Mi gente de ‘La fe de Cuto’, volvemos más picantes que nunca. Tras y sus anécdotas en el futbol internacional, ahora te taremos un episodio de colección con Mauro ‘El Toro’ Cantoro, el campeón con Universitario de Deportes y Vélez. De antología.

Mira también:

‘El toro’ nos contará cómo fueron sus inicios en el fútbol en Argentina y cómo fue que empezó en Vélez a los 9 años. Además cuenta cómo fue que coincidió con Ricardo Gareca cuando jugaba en el club argentino.

Además nos cuenta detalles de la hazaña del 98 con Universitario de Deportes cuando se consagró como campeón del fútbol peruano y cómo fue que se retiró de las canchas. Arrancamos, mi gente. No se olviden nunca que la fe es lo más lindo de la vida.

MIRA EL VIDEO COMPLETO, NO SEAS SOBERBIO

¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?

Uno jugaba en la calle como nos ha pasado a la mayoría, en la calle, en el barrio, uno empieza ahí a amar el fútbol, el verdadero fútbol, el que uno después deja, la verdader escencia. Empecé en la calle, ahí con mis amigos, mi vieja me llevaba a la losa, ahí empecé. Glorias Argentinas se llamaba el club que era paralelo a los chicos de Vélez, a las menores, y bueno ahí yo estaba en Deportivo Español y nada en un cuadrangular ahí me vieron la gente de Vélez y a los 9 me fui para Vélez y ahí empezó todo mi recorrido, mi segunda casa, era una casa de familia, un club espectacular en infraestructura, muy organizado, hasta el día de hoy, es como entrar a una universidad top. Costó, fue difícil, hay muchos chicos que juegan bien y llegar a primera es realmente duro y tú sabes cómo funciona. En Argentina esa fábrica de jugadores te tratan como tal, si sos bueno jugás y si no al final de año chau, así tengas ocho años, porque ellos piensan en el primer equipo. Yo tuve la fortuna por un lado y la no fortuna por el otro lado, que agarré la mejor época de Vélez cuando debuté a los 17 años, en el 94 más o menos, en el mejor Vélez de la historia, jugué poco... estaba Chila, el Turu Flores, Sandoná, Armandó, Cristian Maceda, Pacha Cardozo, Gómez, Compagnucci siempre fue suplente del Negro Gómez... Vélez ganó todo durante 10 años. Y nosotros los más pibes, el Rifle Pandolfi, El Lobo Cordones, Federico Dominguez, veníamos atrás tratando de meternos. En esa época los jugadores, les dolía el tobillo y jugaban igual, hoy cambia todo. Yo soy amigo de Christian Baceda, que hoy es gerente de Deportivo de Vélez y él me dice, ‘tú jugabas bien, pero no te dejamos jugar nunca, por eso te tuviste que ir’ y es verdad, pero de lo malo, hay que sacar lo bueno, que fue que me vine a la U.

¿Qué anécdota te marcó en Vélez?

Anécdotas con Chila un montón. El Cabezón Trota, el capitán, ese me echaba. Es que nostros hacíamos fútbol, con unas ganas terribles le metíamos un baile, nos hacían fauld, nos levantaban del pelo, no digo que esté bien, pero eran otras épocas, eso te termina enseñando. Mi Chila un mostro, cerraba con llave el vestuario, decía, ‘un segundito, los entrenadores afuera’ y cerraba con llave y me decía, ‘tú, vamos a pelear acá al medio’. Terminaba el entrenamiento, todos los pibes lo teníamos arriba, y nos invitaba a tomar gaseosa, esas de vidrio. Le decía, ‘hey Chila, ¿vamos a comer un asado a mi casa?, mi papá me ha dicho’, iba, mi casa humilde. Pero hay una hermosa. Carlos Bianchi llevaba siempre jugadores de más y a los pibes que recién empezamos, el Rifle Pandolfi, yo, él llevaba 20 jugadores de la Copa Libertadores, ya Vélez había sido campeón del torneo local. Llegamos, entramos a vestuario, lleno el estadio, se movía el vestuario, nos sentamos, nadie se movía, se paró y dijo ‘muchachos, ¿están cagados no?, bueno yo también estoy cagado, pero esa imagen no podemos dar, síganme a mí’ y fue primero para que lo silven todo, mostro.

¿Tú juegas con Ricardo Gareca?

Con el Tigre coincidimos, cuando estuvo acá lo recordamos. A mí me subieron a primera, yo con 14 o 15 años, nos destacamos yo y el Chicho Fleto, nos subían a hacer fútbol, era como un premio, yo lo conté en mi casa como si hubiera ganado la Copa del Mundo, fuimos a hacer fútbol y estaba allí Ruggeri, Gareca, Mancuso, chiquititos nosotros. Nos hacían hacer fútbol, Gareca se acordaba de eso. El fútbol es una cosa hasta Reserva, cuando das el salto a primera, es otro deporte, es otro fútbol, es otra dinámica. En Reserva puedes hacer 177 mil goles, pasás a Primera, cambia de deporte, esa es la verdad. Lo que sí, por eso es importante, llegar muy bien preparado a lo profesional para que cuando te toque, el impacto no sea tan fuerte, no es fácil. Nosotros ya la vivimos, al hincha no le importa, no entiende nada o poco, mi papá no entiende nada y opina.

Cuando yo volví en 2013, a Tiago lo querían llevar a la U, dije no quiero porque van a decir ‘va por el papá’, a mí me importa cero, si juega o no juega es un tema de él. Entonces lo llevé a la San Martín a jugar, yo no tengo antecedentes en la San Martín. Ahí todos juegan, rotan para que no se sientan mal los chicos. Pasaron tres o cuatro años y ya me habían dicho para llevarlo a la U, la filosofía de ‘todos juegan’ no me parece bien en lo personal porque cuando un chico llega a la profesional, no es ‘todos juegan es, juega el mejor’, a competir se les enseña de chicos. Entonces en Argentina cuando vas de chiquito a los papás los apartan, si el chico juega bien sale en lista, eso les va ocurrir en Primera. Cuando llevé a Tiago a Vélez en 2012 que volvimos de Europa, me dieron la opción, o viene acá con esa filosofía que pasen cinco fines de semana y el chico no juegue, es su tema, si no puedes hacer eso, lo llevas a la liga de Vélez, que tú pagas tu arancel y ahí sí, como tú pagas, tiene derecho a jugar.


¿Cómo percibes la opinión de la prensa sobre tu hijo?

Lo que yo hable acá ahora contigo, la gente va decir ‘lo habla porque es tu hijo’, pero es ridículo que tu hijo ‘no juega como su papá’. Estamos hablando entre amigos, qué ridículo que te haga esa pregunta ese periodista ‘¿Tu hijo juega mejor que tú? ¿cómo lo ves?’. Yo jugué 20 años y él recién está empezando, como lo comparo si yo ya tengo una carrera, es dañino. Es injusto para el chico, porque yo ya soy mal o bien, el Toro Cantoro acá... Es como si dijeran ¿A quién quieres más a Maradona o a Messi? Messi para mí es mejor, pero me cuesta decirlo porque viví con Maradona toda mi infancia y acá parece igual, tú hijo por más que sea mejor que tú, uno ya tiene un nombre, el chico juega contra eso. Es una pena porque hay chicos... están perdiendo un talento para una selección por ejemplo, más allá del nombre que tengan.

Tiago sufrió mucho, la gente no sabe, pero no hay que renegar. Le digo en casa ‘qué pasa, hueveamos a la gente que habla esto de nosotros, los jodemos y lo tomamos a risa, lo importante es que tenés una cualidad, depende de ti si la vas a explotar a o no’. Hay una cosa básica que tienes que entender en el fútbol, jugar bajo presión, tenés que convivir con eso, olvidate, sé feliz y juega. Solamente le digo ‘sé feliz y exprésate como te sientas, con responsabilidad, todo lo que hagas dentro de la cancha es tú responsabilidad, pero sé feliz, el día que pierdes la responsabilidad la cagaste, olvidate’. Yo una de las pocas cosas que me pasaban es que me peleaba con familiares y deseaba que lleguen las dos horitas del fútbol y me olvidaba. En esas dos horas era muy feliz, me olvidaba de todo, después termina y vuelves a la realidad. Eso trato de decirle a Tiago, que trate que olvidarse, si no se habla conmigo, se peleó con la mamá, con la novia, con el amigo, olvídate porque en esas dos horas no vas a solucionar nada, lo único que tienes para solucionar es lo que se te presenta dentro de la cancha.

¿Una anécdota con Carlos Bianchi?

Como entrenador y después una vez que me agarró en la ducha. Es un mostro y la gran virtud que me gustaría poder dirigir como principal... para él era menos importante los 11 titulares que los otros, entonces el día que necesitás del cuarto delantero, lo tienes bien, feliz. Carlos se pasaba tiempo, rato, con el delantero, el defensa, lo que sea, entrenando después. Carlos estaba ahí y gritaba y todo, un crack.

Un día me fue a llevar como número 20, con esos mostros yo tenía que valorar, tenía 17 años. Salí en lista, me voy a bañar y yo calato de espaldas y yo decía ‘me está llevando como 20...’ y de pronto me tocan la espalda y era Carlos, me dijo ‘si no quieres no vas ah’, había escuchado, le digo ‘no, Carlos, estaba bromeando’, casi me pongo a llorar. En ese momento Carlos era el diablo, uno de chico habla de más, tonteras, yo era el tipo más feliz del mundo de haber salido como 20.

Cuando Goyco jugó en Vélez, yo siempre quería hacer golpes, creo que estaba Oswaldo el técnico y me pone al equipo titular. Para mi equipo jugó Goico, a mí me había puesto para el equipo titular. En la práctica hago dos goles, y para mi mala suerte, corrí al vestuario y agarré al teléfono a contarle a mi papá que hice dos goles en la práctica... ¿quién me estaba escuchando? El Goico y dice, ‘ah mira este huevón que le cuenta a su papá que hace golpes en las prácticas, eso no sirve para nada’ delante de todos los compañeros, me hizo pasar una verguenza, yo le conté a mi papá feliz y este viene y me escucha...

Goico fumaba habano y un día me fui a concentrar en Mar del Plata en la pretemporada y me metí a la habitación con Goico. Me mandaba al pasillo para fumar dos horas, no me dejaba entrar mientras él fumaba.

¿Osvaldo Piazza te recomienda para irte al Atlético Rafaela?

Osvaldo me limpió, no es que me recomienda... Ahora cuenta las guerras ganadas, se hace el bonito. Yo había jugado un poco con Osvaldo y un día me llamó a su despacho, yo soy muy familiero, y me dijo, ‘creo que necesitás alejarte de la familia, hacerte más hombre’, yo le contesté, ‘y tú qué sabes si eso me va hacer bien’, me dijo, ‘no, tú has lo que quieras, yo te aconsejo’. Dicho y hecho hice caso y me fui y la rompí en Rafaela también y eso me ganó volver a Vélez. Osvaldo se fue, él se vino para la U y ahí fue que fui uno de los primeros a los que llamó. No me lo esperaba, pensar en un pibe como número 9, como delantero... me llamó dos días antes, todo se dio rápido, yo no tomé consciencia a dónde venía. Cuando uno hace las cosas incoscientes, no sabes a dónde puedes llegar, para bien o para mal. A mí me llamó un martes y el domingo ya estaba jugando. ¿Te acuerdas Panchito Guzmán? El pateaba todo, una pegada de las mejores que he visto, llegué yo y Osvaldo loco dice, ‘penal de Mauro’ y estaba Panchito... cómo es el bravo que ese día hubo dos penales, tiene todo armado el bravo. Después cuando estás cargado de confianza podés buscar otra técnica pero al principio tienes que asegurar.

Mauro ‘Toro’ Cantoro en ‘La fe de Cuto’: Todas las anécdotas del campeón con Universitario. (Foto: Trome)
Mauro ‘Toro’ Cantoro en ‘La fe de Cuto’: Todas las anécdotas del campeón con Universitario. (Foto: Trome)

¿Acá te ponen Toro?

Sí, pero no sé quién. Ahí hay disputa. Elejalder Godos cuando me ve me dice ‘yo te puse’ y hay gente que me dice Micky Rospigliosi, uno de ellos me lo puso. En Polonia también me decían Toro, hasta allá llegó.

¿Qué recuerdas de la campaña del 98 con Universitario?

Fue mi primer título como protagonista, estuve en Vélez pero con una participación muy primaria. En la U sí, eso te aferra, el Lolo, el grupo, cómo me trataron, en ese momento estaba Alfredo, todos me trataron bien, el hincha. Igual, la hemos pasado difícil, hemos ganado en lugares importantes, fuimos a pelearla en Cerro de Pasco, ‘sopa de cóndor’ y ¿Alfredo cómo era? Alfredo era medio arrogante, yo ya extrañaba a mi familia, ahí ganaba poquito, había pasado unas semanas y extrañaba a mis viejos y le conté a él, y me mandó, ¿pero crees que me iba salir gratis?, me sentó y me dijo, ‘tú no le haces goles a nadie’, yo venía de hacer goles en todos los partidos... nos tocaba jugar en Cerro de Pasco y me dijo que me traía a mis papás sin pagar nada, pero si hacía dos goles hoy... jugábamos de local con Boys, le hice dos goles a Chiquito, el tenía palabra, cumplía, metí los dos y a los tres días estaban mis papás acá. Tocaba Cerro de Pasco y le digo a Oswaldo que mi papá quería ir, mi viejo fumaba en esa época, me dijo, ‘si lo quieres matar, que venga’. Llegamos a Cerro de Pasco y mi viejo con diarrea en el baño y fue el día que hice el gol, uno a uno empatamos, hice gol de tiro libre. Falachi cabeceaba y la pelota se perdía en las nubes

(Foto: Facebook)
(Foto: Facebook)

¿Qué es la sopa de cóndor?

Lo preparaba el doctor Jorge Alva. Era esos termos antiguos que tenías que aplastar, un etiqueta negra, mate de coca bien cargado y ya... porque no podías ni calentar, el camerino parecía para los pitufos. Era la primera vez que un entrenador no decía, corre, decía camina. Nos metíamos unos tanganazos, esa era la famosa ‘sopa de cóndor’, daba resultados y salíamos encaballados, no se sabía qué era.

¿Luego de Universitario te vas a Italia, al Ascoli?

Era segunda división en Italia, Ascoli tiene nombre. Me trataron... ahí te dan todo... ahí entendí lo que es pasar al siguiente nivel, me fue bien, igual que en la U, empecé, metí un par de goles y cuando estábamos jugando las cosas importantes, viene el entrenador y nos dice ‘vamos a jugar una pinchanguita con los hinchas’. Seis contra seis, era una canchita chiquita, me nombró a mí para jugar con los hinchas. Una pelota dividida, yo saqué la pierna, él no fue de mala intención, quiso patear fuerte la pelota, y la misma pierna que tenía mal me quedó en el aire, tres meses y medio afuera, me fui al hospital, se armó un quilombo, no pude jugar. Después de ahí me fui a Polonia, cuando me recuperé me quisieron dar a préstamo, yo no quise y llegó Polonia, fue lo mejor que me pasó. Yo estaba asustado, no sabía qué iba pasar, me vio el presidente del equipo, justo estaba jugando la Champions, medio que me entusiasmó, los empresarios me decían, ‘igual acá es de paso, jugás dos añitos, la rompés y volvés a Italia’, gracias a Dios compré, me hubiera gustado jugar en el Barcelona o en el Inter, pero no cambio esos 10 años en Polonia. Luego tuve una propuesta para Panatinaico, en Grecia, era un poquito más de plata, era un equipo importante, pero hablé con mi familia y dije ‘para qué, voy a tener que empezar de cero, acá ya estoy acomodado’, a veces la plata no es todo en la vida, es muy importante pero no es todo.

¿Cómo fue tu llegada a Polonia?

Yo estaba solo cuando me vinieron a buscar, llamo a Argentina, a mi familia, a mi esposa y le digo ‘ya arreglé en Polonia’ y me dicen, ‘qué lindo, te felicito’, yo dije, ‘estos están en drogas, ¿estoy yendo a Polonia y festejan tanto?’. Mi esposa había entendido a Bolonia. En Polonia es a menos de 30 grados, en 10 años miles de cosas que me pasaron, algunas buenas otras no tanto. En el club me trataron muy bien, pero el frío, nieve, la revisión técnica también la pasé mal, supuestamente me habían encontrado algo... Me pusieron departamento, nos robaron, me fui a comprar al supermercado, habían pasado dos semanas desde que llegué, parece que habían dateado que era nuevo, que recién había llegado de Italia, estaba en el supermercado pagando y me llamaron del club, que estaba la Policía en mi casa porque habían entrado a robar, cosas malas de esas. Es bravo, yo tenía mi bebé recién nacido, nieve, creo que era Tiago, 2001, nació en Argentina pero a los 20 días se vino a Polonia. Nosotros no estábamos acostumbrados, en ARgentina si hace frío no sacas al bebé, pero allá llovía nieve y sacaban a jugar al bebé. El bebé lloraba, yo había firmado un contrato de 5 años, económicamente bueno y yo dije ‘vamos a sufrir, no pasa nada, esto es lo que hay’, yo estaba convencido, yo necesitaba volver a sentirme importante, era mi lugar. Y sufría ah, pasaron tres meses encerrados, dije ‘vamos a sufrir porque va dar fruto’ y dio, gracias a Dios, me compré mi casa, tengo mis cosas allá. No es tan fácil, la gente piensa que el jugador tiene auto, mujeres, casas y viaja a Dubai todos los años y sí, pero nosotros sufrimos mucho porque es ahí, en ese momento, si servís, servís y si no servís, no servís. Yo siempre estoy del lado del hincha pero, dicen ‘tal jugador podría jugar gratis’ es verdad, yo entiendo, pero el día que ese jugador no tiene para pagar la salud de su hijo, no sé cuántos hinchas dicen ‘lo pagamos nosotros’, es un poco injusto que digan que el jugador tiene que jugar gratis, ese jugador, va y taxea 10 horas al día para ver si puede comprarle unas zapatillas a su hijo. A veces no hay que encerrarse y decir, ‘estos tienen todo, un BMW’, no es tan así, aparte que no todos somos Cristianos y Messis, nosotros somos de los normales, que si en nuestra economía fallamos un poquito, nos desbancamos, Messi puede fallar un poquito.

¿Diez años en un solo equipo?

Quise esperar que mi hijo termine el colegio, dejé el equipo seis meses y me fui. Después ya me volví a Argentina. Vélez es mi casa, la U es mi primer amor y Polonia me dio lo poco o mucho que fui, el bienestar que le di a mi familia, a mis papás, y todo lo que he logrado, llegar al nivel para jugar Champions.

Toro echa a Cuto con tía del Loco Vargas

Cuto: El ‘Loco’ Vargas me para sacando en cara, ‘yo he jugado Champions’

Toro: No, pero él lo dice con cacha.

Cuto: Tú no, pero el me da golpes bajos, es soberbio

Toro: Es que está dolido porque tú saliste con su tía creo ¿no?

Cuto: Noooo, no te pases, ¿así está hablando ese señor?

Toro: Así me dijo y luego vi que te lo dijo en vivo, es bien descarado

Cuto: Como tiene la mente cochina, yo no, jamás, siempre se lo aclaré

Toro: Es raro, a quién se le ocurre ser celoso de su tía. ¿Es verdad que su tía se te sentó en la pierna para una foto?

Cuto: Sí, él hasta ahorita me dice ‘dime la verdad, yo sé que tuviste algo con mi tía’. Yo jamás, cómo se le ocurre. Se quedó así porque Chiquito sí tuvo la intención, le invitaba pollito a la brasa, pero yo no crucé esa línea.

¿Has jugado en la selección de Polonia?

Estuve ahí, sí, me nacionalizaron para eso. Después de un partido de Copa, de Polonia, día de semana, la noche, terminó el partido y me dijeron, te quiere conocer el presidente de la Federación, subí y ahí me dijeron, estaban interesados en nacionalizarme y sí, tuve la suerte de jugar un Mundial para la selección argentina en el sub17, jugamos un Sudamericano y un Mundial, es todo jugar para tú país. Cuando vine a Perú, Alfredo me dijo que por qué no me hacía peruano, yo le dije que quería jugar para la selección argentina y mira dónde termino nacionalizarme, se venía el Mundial 2006 en Alemania y la verdad, mi única manera de jugar un mundial era esa vía, la selección argentina no iba jugar, la peruana tampoco y dije bueno, si se puede. Me hicieron polaco y nada, estábamos en Irlanda, todavía no me podían convocar, estábamos en un amistoso y me llamaron para que viaje a jugar con Bélgica en Varsovia, en esa época Francia estaba metiendo mucha gente de color y eso me afectó a mí y me bloquearon y no pude jugar, pasó el Mundial 2006 y Leo Benhaker agarra la selección y me dijo ‘yo quiero que juegues en la selección’, yo ya tenía mis treinta años. Me dijo que me iba poner abogados para jugar la Eurocopa de 2008, te acuerdas que ganó España. Y Leo sí hizo todo, me hicieron el desbloqueo pero no coincidía con la Eurocopa, a mí se me negó haber jugado pero la verdad que para mí es un orgullo que hayan pensado en mí, Polonia es un país muy cerrado, muy frío, la gente es especial, no es que a cualquiera que juega bien lo hacen polaco, ese es mi orgullo, que hayan pensado en mí.

Mauro ‘Toro’ Cantoro en ‘La fe de Cuto’: Todas las anécdotas del campeón con Universitario. (Foto: Trome)
Mauro ‘Toro’ Cantoro en ‘La fe de Cuto’: Todas las anécdotas del campeón con Universitario. (Foto: Trome)

¿Luego vuelves a Argentina?

Quería que me quede trabajando en el club pero fallece mi suegra y fue un punto de quiebre. Dije ‘por qué estamos acá, por dinero, pero se está muriendo nuestra gente, ya la cuenta no da’, a veces tenés que tomar decisiones límite, dejé mi casa, mi bienestar, tenía casa, departamento, mis inversiones, todo, una vida, diez años. Nos fuimos a Argentina y nada, a vivir un poco con la familia, pero es difícil, tenemos nuestras cosas en Argentina, vivimos un tiempo, intenté jugar ahí para despejar la mente hasta que después apareció en 2013 acá, que vine a jugar a Perú, impensado. Yo vine a un evento en 2013, Papelito Cáceres hizo un evento Boca vs. U, estaba de presidente en la U Pacheco. En ese partido hice uno o dos golpes, termina el partido y me dicen ‘oye estás bien, ¿no quieres volver a jugar?’ yo no jugaba hace un año, hablaron con Pacheco, me hablaban de contrato, la U en ese momento tenía problemas, no podían ni contratar, se dilató lo de la U y como se enteraron y los de Pacífico me llamaron, eso fue una de las cosas que uno toma decisiones no mal, porque fui feliz ahí y estoy agradecido, pero yo ahí debí decir ‘ya basta’, pensé más en mí que en mi familia. Firmé, no dije nada en Argentina, a mi familia le cayó muy mal la noticia, casi se me cayó todo, yo tenía mis inversiones en Argentina, mi esposa había puesto un local de ropa, mis hijos habían entrado a colegios importantes y por mí dejaron todo y se vinieron, no digo que estén arrepentidos, pero a veces uno piensa por uno.

¿Qué anécdota nos puedes contar de Pacífico?

El hombre hacía el esfuerzo para pagar, pero Primera no es, Segunda, Copa Perú, ese equipo venía, de Copa Perú subió a primera, es como que del Kinder vayas a secundaria, no puedes. Al hombre le costaba, a veces no se organizaba bien. Nosotros armamos un lindo equipo que le hacíamos fuerza ahí, gente grande, pero conocí gente, Margarito, empezamos con Chalaca, Balazar, lo bueno es que no le gustaba beber jajaja. Con Chalaca, Marco Churliza, llegó mi hermano Andrés Mendoza.

Mauro Cantoro: Las jugadas dudosas siempre son para Universitario, Alianza o Cristal
Mauro Cantoro: Las jugadas dudosas siempre son para Universitario, Alianza o Cristal

¿Cómo que Chiquito Flores casi te arranca la cabeza?

No lo hizo con mala intención. Hay una palabra que va perfecta a esa jugada de Chiquito, yo lo quiero mucho, ‘inconsciente’ él no se dio cuenta que si me da con el tapón en el ojo... no pasó nada, pero cuando me caí me fisuré dos costillas, jugué todo el torneo así. El ‘Negro’ no le hacía un gol a nadie, me hacen el penal, que era roja, le sacaron roja a Chiquito, y viene el Cóndor y el encargado de patear era yo, pero el Cóndor me dice, ‘Mauro, déjame patear que me tengo que destrabar’ un penal te libera, dije que ya, pero Chiquito se lo tapó. Otra anécdota hermosa en Ayacucho. Altura, era jodido jugar, la charla técnica fue en la tarde, después del almuerzo, el técnico Chalaca, lo quiero mucho, a mí me sacó mi mejor versión, hice como 10, 11 goles en ese torneo, no lo podía creer, fue por Chalaca, su charla te motivaba, él nos hacía creer que podíamos competir con el Real Madrid. Estábamos en Ayacucho, empieza la charla y lo ve a Margarito (Frank Rojas) atrás, y le dice ‘¿y tú? Tú tienes que valorar dónde estamos, ¿tú sabes dónde tendrías que estar hoy? haciendo casas en Estados Unidos, mira dónde estás’. Era un crack, tipazo Margarito también, tuvo un accidente, una lesión en Huacho con Arrué, la pasó mal, hubo un hostigamiento de la prensa con él, hasta abogado le mandaron.

¿Jugaste en Unión Comercio?

Sí. Desde Pacífico en adelante, te voy a ser sincero, todo estuvo de más. Es el miedo a dejar. Moví a toda mi familia a Lima y luego me voy a Moyobamba, ahí no me podían acompañar. En mi casa me decían ‘¿cuál es la necesidad?’. Yo nunca tuve lesiones musculares pero nunca agradecí tanto haberme desgarrado el gemelo porque fue mi motivo para decir no vuelvo más. Al presidente de Moyombamba le dije, ‘no quiero nada, ni un dólar, solo déjeme ir’, y ahí me fui.

¿Estuviste en Minero?

Tú te estás salteando algo importante, te puedo contar diez anécdotas de esa fuera de cámaras o en el nuevo programa que vas hacer. Estuve en Minero primero, ¿tú conoces al dueño, Verme? Esas diez anécdotas son con el señor ese, te morís. Me golpearon la puerta, llegó el gerente de Minero, yo no podía caminar, me llamó Verme por teléfono, querían que vaya como imagen y me iban a pagar. Yo ni lo conocía. Al otro día, diez de la mañana, vino uno de parte de Verme con una bolsa, para mí, me dijo que era un encargo que me mandó Verme, era plata, una linda suma, no quería que firme nada, solo que me iba llamar. Verme me dijo, ‘tú vas a ganar igual que Chiquito, que es el que más gana’. Tengo miles de anécdotas.

¿Terminaste tu carrera en León Huánuco?

Irme a Huánuco fue moverme yo solo de nuevo, dejar a mi familia, para mí fue una experiencia muy mala pero a la vez fue de las más importantes porque fue lo que me hizo decidir ‘ya basta’, yo no podía cambiarme en el pasto, orinar al costado del arco. La familia nunca va entender, yo entrenaba y era feliz, pero después decía, ‘no te pagan, vienen a mentirte, que mañana, que pasado, que andá a cobrar a un cambista’. Yo no sé si está bien o mal, espero no ofender a nadie, nosotros como jugadores, cuando tocan nuestra autoestima, duele. Agradecido con León de Huánuco porque me empujó a ‘basta’. Tenía seis meses más de contrato, fuimos a jugar con Emelec, jugué de titular, quedamos afuera, hicimos escala en Lima y en mi casa dije, ‘hasta acá nomás’. Al otro día hice en Twitter una carta agradeciendo a todos y diciendo ‘me quiero ir igual, no quiero plata, no quiero nada’ y se acabó.

TE PUEDE INTERESAR






Contenido sugerido

Contenido GEC