“Él jugaba al fútbol, ella dominaba el vóley. Él quiso conquistarla, ella cedió al final...”. No es una canción de Ricardo Arjona. Es la historia de amor de Pedro Aquino y Katherine Fernández. La figura ante Chile tuvo el regalo perfecto para su compañera en un día único, un doblete que hizo explotar de alegría a un país y a una mujer enamorada.
“Mi esposa está en México, pero ella sabía que hoy (viernes) era especial, era nuestro aniversario y para ella van los goles. La camiseta también la llevaré a casa, ni loco la cambio o la regalo”, señaló el volante, de 23 abriles.
Fue hace cinco años, que su corazón sintió latir a mil. Así como el viernes, cuando anotó y su taquicardia contagió a millones que siguieron el ‘Clásico del Pacífico’. En el 2013, las maripositas empezaron a sentirse en su estómago como nunca antes. Katherine jugaba vóley en Cristal y Pedro ya figuraba en el primer equipo del cuadro rimense. Coincidieron en eventos, intercambiaron números y así empezó todo. “Yo la iba a molestar, caía espeso, andaba detrás, pero nada. Empezamos como amigos y me tuvo meses antes de aceptarme. Es el amor de mi vida”, contó Pedro Aquino en una entrevista a Trome.
Dos goles hicieron estallar el ‘Hard Rock Stadium’. Pedro Aquino recién había ingresado cuando rompió la resistencia chilena a los 74’. Ya tenía el regalo perfecto para la esposa, pero el destino le regaló más. A los 85’ se volvió loco al poner el tercero de Perú. Cuando finalizó el partido no había dudas, era la figura, todos lo buscaron y él solo pensó en Katherine. Ella, a la distancia, se acordó de los momentos en que empezaron su historia de amor. “En verdad, sí era espeso, ja, ja. Le dije que todo tenía que empezar de una bonita amistad y así fue. Recién casi al mes llegó el primer beso”, relató anteriormente.
El primer beso, la primera salida como pareja y su primera hija: Micaela, de 3 años. Una historia de fútbol y vóley. De amor y de millones. De Arjona o de quien quiera cantarla.