Los días han pasado desde que denuncié la extorsión y con ella la tranquilidad ha vuelto, en verdad siempre mantuve la calma, pero en mi familia era inevitable sentir un miedo natural, un temor humano, ellos son los que más han sufrido con esas amenazas. Conforme el tiempo pasó también pude conocer más casos de personas que sufren este tipo de situaciones que los ponen en el limbo.
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Esos peruanos que día a día se rebelan ante una realidad y se vuelven emprendedores, por naturaleza, para sacar adelante a sus familiares, sin embargo, se encuentran con situaciones como las que me tocó vivir y deben sortearlas en soledad para poder seguir adelante o claudicar ante las amenazas.
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En mi caso, en medio de lo que me tocó vivir, pude recoger el apoyo, la solidaridad y el respaldo de cientos de peruanos que se han manifestado de diversas formas. Me han hecho sentir esa fortaleza para seguir adelante, de la cual estoy muy agradecido, y poder hacerle frente a la delincuencia que día a día sigue ganando terreno en nuestro país mientras que el Gobierno de turno parece ser que está más preocupado en cómo tapar las cientos de denuncias graves de corrupción en su contra que en velar por el bienestar de todos los peruanos.
PERUANOS SUFREN EN SILENCIO
Si bien es cierto, uno agradece el respaldo de todos, el apoyo de una buena parte de la policía y de los medios de comunicación, sin embargo, la gravedad de lo que estamos viviendo los peruanos, por la inseguridad, la delincuencia de distintas maneras, es impresionante, y quizás lo políticamente correcto sea no decir nada y quedarme callado ya que tengo el respaldo y el apoyo de todos, pero iría en contra de mis principios.
Lo que yo he vivido lo padecen día a día muchos peruanos que lo sufren en silencio sin poder tener acceso y recurrir a la Policía, por temor a represalias o que la denuncia quede en un simple papel y sea letra muerta y quede en nada o no poder llegar a los medios de comunicación. Para eso se requiere de una política de Estado que asuma una lucha frontal contra la delincuencia.
Hoy, eso parece estar muy lejos, pero algo tenemos que hacer nosotros para salir adelante antes de que sea demasiado tarde, antes que nuestro país se vuelva tierra de nadie si es que ya no lo es. Nos vemos el próximo lunes.