Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila
El Viejo Continente siempre fue un enigma a mis conocimientos y Rusia era una geografía ajena a la mía. Se terminó el Mundial para Perú, pero nos fuimos con la frente en alto.
Una victoria que no influye en el torneo, pero es sumamente importante para subrayar que fuimos un equipo que siempre intentó el buen juego, que fuimos una selección honesta con nuestra propuesta y que podemos soñar con razones válidas.
Nos despedimos de Rusia, país de gente amable, comprometida en cambiar la imagen que se ha construido de ella. Son personas amigables, tierra segura, sociedad avanzada. Eso también te deja este evento. Conocer, aprender de otra cultura y hacer la firme promesa de que se puede construir una patria distinta, con valores.
El país ha mostrado su mejor marketing. Los Carrillo, los Santamaría, los Aquino, son los ‘cracks’ del futuro. Ellos jugarán la próxima Eliminatoria cargando sobre sus espaldas la etiqueta de Mundialistas y no mirarán a nadie de abajo hacia arriba.
Se vienen tiempos mejores para la Blanquirroja. El primer reto será el próximo año en Brasil. Jugaremos la Copa América con otra mentalidad. Seguro veremos otra vez nuestro mar humano en las tribunas.
Si cruzaron el charco, cómo no van a pasar la frontera. Y este periodista, después de esta aventura mundialista, jamás volverá a sentirse igual. ¡Mamita, ya me voy para Lima!