Calmó los nervios. Roberto Firmino demostró porqué el jugador Sudamericano siempre tiene un plus en el mundo y ayer el delantero del Liverpool con mucha picardía robó un balón a un distraído zaguero checo para anotar el empate de la selección de Brasil que sufría en su visita a Praga.
Los verdeamarillos se sorprendieron cuando sobre los 37 minutos, David Pavelka, sacaba un remate de media distancia imposible de atajar para Alisson Becker
Pero para el complemento se acomodarían los 'astros' para el Scratch, pues una desatención de la zaga europea fue vital para la picardía de Roberto Firmino, quien robó un balón dentro del área y la 'mandó a guardar' en las redes de Jiri Pavlenka.
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