Por: Carlos Bernuy
“El amor es un cálculo equivocado, un salto al vacío sin red”. Así dijo el escritor italiano Federico Moccia, autor del libro ‘Perdona si te llamo amor’. Puedes volar, pero también estrellarte. Jefferson Farfán y Melissa Klug tuvieron lo segundo. Un aterrizaje doloroso en la tierra más firme. Envueltos hoy en batallas legales y críticas mutuas, pero antes de llegar a esto debemos retroceder 15 años en el tiempo para saber cómo, esa vida que hoy los separa, los juntó aquella vez... y también en medio del escándalos y ampays de la reina del espectáculo, Magaly Medina.
El 6 de agosto de 2004, Melissa Klug se dio el ‘sí’ por civil con el futbolista Abel Lobatón. Todo parecía ir rumbo a un bonito hogar, pero la amistad lo impidió. Porque Jefferson Farfán, amigo del ‘Murciélago’, aparecía en el fútbol con Alianza Lima. La ‘Foquita’ era conocido de Melissa desde que jugaba en el club íntimo y luego de unos meses fue adquirido por PSV de Holanda en varios millones de dólares y aquí comenzó una historia de amor.
Al diablo los códigos y mientras la mejor época de Lobatón había pasado y se encontraba jugando en Trujillo -con la César Vallejo- en Lima, en noviembre de ese año- Jefferson y Melissa fueron ampayados paseando en la camioneta de 52 mil dólares del ex Alianza, tal como se mostró en un programa de espectáculos. Se lucieron en una cebichería en San Miguel y ese mismo día, el jugador del PSV la llevó a una fiesta donde departieron con otros futbolistas.
A él no le importó que ella fuera casada. Las cosas, entonces, cayeron por su propio peso. Abel Lobatón dijo que ‘no veía nada de malo en las fotos’ antes que su relación se terminara. Pero lo que mal empieza mal termina y la ‘Foquita’ y Melissa -que en ese momento tenía tres hijas- empezaron a convivir desde 2005. Dos años después tuvieron su primera separación. Regresaron, pero otra vez en 2010 se distanciaron.
La relación era casi ‘tóxica’ y luego de otro fuerte alejamiento, Jefferson hizo ‘vida de soltero’. En 2015 informó mediante un comunicado que la relación con la madre de sus dos hijos, Adriano y Jeremy, había terminado. Esta vez para siempre. Melissa Klug dejó entrever que el jugador organizaba fiestas con modelos en un ‘bunker’ que tenía en su casa de La Molina. Todo se vino abajo como un castillo de naipes. Hoy, en 2020, los hijos del futbolista no asistieron a la avant premier de la película sobre su padre y las batallas legales, por manutención, dinero y propiedades, no han hecho más que empezar la guerra.
El amor es un cálculo equivocado. Las relaciones por interés te restan en la vida. Nunca suman. Y tarde o temprano, tienen un final predestinado.
DATAZOS
Melissa Klug empezó a cambiar su apariencia física desde 2005 que inició su relación con Farfán.
En 2016, la ‘Foquita’ confesó que nunca convivió con Melissa Klug.