En los últimos días el nombre de Christian Cueva estuvo en boca de todos y no por algo bueno. Jorge Fossati, flamante entrenador de la selección peruana, dijo que lo esperaba en la Videna, pero al buen ‘Aladino’ las palabras del uruguayo le entraron por una oreja y le salieron por la otra. Justo al día siguiente que el seleccionador le pidiera conversar, el de Huamachuco apareció jugando fulbito con sus amigos de infancia olvidándose que tiene una grave lesión en la rodilla.
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El presente de ‘Cuevita’ no es el mejor, sin embargo hubo un tiempo en el que marcaba diferencias y hacía ganar los partidos a su equipo. El 2008, el volante ya entrenaba con el primer equipo de la San Martín, pero aceptó el pedido del ‘Maño’ Ruiz para ayudar a los juveniles, entre los que se encontraba Pedro Gallese, Pedro Gallese, Jorge Bosmediano, Aurelio Sacovertiz y Mauricio Rebaza entre otros,que iban a disputar una final Sub 20 nada menos que contra la ‘U’. En el equipo crema la figura era un tal Raúl Ruidíaz y el entrenador era el recordado Samuel Eugenio.
Era una final y como tal se jugó con el cuchillo entre los dientes. Los cremas eran locales en Campo Mar y tenían el apoyo de su gente que al ver a un Cueva tan pequeño como desequilibrante, se preguntaron ¿De dónde salió ese chato?. ‘Chamuco’ Eugenio ya lo tenía visto así que mandó a que lo ajusten ni bien toque el balón porque sabía que les podía hacer la fiesta.En la primera jugada dividida el de Huamachuco sintió la pegada, pero no ‘aflojó. ‘Cuevita’ entrenaba en primera con los de Santa Anita y estaba acostumbrado a las ‘caricias’ de Orlando Contreras y de Josepmir Ballón en los partidos de práctica. Lejos de chuparse el diez empezó a desplegar su mejor fútbol y empezó a enloquecer a Samuel Eugenio.
El chato estaba diablo y rompía cinturas como quería, hasta que llegó una acción justo cerca a la banca de suplentes de los cremas. El diez de la selección desairó a un rival y cansado de los gritos del DT merengue lo miró y sonrió provocadoramente. Samuel, que de por sí vivía los partidos con intensidad se ‘loqueó' y le gritó: “Oye no seas agrandado, te crees Messi enano de m….” soltó el técnico.El santo, lejos de achicarse se animó más y empezó a jugar mejor aún y esperó su momento para vengarse de ‘Chamuco’.
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Cuevita hizo dos goles y ambos, a propósito, los festejó en la cara del DT crema y le gritó. “Para ti h….. soy Messi pues, a ver ahora dime algo”. Samuel se le quiso ir encima, pero sus asistentes y espectadores lo controlaron porque se lo quería ‘comer’. Al final del partido ya más calmado el recordado técnico reconoció que el ‘santo’ los había bailado. “No será Messi, pero este enano juega como miércoles y llegará lejos ” sentenció Eugenio.
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