La sorpresa de la fecha 11 de la Premier League se dio en el último partido de la jornada. Liverpool cayó 3-2 en su visita al West Ham y complicó su posición en la tabla.
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Cuando solo se habían jugado 4 minutos del encuentro, el portero ‘red’, Alisson Becker, cometió un blooper. El arquero brasileño salió a cortar un centro proveniente de un tiro de esquina y, con las manos, introdujo el balón en propia puerta.
Sin embargo, los de Jürgen Klopp reaccionaron y al minuto 41 parecía que todo volvía a la normalidad con un golazo de tiro libre de Trent Alexander Arnold.
Pero en el segundo tiempo, los locales volvieron al ataque. Pablo Fornals puso el 2-1 a los 67′ y Kurt Zouma, de cabeza, consiguió el 3-1 a los 74′. Ya con el partido en la bolsa, la escuadra dirigida por David Moyes cuidó el resultado, cubriendo bien los embates de Mohamed Salah y Sadio Mané.
Divock Origi le puso emoción al final con un tanto de media vuelta a los 83′, pero no alcanzaría. Con este resultado, Liverpool fue superado en la tabla por el propio rival de turno y cae hasta el cuarto lugar con 22 puntos. Además, pierde el invicto que llevaba de 7 meses y ya no es el único equipo de la Premier que no había perdido hasta el momento en esta temporada.
En la tabla de posiciones, por encima de los ‘reds’ se ubica el West Ham con 23, el Manchester City con 23 y el Chelsea con 26, como único líder del campeonato.
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