Por: Carlos Bernuy
Micaela cumplió un año y cuatro meses, el día que papá Pedro se convirtió en el hombre más feliz del mundo. Un mes más para la hijita, un título más para el volante. Motivos para recordar este 2016. Pedro Aquino se muestra tan sencillo en su primer día como campeón. La figura de Sporting Cristal en los ‘Playoff’ se rinde ante el amor familiar. Deja de lado la fiereza que tiene en el campo, para contar su otro lado.
El día de la estrella 18 no pudo ser más especial, ¿verdad?
Sí. Mi hijita Micaela estuvo en la cancha conmigo todo el día. Es mi motivación, la amo. Me da la confianza para seguir creciendo.
¿Serás un papá celoso cuando crezca?
Voy a comprarme una escopeta ja, ja, ja.
Eres el único varón en la familia, ¿así celaste a tus hermanas?
Sí, ja, ja, ja. Tengo dos hermanas casadas. A los novios los miraba mal, pero era chico. Si hubiera sido el mayor, las complicaba.
¿Tus tatuajes tienen significado especial?
Tengo cuatro. En el brazo derecho las iniciales de mis hermanas y mi familia. También me tatué la frase ‘Dios bendice a mi familia’ en portugués y una frase más de fútbol.
¿Romántico?
No tanto, pero tengo mis detalles ja, ja, ja. La relación con mi esposa es espectacular, ella me motiva antes de los partidos. Me dice: ‘Eres el mejor, un guerrero, tienes que salir muerto del campo’.
¿Cómo la conociste?
En Sporting Cristal. Es jugadora de vóley y también entrenadora de niños y trabajaba allí. Yo de espeso iba a molestarla, pero me tuvo meses antes de aceptarme ja, ja, ja.
Con 21 años jugaste 40 partidos y fuiste el más importante en el mediosector del campeón.
Contento con todo lo que está pasando. Vi a Carlos (Lobatón) levantar Copas de campeón y ahora tenerlo al costado y levantar un trofeo con él, es más que especial.
‘Loba’ tiene 15 años más que tú, es toda una historia por su experiencia...
Nos llevamos muy bien, es una excelente persona y jugador, un ídolo de Cristal. Siempre me está aconsejando. Es bueno tener a alguien empujándote desde atrás.
¿Quién te enseñó a ‘rascar’ rivales?
Mi gran amigo Josepmir Ballón. Tiene ‘barrio’ y sabe dónde meter su ‘chiquita’. Eso sí, no me dejaría la barba como él.
Varios rivales deben haberse quejado...
Asuuu, tuve como quince amarillas. Ante Municipal, Luis García me dijo: ‘Ya suéltame pues, deja de patear’. El árbitro Víctor Hugo Carrillo es un poquito especial, te mete presión.
Este año hasta debutaste en la selección.
Jugué ante Bolivia, Chile y Brasil. En Santiago pensé que iba a entrar y cag... pero creo que hice bien las cosas. El más jodido fue (Arturo) Vidal, no hablaba mucho pero iba fuerte al balón, como para apagarte. Contra Brasil no tuve nada de miedo, ellos podían tener más plata, pero todos somos iguales.
¿Qué hacer para no marearse con la fama, el carro, el departamento...?
Sé que he logrado algo lindo y que la prensa hará un enredo en mi cabeza, pero también sé de dónde vengo y soy una persona humilde. No hay que alocarse, tengo que tomar todo con calma. El campeonato ya pasó y hay más sueños que deben cumplirse.