El sueño de los jugadores del Liverpool que parecía posible durante los primeros minutos de la última fecha de la Premier League, se rompió rompió cuando Aymeric Laporte, en el sur de Inglaterra, ponía el 1-2 para el Manchester City.
La noticia llegó a Anfield y aplastó a los aficionados 'Reds', que, no pudieron ser testigos de otro milagros como sucedió en la mágica remontada ante Barcelona, por la Champions League. Jurgen Klopp, sabia que finalizado el encuentro tenía que recomponer el ánimo de sus jugadores pensado en el único objetivo de la temperada levantar la 'Orejona'.
Sadio Mane suma 22 goles en la Premier League y empata con Mohamed Salah y Pierre-Emerick Aubameyang por la bota de oro, sentenció la amarga victoria de los de Jürgen Klopp que cargan con una maldición de 30 años sin poder levantar este torneo.
Uno a uno los jugadores de Liverpool eran saludado por Jurgen Klopp que los aplaudía y parecía repetirles en el oído que lo importante será 1 de junio en el Wanda Metropolitano de Madrid cuando enfrenten al el Tottenham Hotspur, por la final del la Champions League.