El futbolista peruano Christofer Gonzales, actualmente en el Al-Adalah de Arabia Saudita, reveló una experiencia dolorosa que tuvo con Universitario de Deportes en 2018, que dejó una marca en su carrera y que hasta ahora no puede superar.
Ciertamente, el peruano ha sido objeto de atención en los últimos días debido a los rumores sobre su posible fichaje por Sporting Cristal para el Torneo Clausura de la Liga 1 2023. Sin embargo, mientras se encontraba de vacaciones en Lima, surgieron complicaciones que dificultaron su regreso al club celeste.
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No obstante, para Canchita el nombre de Universitario también estaba presente en la mente del futbolista, ya que tuvo un pasado en el club crema que aún no ha olvidado por completo.
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Christofer Gonzales y su mala experiencia con Universitario
Si bien ahora el futbolista ha dejado claro que su amor es por Sporting Cristal, muchos se preguntan por qué eligió ese equipo después de haber sido muy querido en el club de Ate. Ante esto, en una entrevista para “Al Ángulo”, él reveló una historia que le causó un gran dolor y tuvo un impacto en su carrera profesional.
“Quiero dejar claro que en 2018 me reuní con un dirigente de Universitario después de regresar a casa a mitad de año, después de irme de Rosario. Estuve entrenando en un gimnasio, pero necesitaba entrenar con un equipo. Me reuní con el dirigente de la ‘U’ y les pedí la posibilidad de entrenar. Él me dijo ‘Está bien, no hay problema. Hablaré con el entrenador, porque también quieren que vengas a jugar’”, expresó Christofer Gonzales en en el programa.
Tras hacer esta solicitud, Gonzales pensaba que podría estar entrenando junto a los jugadores de Universitario. Sin embargo, recibió una respuesta negativa por parte del cuerpo técnico. Este hecho golpeó al futbolista peruano.
“En ese momento, Universitario tenía una restricción que les impedía hacer contrataciones. Pero yo solo pedía la oportunidad de entrenar. Hablaron con el entrenador del primer equipo y me dijeron ‘Hemos hablado con el entrenador y dice que no puedes venir a entrenar ni nada’. Solo pedí un espacio para entrenar y que no me dieran el permiso, siento que en ese momento no me valoraron. Me dolió. Seguí entrenando en el gimnasio y luego apareció Melgar”, agregó.
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