Al han llegado y siguen llegando entrenadores sin cartel y algunos con manías muy extrañas. Uno de esos ‘profes’ fue Luis Augusto García, conocido por todos como el ‘Chiqui’. A diferencia de muchos ‘parrillleros’ , el colombiano llegó a precedido de títulos y un curriculum importante, sin embargo con sus costumbres extrañas puso de cabeza La Florida y casi acaba con la carrera de

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La mala campaña en la Copa Libertadores del 98 derivó en el despido del chileno Miguel Ángel Arrué. La directiva cervecera entendía que necesitaba de alguien que devuelva la ilusión a los hinchas y decidió darle el cargo a un experimentado como Luis Augusto ‘el Chiqui’ García. El colombiano llegaba con el aval de algunos títulos en su país y también con una sombra que nunca aclaró, dos campeonatos ganados con Millonarios (87,88) con ayudas arbitrales y un supuesto apoyo de narcodólares entregados por Gonzalo Rodríguez, un accionista del club.

En el Rímac, pasaron por alto estos antecedentes del pasado del técnico, sólo querían volver a ser protagonistas, pero sí se sorprendieron con las exigencias del ‘Chiqui’. La primera fue de las más extrañas que se recuerden en La Florida. El técnico pidió que sus comidas sean preparadas siempre por el mismo cocinero y que este pruebe delante suyo cada potaje antes de servirlo.

DT desconfiaba hasta de su sombra

Conforme pasaron los días, el ‘Chiqui’ fue a más. En las concentraciones de Sporting Cristal, el café sólo se lo podía servir un empleado y el colombiano exigía saber todo de él. Su dirección, dónde trabajó anteriormente y a quienes frecuentaba. Estaba claro que el ‘profe’ no confiaba ni en su sombra. Quién sabe a qué se habría enfrentado en Colombia.Lo cierto es que las exigencias del cafetero descuadraron a todos en el club.

Con los jugadores la relación siempre fue correcta, menos con uno: Julinho. El brasileño nacionalizado peruano, era ídolo de la hinchada celeste y una de las figuras del equipo, pero cometió el ‘error’ de mostrarse amigo del empleado de confianza del ‘Chiqui’. Un jugador extranjero que conocía al DT le había comentado a ‘Julius’ que no se muestre ‘tan cercano’ con el trabajador porque el técnico era ‘podrido’, sin embargo, el brasileño ignoró el consejo y prefirió seguir en la chacota.

Julinho pago precio de ser ídolo para los hinchas (Foto: GEC)
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De un momento a otro, el ‘Chiqui’ García pensó que jugador y trabajador ‘maquinaban’ algo contra él y más luego de un partido en el que al ‘ex narizón’ no le salió nada en la cancha. El colombiano pensó que el jugador había fallado a propósito y le estaba haciendo la ‘camita’. El DT se loqueó y tomó medidas drásticas con el atacante.

Delantero de Sporting Cristal no escuchó consejo y comió banca casi un año (Foto: GEC)
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Julinho sufrió el delirio del ‘Chiqui’ García

Después de ese partido el técnico ‘borró’ a Julinho del equipo y al empleado, a pesar de conocerlo tiempo, lo hizo botar del club. En lo futbolístico las cosas no le fueron bien al cafetero. En el Apertura los cerveceros terminaron terceros y en el Clausura, antes que lo saquen, el veterano renunció tras una derrota 2-1 con Deportivo Municipal, que era colero del torneo. El colombiano no se hizo problemas cobró todo lo estipulado en su contrato y se fue como si nada hubiese pasado. Eso sí, el que más celebró su salida fue Julinho.


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