Hola, soy Víctor Reyes, ‘Vitito’ para todo el mundo. Nunca fui goleador en mi carrera profesional, en el fútbol peruano. Eso sí, cuando anoté en la ‘selva de cemento’ me sacaron en andas. Historias, me sobran. Relatos, abundan. Hechos reales que parecen mitos, leyendas. Es que, cuando calentaba la pólvora, ‘mojaba’ más que y Gianluca Lapadula juntos. La historia de hoy en los ‘ ocurrió cuando jugaba por

MIRA: Expedientes Secretos V: El día que Vitito Reyes emborrachó a compañero para ‘atrasarlo’

Estuve ‘volando’ después de la . Me quedé picón. Quería meterme a la cancha y darle su ‘chiquita’ a varios faltosos. Pero lo que me puso más triste fue ver a . Parecía un exfutbolista. Trotón, subido de peso y encima volvió a terminar lesionado. Yo he jugado 20 años en el fútbol profesional y ni siquiera sufrí un desgarro. Esa palabrita de moda en la televisión, diarios y redes.

A 'Vitito' le dio lástima ver en tan mal estado físico a Jefferson Farfán.
A 'Vitito' le dio lástima ver en tan mal estado físico a Jefferson Farfán.

Mis mejores pretemporadas fueron en chacra de Chincha

Médicos y especialistas dicen que se produce por un sobreesfuerzo. Ya sea entrenando, en pleno partido o por hacer ‘la difícil’ con la ‘trampa’. Pienso que mis mejores pretemporadas fueron en mi niñez. Hacía pataditas con camotes en mi querida Chincha. Entre los 13 y 16 años trabajé en la hacienda San José, con mi abuelo.

‘Mi chamba consistía en guiar al caballo que jalaba el arado en la chacra para hacer los surcos antes de la siembra de frijoles, pallares y yucas. Las piernas se te hunden hasta los tobillos en la tierra, que está húmeda y movida. Caminaba en el lodo de 10 a 15 kilómetros y los músculos de las piernas se fortalecían, se inflaban sin ‘ayudín’. Aparte que después de la jornada, te ‘pintaba’ tu buen plato de frijoles con seco.

No había dinero para comprar vitaminas. Los domingos me cachueleaba en la granja y criaba pollos. Tenía que levantar y correr con bolsas de 50 kilos en mi hombro para que la ‘Nicovita’ chorree igual para las mil 500 gallinas ponedoras a mi cargo. Después cuando entré a la pelotita, entrenar en cerros, correr en arena y cargar peso en los gimnasios, fue ‘papayita’ para mí. No me estiré nunca en la cancha y tampoco en la cama. Solo en una ocasión, una extranjera casi me retira de la pelotita.

Una militar ‘gringa’ me exprimió todito

En 1988, tenía 22 años y era titular en Alianza Lima. Me llamó un primo para avisarme que había conocido a una americana, que le gustaban los de color serio. Me lanzó el teléfono de su casa, porque en esa época no había celular y la llamé. Quedamos para salir un sábado, porque recién jugábamos el miércoles con el Sport Recife por la Copa Libertadores.

Vitito Reyes ahora sonríe, pero aprendió con dolor una dura lección de la vida (Foto: GEC)
Vitito Reyes ahora sonríe, pero aprendió con dolor una dura lección de la vida (Foto: GEC)

Fuimos al Parque Porvenir, en La Victoria. Nos tomamos una botella de whisky en su carro. Conforme iba pasando la hora, pensé que la estaba seduciendo y, al final, resultó al revés. De ahí arrancamos para Chorrillos y nos estacionamos frente a la playa de La Herradura, donde sonó el ‘pitazo inicial’. Luego enrumbamos a su casa en San Borja y, como el carro tenía lunas oscuras, solo nos pusimos polo y sin nada abajo. En su ‘depa’ preparó unos tallarines rojos y pidió la ‘revancha’.

Terminamos y a la media hora me decía: “Yo querer otro”. Se recuperaba muy rápido. En la madrugada, yo estaba seco y ella no dormía contemplándome y tocándome. Me desperté y logró su cometido. Cumplí guerreando, dejando la última gota de sudor, ya sin fuerzas. A las 7 de la mañana me alistaba para ir a entrenar y me pidió su ‘mañanero’. Ahí se llevó mis últimas energías de lo poco que había dormido.

‘Capitana’ me hizo trotar menos que la ‘Foquita’ en el clásico

En el entrenamiento de Alianza Lima iba último en el pelotón, cuando siempre era el primero. Al mediodía ya me iba a descansar a la Villa Íntima y se apareció en un carro blanco de la Embajada Americana, porque era capitán del Ejército de los Estados Unidos. La secretaria del club la hizo pasar hasta la cancha auxiliar. Yo me quería esconder, pero me capturó. Repetimos la misma faena y el día del partido con los brasileños, no agarré a nadie. En la cancha, troté menos que la ‘Foquita’ en el clásico.

Vitito Reyes reconoció la resistencia física de las mujeres de las Fuerzas Armadas en norteamérica (Foto: Getty Images)
Vitito Reyes reconoció la resistencia física de las mujeres de las Fuerzas Armadas en norteamérica (Foto: Getty Images)

Duramos tres meses. Tuve que decidir: el fútbol o la fogosa. Opté por mudarme a un departamento en Miraflores, que ella no conocía, porque iba a terminar sin chamba, haciendo ranas y canguros, y toda ‘mi chamba’ hecha en Chincha se iba a ir al tacho. Gracias a Dios destacaron a la militar a Sudáfrica, donde debe haber sido muy feliz. A pesar de todo ese esfuerzo, dentro y fuera de la cancha, con entrenamiento exigido las 24 horas del día, nunca me desgarré.

MIRA: Expedientes Secretos V: “Todas las broncas de compañeros que me tocó vivir”

Solo me hicireron resonancia en mi ‘músculo juguetón’

Después recuperé mi nivel. La única resonancia magnética que me han hecho en mi vida es a mi músculo más juguetón. A mí ninguna ‘totó’ me ha dejado sin físico. Han pasado los años, ya estoy en base cinco y ahora ganó por la ‘mínima diferencia’. Ya no soy cantidad, soy calidad. Denme 15 días de full entrenamiento y corro más que ‘Jeffry’. Todo gracias a mi ‘preparación’ de niño y al seco con frijoles que me preparaba mi abuelo. Nos vemos el próximo jueves…

MÁS NOTICIAS E HISTORIAS DE FUTBOLISTAS



Contenido sugerido

Contenido GEC