Camina por los jirones de La Victoria y todos lo saludan, pero nadie lo llama por su nombre. ¡Chocherita! es el primer grito y por estos días le agregan: ‘Que tu hijo juegue por Alianza Lima’. Sonríe y responde: ‘Dios lo permita’.
Es un jueves por la mañana. Él nos ha citado en la cuadra 5 de Isabel la Católica, en el local de su amigo: “Este es ‘El sabor de Color y Ficho’, donde pruebas los mejores combinados criollos”, me aclara y acota: “Siempre el ‘cherricito’” y suelta una carcajada.
Eduardo Archimbaud en su máxima expresión. El hombre que ha hecho radio, televisión y prensa escrita, viste ropa deportiva, sin canas por obra y gracia de un tinte prudente, y muchas ganas de conversar.
Lalo, hoy es fácil de averiguar los segundos apellidos, pero tú los sabes desde hace años...
Cuando prendía la radio escuchaba a los periodistas: ‘Mañana juega Centro Iqueño contra Defensor Arica a tal hora’ y yo pensaba: ¿Cuál es la novedad?
¿Entonces?
En mis inicios me tocaba dar alineaciones y dije: ‘Daré una primicia’. Me averiguaba el segundo apellido y ya era algo original. Di algo más.
¿Cómo los conseguías?
Iba temprano a los entrenamientos, me hacía amigo de los utileros y te contaban: ‘Perico casi se pelea con fulano de tal’...
¿Antes no se hablaba de eso?
Yo lo hacía, pero después Trome y ‘El Bombardero’ perfeccionaron el estilo.
¿Una anécdota con ese tema?
Fui al Mundial de España 82 y estuve presente en una conferencia de prensa de Argentina cuando declaró Diego Armando Maradona...
¿Qué le preguntaste?
Me puse de pie y me presenté con mi nombre completo: ‘Por favor, ¿cuál es tu apellido materno?’.
¿Qué dijo el ‘Pelusa’?
Se empezó a reír: ‘Este peruano, qué importa eso, estamos para hablar de fútbol’.
¿Luego qué pasó?
En México 86 fui a una práctica de los ‘albicelestes’, conversaba con un colega argentino y vimos a un señor muy calmado, a un costado del campo.
¿Quién era?
Eso pregunté: ‘Es el papá de Maradona’.
¿Lo entrevistaste?
Me acerqué, un tipo muy sencillo, le comenté que yo también era de barrio y que los que somos de ahí amamos a la mamita y quisiera saber el nombre de la señora que trajo al mundo al mejor futbolista del mundo...
¿Su respuesta?
Ella se llama Dalma Franco. Con esa información fui a la conferencia.
Sigue...
Me paré y frente al ‘Pelusa’ hablé así: ‘Señor Diego Armando Maradona y Franco por su santa madrecita...’ y no dejó que termine.
¿Por qué?
Empezó a reírse y me reconoció: ‘Hasta que lo averiguaste’.
¿El más grande con el que te tocó trabajar?
Humberto Martínez Morosini. Era maestro de ceremonias, narraba los partidos y dejó frases como ‘el rincón de las ánimas’ o ‘acá no pasa nada’. Entrevistaba políticos y la ‘rompía’. Cuando conducía el noticiero, le daban los cables internacionales y los iba leyendo y a la vez comentaba.
¿Te molestó que Edwin Sierra te imitara?
Nunca. En la televisión, cuando yo pasaba, no me decía nada, pero me daba cuenta de que me miraba con atención.
¿Y?
Después aparece en el programa cómico remendándome. Sensacional.
Me dijeron que te habías molestado.
Para nada. Yo jugaba con Tulio Loza y en ese tiempo el ‘Huachafo’ lo imitaba todas las semanas. Le consulté si le incomodaba.
¿Qué te contestó?
Todas las Navidades le envío una canasta y su gratificación. Gracias a él me mantengo vigente entre la gente. Lección aprendida.
Hablando de antes, ¿chambeaste en ‘Trampolín a la fama’ con Augusto Ferrando?
Claro, un hombre generoso, que en silencio me pedía: ‘Lleva este sobre a mi amigo Lolo Fernández’ y le enviaba dinero. Y esa es primicia, nadie la sabe.
Lalo orgulloso de su hijo Jean Pierre, jugador de fútbol
Nos metimos al fútbol. ¿Sabías que Jean Pierre llegaría hasta la selección?
Imaginé que le iba a costar mucho más. A veces me doy cuenta de que a algunos colegas les cuesta reconocer que pasa por un buen momento.
¿Siempre quiso ser profesional?
Dormía con su pelota. Lo apoyé siempre.
¿Eres el único periodista en el Perú que su hijo llegó a la selección?
Creo que sí y eso es razón de sentirme más orgulloso de él. Como lo estoy de mis otros muchachos.
Te voy a complicar, ¿Teófilo Cubillas o Julio César Uribe?
Ambos extraordinarios, genios. Pongo dos camisetas: 10 A y la 10 B y el que llegue primero al vestuario que elija la que quiera.
Por estilo, ¿quién sería el sucesor de Roberto Chale?
Alfonso ‘Puchungo’ Yáñez. Buen jugador, carisma, pendenciero y admirado por las mujeres.
De todas las chapas que has puesto, ¿alguien te reclamó?
Lo bauticé a Franco Navarro como ‘El Pepón’ y en un entrenamiento de la selección me llamó a un costado: ‘Tío, por favor, no me llames así, porque las chicas me siguen, reclaman’.
¿Un último gesto que te haya hecho emocionar?
El día que llegó Paolo Guerrero se me acercó, me abrazó y me susurró al oído: ‘Te felicito, tu hijo juega muy bien y va a dar mucho más’.
Muchas gracias por contarnos gran parte de tu vida.
Un saludo al mejor diario del país: Trome. Primicia calientita: ‘Todos lo leen’.