Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila
Esta historia empezó en un barrio de esos donde la salsa y la pelea de guapos es cosa de todos los días. Paolo de la Haza, jugador de Sport Boys, nació en la cuadra 10 del jirón Loreto, en el Callao, pero su fútbol lo llevó por el mundo.
¿Ganar la Recopa Sudamericana ante Boca no se compara con nada en tu carrera?
Te podría decir que al lado de la medalla por conseguir ese título internacional, ubico la de salvar el descenso con la rosada.
¿En serio?
Gracias a Dios siempre jugué en equipos que peleaban arriba.
¿Y por qué aceptaste llegar a la ‘Misilera’?
Porque podía bajar a Segunda y un club tan grande no debía sufrir ese dolor.
Eres de retos, pues también te fuiste al Chernomorets de Ucrania...
El país donde más frío sentí.
¿Tanto así?
Estuve dos años y en invierno la temperatura bajaba hasta los -20 grados.
También firmaste por el Beitar de Jerusalén...
Allí conocí el Muro de los Lamentos, también fui al lugar donde el apóstol Pedro negó a Jesús.
¿Hiciste todo el tour?
Claro, mi hija nació allí. Costaba visitar todos esos lugares, pero después mi esposa, con el GPS, llevaba sola a todos los que nos visitaban.
¿Qué idioma manejabas?
Me defendía con el inglés, que algo sé.
¿En China también?
No, porque allí son más nacionalistas y solo se expresan en su lengua.
En la final que Cienciano le ganó a los ‘xeneizes’ te tocó lo más complicado: marcar a Carlos Tévez...
Fue muy difícil, pero le tuve que ir con fuerza, ‘meterle’.
¿Reaccionó?
Se paró, se acomodó el uniforme y siguió como si nada.
¿Y después?
Iba con todo. Los grandes jugadores son así: no se quejan, pero también te la dejan.
¿Cómo escapar de los vicios siendo de un barrio tan picante?
Primero, no creo en eso de ‘dime con quién andas y te diré quién eres’.
¿Por qué lo aclaras?
Porque he tenido amigos muy bravos, pero siempre supe que deseaba ser futbolista profesional.
¿Los palomillas de la cuadra no te tentaban?
Al contrario, me cuidaban porque jugaba al fútbol.
Uno de los mejores cebiches del puerto está en…
La cuadra 8 de Loreto, donde Miguel, altamente recomendable.
¿El mejor contador de historias de la pelotita?
‘Cafú’ Salazar, aunque en el mismo nivel ubico a Guillermo Guizasola, otro extraordinario narrador.
En el Boys…
No se cobra, pero se goza, ja, ja, ja.
¿Qué hiciste con tu primer sueldo?
Como me recomendaron los jugadores antiguos, salí con mi mamita a comer algo rico en la calle.
¿Cómo te proteges de la pandemia?
Soy el único que sale de casa, cuando hace falta algo.
¿Un deseo para este año?
Creo que el equipo ha demostrado que podemos aspirar a estar peleando arriba.
Muchas gracias...
A ustedes y pedirle a la gente que nos cuidemos todos.b
‘A tévez le metía con todo, pero seguía como si nada’