Tras una larga lucha legal, la historia terminó. Novak Djokovic abandonó este domingo Australia rumbo a Dubái, perdiendo así, la oportunidad de defender su título en el Australian Open de la temporada después de que un tribunal autorizara la cancelación de su visado y su deportación por no estar vacunado.
”Puedo confirmar que Djokovic ya se fue de Australia”, declaró en Twitter el ministro de Inmigración, Alex Hakwe, quien el viernes usó sus poderes para cancelar por segunda vez el visado del deportista.
La decisión fue tomada por unanimidad por los tres jueces del tribunal y, con ello, las esperanzas del tenista serbio de ganar su 21º título de Grand Slam se quedarán para otro Grand Slam.
“Estoy muy decepcionado”, dijo Djokovic en un comunicado. “Respeto la decisión del tribunal y cooperaré con las autoridades pertinentes en relación con mi salida del país”, añadió poco antes de abandonar Melbourne.
“Ahora voy a tomarme un tiempo para descansar y recuperarme”, dijo el jugador, cuya carrera podría verse gravemente afectada tras el fallo.
Cabe destacar que, Djokovic obtuvo permiso para salir del centro de detención en el que fue internado el sábado y vio la audiencia de cuatro horas por internet desde las oficinas de sus abogados en Melbourne. En sus conclusiones ante el tribunal el sábado, el Ministro de Inmigración Alex Hawke había argumentado que la presencia de Djokovic en el país era “probablemente un riesgo para la salud”.
Por otro lado, según la ley, Djokovic se enfrenta además a una prohibición de regresar al país durante tres años, excepto en ciertas excepciones, que pueden incluir “circunstancias imperiosas que afectan los intereses de Australia”.