LA DECISIÓN FINAL. A poco más de un mes que la selección peruana dispute el repechaje por el cupo al Mundial de Qatar 2022, la situación de Paolo Guerrero y Jefferson Farfán no ha cambiado. Mientras la ‘Foquita’ tendría esperanza de poder ser parte de la delegación a Doha, el caso del ‘Depredador’ es más complicado. Esto, porque el atacante ya conoce las exigencias del seleccionador Ricardo Gareca para ser tomado en cuenta y su mira estaría puesta en la Copa del Mundo.
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Se supo que Paolo Guerrero ya culminó con gran parte de las evaluaciones en su rodilla derecha, la misma que fue operada por última vez en junio del 2021. El atacante sufría fuertes dolores y padecía de hinchazón en esa zona, por lo que se sometió a una artroscopia.
Tras ello, el último partido que jugó el ‘Depredador’ en la selección peruana, y último a nivel general, fue en octubre del 2021 en el partido contra Chile por las Eliminatorias. Allí arrancó en el once inicial, estuvo hasta los 62 minutos y fue cambiado por Jefferson Farfán, quien curiosamente también jugó allí su último encuentro con la ‘Bicolor’.
Sin embargo, a diferencia de la ‘Foquita’, Paolo se quedó sin club. El 25 de octubre, el jugador y el Internacional de Porto Alegre decidieron de mutuo acuerdo darle fin al vínculo laboral y Paolo Guerrero quedó libre. El capitán de la selección peruana realizó nuevos tratamientos para mejorar su rodilla derecha y en diciembre del 2021 ya buscaba nuevo equipo.
Sin embargo, los deseos del futbolista no encontraron eco en ofertas de trabajo. Se habló de Boca Juniors, pero los argentinos no quisieron esperarlo hasta inicios del 2022, y lo mismo pasó con clubes de la MLS y de Brasil. Las puertas se le cerraron al delantero, mientras cada vez quedaba más lejos de las listas de la ‘Blanquirroja’.
Con 38 años a cuestas, Paolo Guerrero sabe que su gran trayectoria es un punto a favor, pero la inactividad y las lesiones lo que le juega en contra. Por ello, habría decidido retomar las conversaciones con Alianza Lima para ponerse a punto mirando la posible clasificación a Qatar 2022 que podría lograr la selección peruana.
Si Guerrero juega la Liga 1 tendría alrededor de cinco meses para coger ritmo y meterse de lleno a la lista final que ahora es de 26 jugadores. En Alianza lo saben y por ello también ‘jugarían sus cartas’. Esto significaría un contrato de año y medio y un salario igual al que de Jefferson Farfán, para el que volverán a contar con varios sponsors.
El ‘Depredador’ pretendería solo un vínculo hasta diciembre o una cláusula de salida en caso haya propuestas del extranjero a fin de año. El tema podría resolverse y el jugador arrancaría con los íntimos en el Clausura, incrementando enormemente las ganancias en taquilla y publicidad para el club íntimo.
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Las próximas semanas serán decisivas para el futuro de un Paolo Guerrero que se aferra al ‘salvavidas’ del club del cual es hincha.
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