NO IMPORTA DÓNDE, EL AMOR SIEMPRE ESTÁ. Los Juegos Olímpicos no solo son reflejo de esfuerzo, medallas o decepciones deportivas, sino también de bellos momentos románticos. Tokio 2020 acaba de entregarnos una de estas postales únicas y sucedió en la delegación de argentina con una pedida de mano que se vio a nivel mundial. Se trata de Belén Pérez Maurice y Lucas Saucedo, la primera es representante en esgrima y el segundo su entrenador.
La romántica situación se vivió luego que Belén Pérez perdiera en la prueba de sable y concediera una entrevista a la cadena TyC Sports. En plena charla con los conductores, apareció Lucas Saucedo por detrás con un cartelito que inmediatamente captó la atención de los periodistas.
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“Flaca, te querés casar conmigo. Po favo??” se leyó en el mensaje que estaba acompañado por el dibujo de un gato. “Mirá lo que está detrás”, le dijeron los conductores a la deportista quien giró y se encontró con la sorpresa llevándose las manos a la cara y gritando emocionada. “Decime que sí, que nos está viendo mucha gente”, dijo bromeando Lucas.
“Ya dije que sí”, declaró Pérez Maurice todavía sorprendida por la situación, mientras le daba un beso a su pareja. Tras ello, le llegó el turno a Lucas Saucedo de hablar con la televisora y dio los motivos para esta importante decisión. “En París 2010 se lo pedí y me dijo que no, que era muy chica, pero yo estaba decidido a insistir”, resaltó el entrenador.
“Son 18 años juntos. Siempre decimos cómo o dónde vamos a envejecer, ojalá se de… Siempre fuimos de un perfil muy bajo, me parece un buen lugar para declarar todo mi amor a la Flaca. Lo pensé ayer. Es la mujer de mi vida, la admiro muchísimo”, aseguró Saucedo quien luego apareció en posteos junto a su amada en distintas partes de la Villa Olímpica.
Además, para denotar la unión que hay también a nivel deportivo, el flamante novio contó una anécdota que involucró una reunión y el aprendizaje de una nueva técnica en la siempre complicada disciplina del esgrima.
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“Mi atleta tiene que estar las 24 horas pensando en esgrima. Una vez estábamos en un casamiento y ella, al momento de bailar, realizó un movimiento que iba a encajar perfectamente en nuestra rutina. Fui corriendo, se lo dije y al principio me dijo ‘estamos en una boda’, pero luego terminamos ensayando ese baile durante casi toda la noche y se puso en práctica en la siguiente competencia”, relató el entrenador.
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