Setenta y dos votos a favor, cinco en contra y tres abstenciones dieron a la ciudad australiana de Brisbane la sede de los Juegos Olímpicos de 2032 en la elección llevada a cabo por la asamblea del COI.
“Me gustaría que puedan ver mi sonrisa en este momento”, señaló el alcalde de Brisbane a la prensa en Tokio, mientras los fuegos artificiales iluminaban el cielo de su ciudad. La multitud presente aplaudía el histórico hecho.
Candidata única y recomendada como la mejor opción por la Ejecutiva del organismo, el proyecto de Brisbane convenció a la práctica totalidad de los votantes, según el recuento hecho público poco después.
Un voto contrario habría obligado a reabrir el proceso de diálogo con otras ciudades interesadas en los Juegos, pero la asamblea volvió a confiar una vez más en la recomendación de su Ejecutiva y en las promesas de unos Juegos económicos, sostenibles y seguros que escuchó de las autoridades australianas, lideradas por el primer ministro Scott Morrison.
Los Juegos se inaugurarán dentro de once años en la misma fecha que los de Tokio 2020, el 23 de julio, por lo que el reloj regresivo que apareció en la página del COI nada más otorgarse la sede, este miércoles, señala que faltan 4.021 días para Brisbane 2032.
Esta designación, con poco suspenso, habría disgustado a Doha, Catar, que también tenía la esperanza de albergar los juegos. Lo mismo en Seúl y Pyongyang, que presentaron una candidatura en común.
Es la tercera vez en la historia que Australia albergará los Juegos de verano, tras Melbourne en 1956 y Sídney en 2000.
Con información de AFP