Tras varios meses de especulaciones sobre su destino político, el boxeador Manny Pacquiao anunció hoy que postulará como candidato a la presidencia de Filipinas. El pugilista de 42 años es muy admirado en su país por haber sido campeón del mundo en ocho categorías diferentes y por su labor social con los más necesitados.
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“Ha llegado el momento, estamos listos para afrontar el desafío”, señaló “Pac Man” quien aceptó postular por la lista de una facción disidente del partido del actual presidente Rodrigo Duterte, quien se ha ganado una reputación por su lucha sangrienta contra las drogas y es el favorito en las encuestas. La relación entre Duterte y Pacquiao no sido de los más cordial en los últimos años. El Presidente lo tildó de oportunista por criticarlo después de haberlo apoyado durante cinco años.
Esta no es la primera vez que el deportista participa en los asuntos políticos de su país. En el 2010 fue elegido diputado y en el 2016 consiguió ser senador. Durante su actividad como funcionario público ha generado diversas controversias, especialmente, por sus declaraciones favorables a la pena de muerte y otras hostiles hacia la homosexualidad.
Para esta etapa electoral, la lucha contra la pobreza y la corrupción serán sin duda temas claves en la campaña de Pacquiao. Ya en otras oportunidades, el boxeador precisó hacer todos los esfuerzos posibles para llevar a cabo su misión, empezando por enviar a “centenares o miles” de políticos corruptos a una “mega-prisión” construida especialmente para ellos.
“Pac Man” no solo es admirado por ostentar títulos mundiales, sino también es un ejemplo de superación y fuente de orgullo para millones de filipinos. De niño, el pugilista convivió con la extrema pobreza tras abandonar su casa luego de un suceso familiar traumático que lo marcó y lo impulsó a ser uno de los mejores del mundo.
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