Corrían los años 90, el país vivía bajo el gobierno de Alberto Fujimori, las tribunas de fútbol ganaban protagonismo, las barras se hacían sentir en aliento, también con actos de violencia y en medio de todo ello, estaban los árbitros de fútbol. Impartiendo justicia y recibiendo, como casi siempre, la pifia de los aficionados. Esta es la historia de Luis Seminario, el juez que fue aplaudido por un estadio, se comportó como un padre con , dio libertad para que pongan en su sito a y expulsó al siempre recordado . Una entrevista para ser leída, sin faltas ni tarjetas.

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Luis, ¿los árbitros no tienen equipo?

Eso es mentira. Soy hincha de la ‘U’.

¿Alguna vez, dirigiendo al cuadro crema, se te salió el corazón?

Ni un solo clásico ganaron conmigo.

Alguna anécdota con ellos

Me tocó conducir ‘U’ vs León de Huánuco en el estadio ‘Lolo Fernández’ y lo suspendí porque desde la ‘Trinchera’ le rompieron la cabeza al arquero visitante Enrique Vega Centeno.

¿Ese día pasó de todo?

En el partido, Jorge Amado Nunes le mete un puñete al defensa Joel Chicoma, que en paz descanse.

¿Lo expulsaste?

Lo vio el juez de línea y no me avisó. Pero acabando el primer tiempo, el huanuqueño se la devolvió, lo vi y lo saqué del partido.

¿Se te fue encima?

Su respuesta fue: ‘Ahora sí me voy tranquilo’.

¿Y cómo fue lo de la suspensión del duelo?

Empezando el segundo tiempo, tiraron varias piedras, ocurre lo que te dije del portero y recojo todo lo que habían tirado al campo y me lo llevo.

¿Qué siguió?

Al día siguiente fui a la Comisión de Justicia a dar mis argumentos y me recibieron como si fuera el culpable de todo.

¿En serio?

Parecía la ‘Santa Inquisición’. Todos eran abogados y bien cremas. Me reprocharon: ‘¿Cómo es posible que suspendas el partido? Perjudicas al aficionado’.

¿Qué argumento les diste?

Había llegado con mi bolsa y saqué todas las piedras, las puse sobre la mesa y les pregunté: ‘¿Esto hace un hincha? Y decidieron darle ganador al equipo visitante.

Valiente reacción

Luego de eso, pedí que me programen para la segunda vuelta, el nuevo encuentro León y los cremas, pero en tierra huanuqueña.

¿Te aceptaron?

Sí y ni bien entre al estadio, de las cuatro tribunas empezaron a gritar: ‘¡Seminario, Seminario!

¿El jugador más complicado?

Carlos ‘Kukín’ Flores.

Era de esperarse

Reconozco que la primera vez me ganó.

¿Por qué lo dices?

Le gustaba dirigirte y caí en su juego.

¿A qué te refieres?

Hablaba todo el tiempo y decía: ‘Falta profe, tiro libre, es lateral, saque a favor nuestro’.

Ese fue el primer encuentro, ¿los siguientes?

Fue en un Boys ante Sporting Cristal.

¿Te quiso hacer lo mismo?

Sí y lo paré: ‘Estás hablando’, le mostré la tarjeta amarilla y le advertí: ‘Sigues así y te muestro la roja’ y se calmó.

Tienes el record que un estadio te aplauda. Ahora cuéntame una parecida

En un clásico me dedicaron un gol.

Esa sí que está buena

Sancioné un tiro libre a favor de Alianza en el arco de la tribuna sur.

¿Qué siguió?

El volante argentino Gustavo Tempone, que había llegado de la ‘U’ a los ‘blanquiazules’, agarró la pelota y se alistó a patear.

Continúa

Viene Marquinho y le dice: ‘Pateo yo’ y me mira sonriendo: ‘Profe, se la dedico’.

¿Cumplió?

Doy la orden y veo como entra la pelota y fe un verdadero golazo. Pasa por mi lado y me grita: ‘¿Qué le pareció?’.

¿Tienes otra de esos partidos?

Mi primer Clásico coincidió con el debut de Waldir Sáenz en esos encuentros.

¿Estaba nervioso?

Ese día los aliancistas demoraban en entrar al campo y voy hasta el vestuario a apurarlos y cuando llego, lo veo a él sentado y le pregunto qué le pasa.

¿Cuál fue su respuesta?

Es que me va a marcar el ‘Puma’.

¿Qué respondiste?

Tranquilo, yo te cuido.

¿Así fue?

Vino una falta de José Luis Carranza contra él y le saco amarilla. Lo miro a Waldir y me dice: ‘Ahora sí me echo a jugar’.

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¿Cuántas veces te ofrecieron dinero para favorecer un equipo?

Una vez llegó a mi casa una persona, asegurando que iba alfombrarme toda la casa. Ya te imaginas de parte de qué presidente venía.

¿Y lo hizo?

Yo no estaba, la que atendió fue mi esposa y lo dejó frío: ‘Él no vive acá, yo soy su amante’.

¿Otra?

Después de un clásico un jefe de equipo de Alianza me alcanzó con su carro, me entregó un sobre con un fajo de dólares con billetes de 100. ‘Esto te manda un grupo de hinchas del club’.

¿Cuál fue tu reacción?

Se lo tiré por la cara. Era tan blanco que se puso color tomate.

¿Algo más?

Ese mismo personaje sale de su club y como era policía, se va destacado a Piura y me mandan a dirigir allá.

¿Lo viste?

Llego al aeropuerto, me encuentro con él, me saluda y le ordena a un policía: ‘Que un patrullero acompañe al señor Seminario a su hotel’. Me respetaba.

Una de Roberto Martínez

Había un jugador Carlos Cumapa que en ese tiempo defendía a Cienciano.

Si lo recuerdo

El capitán crema lo empezó a insultar: ‘Cholo de mier…, serrano’ y le digo al muchacho: Métele una y no pasa nada.

¿Te hizo caso?

Sí y el merengue grita: ‘Mira, me pateó’ y yo hice el ademán que sigan, porque no había visto nada y al otro le guiñé el ojo, aprobando su acto.

¿Recueras un error grande?

Cobré un penal a favor de Melgar ante la ‘U’. Lo vi en la noche y me di cuenta qué no era falta y no pude dormir.

Muchas gracias por estas sorprendentes revelaciones

A ustedes y cuando quieran hacemos la segunda parte, ja, ja.

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