Demostró porqué fue considerado el mejor jugador del mundo. Luka Modric sacó a relucir toda su elegancia, despertó la sutileza de su fútbol y con un toque mágico superó la barrera humana que le habían plantado los jugadores de Valencia y en medio de dos zaguero dio un efecto al balón que terminó lejos del alcance del golero Jaume Domenech y aseguró la presencia de Real Madrid en la final de la Supercopa de España.
La noche había empezado con un extraordinario gol olimpico de Toni Kross quien abrió la cuenta ante Un valencia que nunca encontró la reacción necesaria para emparejar la cuenta.
De esto se aprovechó Isco Alarcón quien se animó a pisar el área che con confianza y aprovechó la primera oportunidad para sacar una latigazo y poner el segundo para los galácticos. la noche se cerraría con esta joya del croata sobre el final del partido.