Héctor Chumpitaz y otra más de la selección peruana en los Mundiales: ‘Fue un honor ser 12 años capitán’
Héctor Chumpitaz y otra más de la selección peruana en los Mundiales: ‘Fue un honor ser 12 años capitán’

Por: Miguel Alegre y José ‘Huachano’ Lara

Mide solo 1.70 metros, pero en la cancha lucía como un gigante. Cuando saltaba, las tribunas se paralizaban, parecía subirse a una escalera imaginaria. Llevó en su brazo derecho siempre una cinta en la época más gloriosa del fútbol peruano. De quién más podríamos estar hablando, sino del ‘Gran Capitán de América’. Don disputó dos Mundiales y estuvo cerca de jugar un tercero a los 38 años. Estos son sus recuerdos.

Don Héctor, usted fue el capitán de nuestra época dorada...

‘Didí’ me la dio en 1969, en las Eliminatorias para México 70, y estuve 12 años como capitán hasta 1981. Fue un gran honor, ahora se cambia a cada rato. Era de hablar poco en la cancha, pero efectivo para jugar.

Estuvo en México 70 y Argentina 78, ¿por qué no fue a España 82?
Me lesioné. Curiosamente no quería jugar esa Eliminatoria, sentía algunas molestias en el cuerpo por la edad, pero lo hice. Después del partido en que clasificamos me levantaron en hombros y la gente decía: “‘Chumpi’ no te vayas”.

¿Qué le pasó?

Me rompí el tendón de Aquiles, el 20 de diciembre de 1981, jugando en . Pero en marzo, cuando empezó la concentración para el Mundial, estuve en el club ‘El Bosque’ haciendo trabajos de rehabilitación.

¿No llegó a sanarse?
Caminaba por el club, subía y bajaba cerros, ejercitaba las piernas. En una de esas, mientras bajaba unas escalinatas para llamar a mi esposa, pisé mal y me rompí de nuevo. Me había esforzado bastante y tenía tres meses para recuperarme, pero uno nunca piensa lo que puede pasar.

¿Concentraron seis meses antes de ir al Mundial del 70?

¡Claro! Empezamos en Ancón, luego fuimos a Chosica, Arequipa y Puno antes de viajar a México. No teníamos las facilidades de ahora. Íbamos a Huampaní y usábamos estacas para eludirlas. A veces pienso cuántas pelotas habrá mandado Alberto Gallardo al río ja, ja, ja. El balón pesaba duro, había que pegarle fuerte.

Como en el gol que le hizo a Bulgaria...
Así es. Eso también era trabajo, mis compañeros sabían dónde ubicarse. Tenía que pegarle de frente a donde estaban ellos en la barrera y salían corriendo.

¿Con quién concentraba?

Teníamos un bungalow con Alberto Gallardo, Rubén Correa y Pedro Pablo León. A ‘Perico’ lo encerrábamos y lo mandábamos al fondo, porque era medio alegrón y se escapaba.

¿Tan bravo era?
Salíamos cada dos semanas y teníamos que volver a las 10 de la mañana del día siguiente. Una vez ‘Perico’ demoró demasiado y cuando apareció, ya habían mandado sus cosas de regreso a Lima. Se fue y regresó con su esposa y sus hijos, y se sentaron afuera. Nos dio pena y acordamos con Gallardo y otros para ir a hablar con ‘Didí’. Convencimos al técnico, pero nos dio la responsabilidad de cuidarlo. Si salía, tenía que pedirnos permiso a nosotros.

¿Cumplió?

Una vez salió a cobrar un dinero a . Le dije a Correa que lo lleve en su auto. Después ‘Perico’ le pidió que por favor pasara por su casa, por (avenida) Naciones Unidas. Rubén aceptó: ‘Te espero diez minutos’. Se puso a leer periódico, pasaba el tiempo y no salía. Fue a tocar la puerta: “Señora, ¿y ‘Perico’?... Ya se fue hace rato”, le contestaron. Se puso a sudar frío hasta que recordó que Pedro tenía un amigo dueño de un bar por ahí. Lo encontró bien sentado y lo insultó. ‘Nunca más salgo con este’, dijo.

¿Alguno se le cuadró?
En una ocasión Julio Baylón me insultó. Imagínense, 1.80 metros y más de 100 kilos. Estábamos entrenando en Arequipa y varios querían salir. Él comenzó a hablar: ‘Que hable el capitán, que pida permiso’. Yo no decía nada y agregó: ‘El capitán no habla ni m...’. Le respondí: ‘Sí, pero te saco la con... Vamos, te espero afuera’. Y nunca salió. Pensaba que porque era ‘chato’ iba a arrugar. Desde ese momento lo tuve en mis manos, porque era bien rebelde. Así me hice respetar.

No es muy alto para ser zaguero, ¿cómo hacía para saltar tanto?
Me crié en una hacienda en Cañete y trabajé en la chacra desde muy joven. Iba a recoger gusanitos del algodón, pero para ir y venir había una acequia bien ancha en el medio y el puente estaba como a dos cuadras, así que mejor saltaba. Al principio me caía al agua, hasta que aprendí que cuando ya estaba arriba, me tenía que dar otro impulso.

Así le ganaba a delanteros grandotes...
También era importante la maña, desacomodaba un poco a los atacantes con la punta del codo. Así chiquito nomás les daba.

¿Quiénes eran sus ídolos?

Como cañetano que soy, . Lo conocí de chico, porque fue a verme jugar contra su hacienda Hualcará. Justo ese día me expulsaron. Después en la ‘U’ me enseñó a patear tiros libres. Me decía que en el primer remate ‘queme’ a un jugador. Como en la barrera tienen que ubicarse siempre en el mismo sitio, a la próxima se va a tener que mover. En un clásico le pegué a ‘Perico’ en la cara, al otro disparo movió la cabeza y le quité el invicto a Alianza.

¿El partido mundialista que más recuerda?
Ante Bulgaria, fue el primero y ganamos. Íbamos perdiendo y mi anotación sirvió para el empate.

¿Y aquel Perú-Brasil?
Lamentablemente Rubiños no estuvo en su tarde. Le hicieron un gol en su palo. Si empatábamos o ganábamos a Alemania hubiéramos podido ser primeros del grupo y enfrentado después a un rival europeo. De repente llegábamos a semifinales, teníamos fútbol para eso. Fuimos el que más goles le hizo a Brasil y pudimos haberle marcado más.

¿Faltó ‘Chito’ de La Torre?
Es que en un partido anterior, Gerson casi le rompe la pierna y ‘Didí’ tenía miedo que lo expulsaran. Aparte había cometido un error con el técnico.

¿Qué pasó?

Después de perder 3-1 con Alemania, ‘Didí’ nos reunió molesto y dijo: “¿Qué pasó con la defensa? Esos goles no nos pueden hacer. Espero que no tengan miedo de jugar contra Brasil. Al que tenga miedo lo regreso a Perú”. ‘Chito’ pensó que le estaban echando solo la culpa a él y se paró: “Entonces devuélveme a mí, pues”. Y yo le digo: ‘Loco, siéntate que está hablando de toda la defensa’.

¿Es verdad que ?
Eso dice él, pero no pasó. Después del partido lo fue a buscar al hotel y parecía que su intención era empujarlo a la piscina, pero otros se pusieron delante y no lo dejaron.

¿Qué pasó en la goleada de Argentina 78?

El cuerpo no daba, no hubo piernas. Habíamos jugado cinco partidos en pocos días. En esa época, en el campeonato local, se hacía solo una vez por semana. Por ahí escuché que ellos (Argentina) jugaron con ayuda, con doping, pero no podemos asegurar eso.

¿No hubo ?
Nada. Al comienzo tuvimos una pelota que chocó en el palo y otra que pasó cerca. ¿Qué hubiera pasado? ¿Cuántos argentinos se hubieran matado? Hasta (José) Velásquez, que tanto habló, estuvo hasta cuando iba 4-0 y después salió.

¿En el vestuario se acusaron?
Mentira. Dicen también que fuimos a pedirle a (Marcos) Calderón que no tapara Quiroga. Si yo era el capitán. Después del partido nadie me dirigía la palabra, yo estaba que volaba.

¿La mejor selección que integró?
La del 81. Era un gran equipo y eliminamos a Uruguay. Después me lesioné y no sé qué les pasó en el Mundial.

¿Pelé, Maradona o Messi?
era más completo. Pateaba con cualquier pie e iba bien arriba. y son solo zurdos, juegan con la derecha y se caen.

¿Quién ganaba en el salto, usted o Pelé?
Cuando venía el Santos a Lima, la gente iba a ver como chocábamos. Y cuando los dos saltábamos los hinchas gritaban: ¡Uffff!

Sabe que ‘Panadero’ Díaz dijo que usted tenía las mejores piernas...
Hasta ahora, cuando salgo con mi señora, él me dice: “Don Héctor, yo era hincha de usted porque tenía unas piernazas”.

DATAZOS
* Chumpitaz ocupa el puesto 36 en el ranking del mejor jugador sudamericano del siglo XX.
* Fue 8 veces campeón nacional: 5 con la ‘U’ y 3 con Cristal.
* Tiene 90 partidos como capitán de la ‘blanquirroja’ y ganador de la Copa América 1975.

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