no tiene nada que hacer y se encarga de agarrar un clip, cita un pedacito, una entrevista para hacer un tik tok y hacerte quedar mal. Lamentablemente a veces no les liga porque en otros casos el rebote es muy positivo. Yo creo que el que está pensando en que uy, qué me van a decir sobre este comentario, mejor que no haga periodismo. Yo creo que hay que jugársela y yo en la medida de lo posible me la juego. Si pienso algo trato de no reprimirme.

Pedro ¿te consideras un sabelón?

No, con honestidad soy consciente de que a veces puede parecer que me considero un ‘sabelón’. Digo lo que pienso sobre un tema y a veces parece que pretendiera saber mucho. Acepto que puede dar esa imagen, pero no es así. La otra es quedarme callado, no decir nada y sabiendo algo callarme para que no digan uy este se cree que sabe todo. Esto no es pretensión, pero creo que el periodista deportivo tiene que estar alimentado de otras cosas, no tener una cabeza en la pelota, una pelota en la cabeza, nada más. Yo creo que el hombre de prensa deportiva tiene que tener algo más que una pelota en la cabeza, saber otras cosas por ejemplo de cine, un poco de literatura, música, etc. Es decir, un poco de otras cosas que te den herramientas para expresarte a la hora de hablar de futbol y puede ocurrir que te lleve a quedar como un ‘sabelón’.

Te gusta leer

Sí. Te cuento un chico se me acercó y me dice qué consejo me das. Le respondo que leer y además le digo que no lea sobre fútbol, ya tendrá tiempo de saber de fútbol. Lee otras cosas, la lectura te va a dar sensibilidad te va a hacer gozar estéticamente y además te va a dar una expresividad oral y escrita que no te lo va a dar un partido de fútbol. La lectura es el mejor consejo.

Tu familia que dice sobre todo los ‘haiters’

Mi esposa a veces me dice alguien ha puesto sobre ti tal cosa y le digo, para qué ves y no lo digo desde el ego, sino que está bien que te critiquen. Soy periodista, no soy candidato, no soy artista. El artista sí depende un poquito más de que caer bien.

Tienes seguidores

Sí lo sé, me siguen con afecto. Eso me basta. Tengo conciencia de que no todos gustamos a todos, el día que le gustes a todo preocúpate, algo está mal ahí. Si eres periodista y encima deportivo donde se mueven muchas pasiones y está el fútbol de por medio vas a gustar menos, porque si tu opinión es tomada en cuenta va a haber mucha gente descontenta con lo que opinas. Tu opinión puede ser cogida por todos como una verdad, nada que ver, unos te querrán otros no te darán bola y otros te odiarán.

Te excediste en tu comentario hacia el exfutbolista Jhon Galliquio

Soy responsable de lo que dije durante un partido de Eliminatorias en el 2010. Era un Perú-Paraguay. Se produjo un cambio y salía Nolberto Solano y entraba Jhon Galliquio. Sostuve de manera innecesaria, pícara e irrespetuosa que prefiero a Solano cansado que haga Galliquio entero. Galliquio se molestó, pasó un año y no se le había pasado la molestia hasta que decidí hablar cara a cara con él. Lo malo es que no había nadie alrededor y dije ahorita me suena, pero no. Conversamos que es lo mejor que se puede hacer cuando hay una discrepancia y se resolvió.

Fuiste faltoso

Reconozco que en ese momento fui faltoso, no fui respetuoso de manera innecesaria. A veces pasa que los periodistas somos así. A veces jodemos en el sentido de echarle mucho ‘rocoto’ al comentario. Es una tentación diabólica. Eso fue lo que pasó en mi comentario con Galliquio.

Como es tu relación con los jugadores

Hay una relación respetuosa, pero eso no me exime de realizar una crítica de vez en cuando.

Con Christian Cueva tuviste un distanciamiento

Fue cuando se iba a jugar la última Copa América en Brasil. Horas previas del viaje y en plena pandemia Christian se reunió con amigos en un departamento y nadie con mascarilla. Se reunió en una mini juerguita antes del viaje a Brasil. Me pareció una conducta dudosa, me pareció mal la verdad y lo dije además con algún comentario cachaciento. Cueva se molestó.

¿Qué dijiste?

Fue cuando le pregunté al corresponsal que se encontraba en la ciudad de Sao Paulo si es que en esa ciudad había toque de queda. Me respondió que no había entonces dije no le avisen a Cueva porque de repente sale. Fue irrespetuoso de mi parte hacer esa broma porque la crítica ya la había hecho ya. La crítica que me parecía oportuna ya la había hecho, añadí eso y eso fue cachaciento, innecesario, hago la autocrítica y eso motivó un distanciamiento con Cueva. Me lo cruzaba y no me saludaba. Hasta que un día me lo encontré en Barcelona (España) y hablamos muy bien. Le di mis razones y me dio las

¿Extrañas a Christian en la selección?

Sinceramente lo extraño. Lo extraño de verdad. Jugador distinto, un jugador que es una lástima que no esté a disposición hoy día de la selección por diferentes motivos, incluso probablemente alguna lesión que quizás tenga y no le permite expresar su mejor nivel. No reconocer su influencia, su capacidad, su talento sería una estupidez. Hoy no está a disposición de la selección ni va a estar. Hay que resignarse que este año no va a estar y el próximo año no sé. En todo caso le tengo afecto, le tengo respeto.

¿Le tienes cariño?

Le tengo cariño, pero le reprocho que no se regale él a sí mismo una actualidad deportiva que le permitiese eventualmente jugar contra Leonel Messi.

¿El entorno tiene que ver el por qué no está apto para la selección?

No. Qué jugador, qué futbolista tiene un entorno ideal para progresar. La mayoría tiene entornos complicados, entornos difíciles a los que hay que imponerse, entonces el que cree que el entorno lo condiciona está mintiendo. Cada quien sabe dónde puede fallar, donde tiene que controlarse, dónde está el progreso y dónde está el éxito.

¿Qué opinas de los jugadores que no pudieron sobresalir como Jean Deza y Reimond Manco?

Deza era sensacional y no está. El entorno lo movió, pero no es excusa, o sea, era él. Reimond era un genio y él no quiso y lo admite y dice, sí, yo no quise. Talento tenemos y a lo que voy es que tenemos talento en la pista peruana. Todavía se juega en la pista y te genera talento definitivamente.

Fuiste muy duro en algunos de tus comentarios con Jean Deza

En su momento sí, porque hasta hizo cosas que no tiene que ver con el fútbol. Que en plena pandemia, recuerdo, que solamente revelaba ser un ser humano absolutamente perdido. Era poco inteligente lo que hacía.

Hay por tu parte una crítica a la prensa deportiva

La prensa deportiva puede ser crítica, puede ser ácido, puede ser filudo, puede ser incluso hasta cachaciento, pero mala leche no, porque mala leche sería hacer una crítica gratuita, una crítica que no merece. Eso es ser malintencionado, eso no soy nunca, o sea, yo puedo estar equivocado pero malintencionado no, mezquino tampoco. Trato de ser justo y a la vez que riguroso, pero mala leche jamás. Admito que a veces soy y la prensa es cachacienta, muchas veces. ¿Cómo fue tu experiencia en el Mundial de Rusia 2018? Fue un sueño. Fue increíble. En un país con tanta significancia en la historia del mundo. Incluso más grande que el Mundial de Francia 98, donde tuve la suerte de estar 20 años antes. Tenía 24 años cuando viajé.

Una anécdota

No pude ingresar a ver la final del Mundial de Rusia. No tenía entrada ni credencial. Solo me quedó verla a través de mi teléfono, sentado en un jardín y cerca a la puerta del estadio.

¿Cómo recuerdas a tu amigo y compañero Daniel Peredo?

Tengo una foto con Daniel de un viaje que hicimos a Chincha. Un viaje de ‘patas’. En esa foto salimos abrazados en ropa de baño con una botella de ron en el medio. No sé por qué esa imagen me recuerdo a veces. Fue un momento de plena felicidad. Éramos nuevos en la televisión. La foto corresponde al año 2001 o 2000.

Una anécdota con Daniel

Me había comprado mi carrito y a las dos semanas Daniel me lo cag... Estábamos en el carro y estaba fumando cuando Daniel me ‘gorrea’ el cigarrito. Le doy y es así que en un bache me termina quemando el techo interior de terciopelo del auto. ‘Perdón tío’, me dijo jajaja.

¿Eran muy amigos?

Los lunes frecuentemente Daniel me invitaba a almorzar a su casa de sus papás en Pueblo Libre. Fue una época muy linda. Él me decía Pedro García, el hermano que nunca tuve. Él me llamaba y yo lo llamaba al teléfono fijo de su casa. No existía el WhatsApp. Me hubiera gustado que conozca mis hijas.

Te dolió mucho su partida

En ese momento ni siquiera fui consciente, o sea, no me di cuenta. Fue tan impactante que no me di cuenta. No tuve conciencia sino hasta cuando llegué al Mundial de Rusia y Perú debutaba en Saransk. Allí sí pensé mucho en él. Recién fui consciente porque tantos años nos pasamos diciendo Perú al mundial, Perú al mundial. Tanto tiempo esperábamos este momento y Daniel ya no estaba.

¿Cuándo fue la última vez que viste a Daniel?

El día que murió Daniel, su esposa Milagros me hizo entrar al mortuorio. Hasta hoy se lo recontra, agradezco. Yo creo que no hizo entrar a nadie más del rubro amigos. Y lo vi echadito. Milagros le hablaba mientras yo lo miraba. Después yo le hablé. Y ya solo sin Milagros le di un beso en la frente. Mira que no te lo he dicho por un tema de pudor de repente, pero sí quisiera contar que yo entré ahí y le di un beso en la frente.

¿Cuándo fue la última vez que hablaste con él?

Lo último que me dijo fue al llegar a la pichanga el día de su fallecimiento. Yo había llegado temprano, estaba en la cancha y estaba ensayando. Remates al arco, pero suave nomas. Dani llega con su maleta, me acuerdo, y me dice, ya ves Pedrito así no, no rompas el arco, suave nomas, pase a la red, pase a la red, me decía. Me cagué de risa y se fue al baño a cambiar. Fue el último diálogo que me acuerdo haber tenido con él.

Pedro ¿de qué equipo de fútbol eres?

Ese tema tan espinoso. Hay problema si te digo. Yo de niño era hincha de un equipo, un equipo al que iba a ver. En esa época donde había tripletes. Entonces en esa situación de ver tanto fútbol me hice hincha de un equipo aparte por una filiación paterna, mi papá era hincha de ese equipo, así que tomé ese equipo, fui a verlo, me hice hincha como en cualquier niño, festejé sus goles, etc. Sin embargo, al trabajar como periodista a los 20 años por algún motivo que no se explicarte, el hinchaje se me fue diluyendo porque me tocaba cubrir a otros equipos.

¿Simpatizas con Universitario de Deportes o Alianza Lima?

Me da lo mismo si campeona Cristal, Alianza Lima, Universitario de Deportes o Melgar. Entonces, para evitar problemas no deseas decir de que equipo eres Ya no ejerzo el hinchaje ejerzo el periodismo desde hace 30 años. Acepto que a otros cuando entran de periodistas se hacen más hinchas todavía. A a mí se me fue diluyendo el hinchaje, pero soy un enfermito a la selección. Yo soy muy hincha de la selección. La selección me afloja el estómago me quita el sueño, me pone nervioso.

Tienes miedo en decir de que equipo eres

Comprenderán que arrugue ¿por qué? orque hay mucho ‘hateo’ y mucha violencia y no me gusta la violencia. Yo mañana digo soy de tal equipo y dirán ya ven lo decíamos. Y todo lo que pueda comentar en el futuro con respecto a ese hinchaje antiguo. Va a ser utilizado negativamente para mí. Ya tengo suficiente ‘hater’ como para que otros miles se sumen, pero no necesito ahora una cosa más.

¿Es cierto que tu esposa fue tu alumna en la universidad donde enseñas?

Hace diez años había sido profesor de Fátima, mi esposa en la actualidad. Y las cosas que tiene el destino supe que su padrino era amigo mío de otra época. Eso motivo el acercamiento después de terminar el ciclo de estudios. Nunca me imaginé pasar por esta historia.

Finalmente, Pedro que le dirías a tus ‘haiters’

A los ‘haiters’ les mando un abrazo. Quiéranse un poquito y odien menos. Yo no despreciaría tiempo en odiar a alguien tecleando todo el día. Hay gente que se dedica a eso. Es increíble, yo no lo puedo entender, me excede, no sé, no tengo una explicación satisfactoria para hablar el tema.

Gracias Pedro por tu tiempo

Gracias a ti y mando mis saludos a los amigos de Trome.

La charla termina y las tazas de café siguen intactas. Puede ser un indicador que la conversación estuvo amena, intensa o entretenida y no dio tiempo ni para tomar un sorbo. Ya es más del mediodía y Pedro tiene que seguir con su rutina diaria. Corregir trabajos de sus alumnos de la universidad, ir al canal y regresar a casa para volver a ver a su esposa y sus hijos. Un abrazo sella la culminación de la charla.

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