El fallecimiento de Gerd Muller hace que atención del mundo vuelva centrar la mirada en las consecuencias de ser delantero de un equipo de fútbol, una profesión que parece de riesgo, incluso para su pupilo, Paolo Guerrero, pues sigue aumentando las victimas fatales de demencia y Alzheirmer, enfermedades cerebrales que cada día se asocian más esta posición ofensiva.
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El ‘Torpedo’ forma parte de la oscura estadística de futbolistas que sufrieron esta penosa enfermedad degenerativa como ‘Tata’ Brown, Ferenc Puskas, Bobby Charlton o ‘Pipo’ Rossi. Todos ellos habrían sufrido las consecuencias a nivel cerebral, producto de su actividad como goleadores y los constante remates de cabeza se convierten en la principal hipótesis sobre es temible mal.
Alan Shearer, excompañero de Nolberto Solano en Newcastle, con 47 años, es víctima de este mal y señala que los constantes remates de cabeza que hizo en su carrera lo han hecho perder la memoria y es parte de un trabajo de investigación que documenta la BBC de Londres.
“Por cada gol que anoté de cabeza marqué mil en los entrenamientos, eso me pone en riesgo si es que hay un vínculo entre ambos factores. Es un deporte duro y brillante, pero hay que estar seguros de que no sea un juego mortal”, aseguró Shearer a Daily Mirror.
La Universidad de Glasgow (Escocia), a petición de la Federación de Fútbol de Inglaterra (FA) demostró que los jugadores profesionales son tres veces y media más proclives a morir por demencia. “Nuestros datos demuestran que los futbolistas tienen mayores índices de demencia, pero que tienen menos probabilidades de morir por otras enfermedades comunes”, señaló el profesor y doctor Willie Stewart quien dirigió el estudio.
“Cuando uno se hace mayor, su cerebro envejece. Es la vida. La pregunta que tenemos que hacernos es cuál es la edad cerebral de un jugador profesional de fútbol comparada con alguien que no ha jugado. Puede que sea mejor, por la actividad física que ha hecho, puede ser la misma o puede que sea peor por haber estado golpeando balones con la cabeza durante toda su vida”, apunta Michael Grey, profesor de East Anglia, en el Reino Unido.
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“Cuando uno se convierte en profesional, se espera tener más tarde problemas de espalda, rodilla o tobillo. Pero jamás pensé que el fútbol estaría ligado a enfermedades cerebrales”, agregó el ex compañero de ‘Ñol’ en Newcastle que anotó 260 goles en 18 temporadas en la Premier League.
El también británico, Gary Lineker, anunció que pasaría pruebas para descartar a la temible demencia senil. “Me someto a controles de salud periódicos, incluido el cerebro, y hasta ahora todo está bien”, contó para Talk Sport radio que daba cuenta sobre las altas posibilidades de los goleadores a este trastorno cerebral
Lineker se ha mostrado activista con la propuesta de no cabecear en los entrenamientos y ha participado en un documental sobre la demencia en el fútbol. Asegura, además, que es algo de lo que ha hablado con sus compañeros en el programa “Match of the Day” de la BBC, los también ex futbolistas Ian Wright y Alan Shearer, quienes han mostrado algún tipo de afección
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