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En estas fiestas de Navidad, él sonríe, los tiempos son buenos, pero hubo de los otros, esos que te marcan pero enseñan y que hoy sirven para guiarse por la vida. A Juan Carrillo, conocido como ‘Drogba’, ex jugador de la Liga 1, la llegaba de ‘Papa Noel’ y sus renos, siempre le provoca un suspiro de nostalgia. No es para menos, porque el hombre nacido en el Callao, que jugó fútbol de manera profesional, pasó noches duras cuando todos disfrutaban de la ‘Noche buena’.
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¿Cuántas navidades te obligaron a dormir temprano?
Muchas y la razón era una...
¿Cuál?
Mi madre no tenía nada para comprar panetón o chocolate.
Eras un niño, ¿se te escapaban las lágrimas?
Lloraba a gritos, deseaba jugar con mis amigos, reventar ‘cuetes’, pero la verdad es que no alcanzaba ni para la ‘chispita mariposa’.
¿Eso enseña?
Claro. Te das cuenta de que todo en esta vida exige un sacrificio. Eso es lo que más aprendí.
Tu infancia fue muy triste.
En lo material, sí. Pero mi mamá me dio educación, me inculcó a estudiar, ser buena persona.
¿Y que tal en el colegio?
Destacado alumno en letras. En matemáticas si me ‘rayaba’.
¿Por qué?
El profesor escribía ‘X’ e ‘Y’, luego le ponían números delante de cada letra, sumaba, restaba y al final, según él, ambas eran iguales.
¿Tu casa era de ladrillos?
Vivíamos en una casita de esteras que mi madrecita levantó con su esfuerzo, con su trabajo. Por eso es que yo soy un luchador, alguien que no se rinde nunca.
¿Qué le regalaste cuando te hiciste futbolista profesional?
Puse piso a la casa, levanté paredes de material noble, llenamos el techo y ahora es una vivienda de tres pisos.
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Hoy que tus hijos pueden vivir otra realidad, ¿Qué les aconsejas?
Todo cuesta en la vida, si quieren alcanzar algo tienen que ganárselo: levantándose temprano, cumpliendo con sus responsabilidades como estudiantes y siendo buenos hijos.
Es un buen consejo...
Cuando ellos dejen de estar bajo mi cuidado, enfrentarán un mundo egoísta donde la gente no te regala nada. Esa es la cruda realidad.
Tu mamita estará orgullosa de ti...
Desde el cielo sabrá que su hijo es buena persona, que se preparó para la vida, con calle y con cultura.
Dile algo bonito...
Clara María Barbadillo, te amo.
Ahora eres árbitro de fulbito y muchos dicen que cobras un penal sin ser enérgico, sino que vas caminando despacito al punto de remate.
Compadre, si hago eso es porque voy mirando quien viene a querer agredirme.
¿Puede pasar eso?
Sí, allí no hay cerco ni nadie te defiende. Si voy corriendo, de pronto pueden aparecer alguien agresivo y estoy descuidado.
Un gran abrazo y gracias por las reflexiones...
A los lectores de ‘Trome’ desearles un feliz 2023 y siempre valoren lo que tengan.
