Es un incomprendido y también un visionario. Silvio Valencia es un periodista deportivo intenso cuando la cámara se enciende, pero un hombre tímido y parco cuando está detrás de ella.
Natural de Pisco (Ica). Egresado del instituto Sistemas Perú, en donde estudió la carrera técnica de periodismo. Ejerció el oficio, pero durante 15 años no ganó un sol, hasta que una frase lo lapidó al estrellato: “Respete a Lapadula”.
Pasó angustias en Europa. Trabajó de guachimán y de limpiador de vidrio. Aprendió alemán, idioma que aún domina. Esa vida proletaria, a la que no se acostumbró, lo obligó a regresar al Perú.
Aquí protagonizó momentos polémicos, como su enfrentamiento con Johan Fano, su detención por no dejarse revisar la mochila en el Estadio Nacional y, finalmente, una acalorada discusión con el seleccionado Christian Cueva, previo al repechaje de Catar 2023.
En redes sociales lo califican como el rey del ‘brutality’, como el ‘sensei’, como ‘el hombre que viene del futuro’, pero para sus detractores no es más que un periodista charlatán, lengualarga, desmedido, sin límites.
Lo que sea, Silvio Valencia, no pasa desapercibido cuando opina. Empecemos:
Maestro, dicen en las redes que usted viene del futuro, porque siempre predice lo que va a pasar….
No creo que tanto. Pero si fuese así, podría predecir que habrá un terremoto o algo. Son consecuencias de lo que me ha pasado. Al final, todo ha ocurrido. No creo que pueda predecir lo que va a pasar.
También le dicen ‘sensei’…
Sí, porque estuve en un plantel de gente joven, de chicos de edad mediana. Desde ahí viene la palabra el ‘sensei’, era el maestro, por eso me apodaban así.
¿Cómo se hizo periodista?
Yo soy de provincia, de Pisco. Ahí me hice periodista. Vine a Lima a estudiar. Estudié en Sistemas Perú. Hice la carrera técnica de tres años. Siempre me gustó narrar los partidos, desde chicos. Viví al lado de un club deportivo.
¿Qué club?
El club San Clemente de Pisco, es un club pequeño, provincial. Estaba cerca de los jugadores y siempre me gustó narrar los partidos.
¿Entonces estudió periodismo?
Sí, en Sistemas Perú, técnico, de tres años. No hice la carrera larga, de cinco años en universidad. Hice la carrera para entrenador y así me fui perfeccionando con cursos. Básicamente fue una carrera técnica.
¿Fue fácil convencer a su familia?
Yo siempre voy a decir, yo 15 años no gané un puto sol, ni un sol. 15 años trabajé a la nada. Mi familia me decía: ‘dedícate a otra cosa, hermano. El periodismo no da plata. El periodismo no sirve’. Yo decía que en algún momento tenía que dar y bueno. Luego vinieron las épocas de las vacas gordas y pude tener un objetivo mejor.
¿Compartía su labor de periodista con otros oficios?
No, nada. Solamente periodista.
¿Cómo sobrevivía?
Con el apoyo de mi familia. Ellos eran los que me apoyaban. Yo soy el último de cuatro hermanos, ellos siempre me apoyaban. Los viajes que hacía, lo hacía por ellos. Siempre me daban la mano mis hermanos, siempre me ayudaron económicamente. Como era el último de la casa, sentí el apoyo de ellos.
¿En qué año se inicia?
En los 90.
¿Cómo era ser periodista deportivo en esos años?
Era complicado. Te daban solamente un minuto para hablar. Ahora los chicos abren sus redes sociales, antes te daban 30 segundos. Era más complicado entrar a una radio. Había monstruos. Yo nazco con Juan Iglesias Menéndez, en Radio Cadena Deportiva, en los 90. Con Luis Miguel López Cano, ellos son mis descubridores.
Mi mundo siempre ha sido la radio. Tuve un paso fugaz también por el periódico, pero mi mundo siempre será la radio.
¿Qué tiene la radio que no tenga la televisión, el periódico?
La radio es una conversación. Es como si estuviéramos conversando de fútbol y de por medio solo hay un micrófono. En la televisión tienes que ir más adornado, en la radio puedes ir más distendido, tranquilo, sin que nadie te observe cómo vas. La radio también fue mi hábitat.
¿Cuántos años de trayectoria?
Voy a llegar a los 30 años.
Y mucha gente se atreve a decir que no es periodista….
Sí, mucha gente se atreve a decir que no soy periodista, pero reitero, estudié tres años.
¿Tiene su cartón?
Sí, tengo mi cartón de Sistemas Perú.
¿Qué le jode a la gente de usted?
Le jode porque soy un hombre polémico y soy frontal. Una parte de la gente que dice que soy de los ‘brutality’, del periodismo con frontalidad, que no se casa con nadie. Entonces eso les molesta a algunos. Pero a todos no le voy a agradar tampoco, eso es normal. No soy una perita en dulce. Tengo parte de gente que me sigue, parte que está en contra.
Sin duda, uno de los momentos cumbres de su carrera es cuando lanzó su famosa frase ‘respeten a Lapadula’…
Sí, eso me encumbró mucho: ‘Respeten a Lapadula’. Recuerdo que fue una discusión con Fano, le dije: ‘¿Dónde has jugado tú’? ¡Respete a Lapadula! Lapadula es mejor que tú. Respeta a Lapadula. Lapadula jugó en Europa, ¿tú donde has jugado?’. Eso molestó a Johan Fano.
A Lapadula no es que lo descubrí, pero Lapadula tomó su mejor posición en aquel momento, no jugar por Perú, sino por Italia.
Mientras todo el país lapidaba a Lapadula por no jugar por Perú, usted fue en contra…
Sí, yo creo que Lapadula buscó la mejor decisión de jugar por Italia. En ese momento estaba bien y quiso jugar por Italia.
¿Poner el pecho a quemarropa fue necesario, no dudó?
No, siempre estuve firme con eso. Me atacaron mucho. Me preguntaron por qué apoyaba mucho a Gianluca, pero siempre noté que es era jugador que iba a dar réditos a Perú.
¿Es cierto que Lapadula lo invitó a su matrimonio?
Sí, es cierto, me invitó, pero no pude ir. La radio no me dio permiso, no pude ir. Su representante fue mi conexión. Tengo mucha comunicación con el papá de Lapadula. Converso mucho con el papá, con Gianfranco. Con Lapadula siempre me ha dicho que habrá un momento especial para conversar, para poder tener esa ocasión de conversar. Cuando he querido entrevistarlo en Italia, se dio el tema del Covid, no se ha podido.
¿Él reconoce el apoyo incondicional suyo?
Totalmente. Totalmente. Él y la familia están bien agradecidos. Saben que fui el único que se la jugó por él, el único que apoyó. Porque todos decían que Lapadula debió fichar por Perú. Él se siente muy agradecido de ese apoyo.
¿Vivió en Europa?
Sí, viví en Alemania. Estuve un tiempo.
¿Qué lo motivó a migrar?
Buscar una nueva oportunidad, cuando te decía que mis hermanos me decían ‘prueba un rato en Europa’. Fui a Alemania, después pasé a España, pero luego regresé lo más pronto posible. Estuve un año o año y medio allá. Y creo que no era lo mío. Lo mío era el periodismo. Siempre fue buscar la noticia, la información, estar metido y viendo qué pasa en los clubes.
¿Habla alemán?
Algo, un poquito, luego se me quedó, un poquito. Eso fue en el 92, que fui a Alemania.
¿Cómo se ganó la vida en Europa?
En España trabajé de guachimán, de cuidador, porque tenía que ganarme la vida el tiempo que estuve, en los seis u ocho meses que estuve. Trabajé de limpiador de vidrios, limpiaba las lunas. Todo eso. O sea, tuve que ganarme la vida así. Eso era muy complicado para mí.
¿Cuánto ganaba?
Ganaba 600 o 500 euros, como no era legal, me pagaban muy poco.
¿No tramitó su residencia?
No, nunca pude, no tuve los años correspondientes.
¿Cuál es su análisis del futbol peruano?
A Reinoso se le ha criticado mucho, pero me parece que tiene las condiciones para seguir al mando. Todavía no podemos calificar si es buena o mala (su gestión). Todavía no arranca las Eliminatorias, recién ahí vamos a ver.
¿Tenemos chance de ir al Mundial?
Sí, tenemos mucha chance. Totalmente. Creo que hay une quipo conocido, Reinoso tiene una base. Perú tiene muchas condiciones para llegar a un Mundial.
Se recuerda mucho la cobertura que hizo en el último repechaje, cuando tuvo un intercambio de palabras con Christian Cueva…
Tuvimos una discusión con Christian Cueva y hasta me costó la pérdida de mi trabajo. Pero ojo, no tengo ningún rencor contra Cueva, siento que es un excelente jugador. Pero reitero que ahora no está bien y no debería ser llamado a la selección.
¿A qué clase de deportista representa Cueva?
Hay jugadores que le gusta mucho el tema de tomar, de querer beber, no se dan cuenta que hay momentos y momentos para tomar. Esperemos que Cueva sea franco y que cambie porque está jugándose cosas importantes. A su edad tiene que recapacitar.
¿Puede salvar su presente y futuro deportivo?
Yo creo que sí, si hace buenos partidos y se mete bien físicamente, yo creo que sí. Cueva es un talentoso, tiene un talento que no lo tiene nadie, un talento innato. Cueva nos ha llevado al mundial y ha tenido muchos partidos importantes en la selección.
Se dice que los futbolistas peruanos tienen mentalidad mediocre, ¿lo ve así?
Yo creo que hay algunos porque no aprovechan ese talento que tienen. Tendrían que recapacitar porque ganan bien, tienen sueldos altos, no es que sienta envidia, pero tienen que aprovechar eso, es una carrera muy corta, tienen que aprovechar eso.
¿Qué deberían aprender los jóvenes deportistas del caso Christian Cueva?
Tienen que aprovechar su talento, ser profesionales 100%, dentro y fuera de la cancha, aprovechar es meterse en el trabajo físico y en el trabajo personal.
Lo veo muy condescendiente con Cueva…
Sí, yo no tengo mucho rencor, pero creo que se le va a dar esa chance de cambiar. Pero por culpa de Cueva perdí mi trabajo.
¿Lo perdonó?
Sí, tenía bronca, más aún porque fue eliminado Perú. Entonces eso me dio bronca, que Perú sea eliminado de Qatar.
Por irse de boca, ¿cuántas cartas notariales le han llegado?
Te digo que como tres o cuatro cartas notariales me han llegado y he tenido que rectificarme.
¿A veces siente que se excede?
Sí, a veces siento que me excedo, eso sí lo reconozco. Ahora estoy un poco más tranquilo, he bajado la dosis. Soy muy apasionado, muy intenso.
¿En casa le dicen que le baje los decibeles?
En casa, mi familia, mi señora Marlene, me dicen que baje a la intensidad, que no cargue mucho esa tinta. Pero es parte de lo mío.
¿Tiene una personalidad que solo se activa frente a cámaras?
En casa soy tranquilo, no mato ni una mosca, pero cuando se activa la radio, comienza la polémica, quiero gritar…
¿Cómo es tras pantalla?
Eso queda ahí. Ahí termina. La polémica termina ahí, no es que se vaya más allá.
¿Se disculpó con Fano?
Sí, volvimos a hablar y nos ofrecimos las disculpas correspondientes.
¿Cómo se lleva con las redes sociales?
Yo creo que con las redes sociales tengo de todo, bueno y malo. Hay gente que me apoya y gente que no. Se me cataloga como el rey de la brutalidad, el hombre de la brutalidad.
¿Cómo nacen sus frases?
Mis frases nacen de la nada. ‘¿Quién eres tú? Respeta a Lapadula. Si mi mamá y mi papá no hubieran hecho eso, yo no estaría aquí. ¿Ay, Julita! No hablen baboserías, no hablen tonterías, yo soy el sensei, el número uno de Sudamérica. No le mienta usted al país’.
¿Se considera el mejor periodista deportista del país?
No, hay muchos mejores. Yo admiro a muchos periodistas de acá. Yo le doy esa sazón. Me vendo así. El uno de Sudamérica.
¿Qué es vender humo?
Vender humo es vender algo irreal. Decir que Farfán va al Milan, eso es vender humo. Eso no se va a dar. Eso está más difícil que a mí me salga un rulo en la cabeza.
¿Usted ha ‘vendido humo’?
Mucho humo vendí, mucho. Y humo fresco vendí. Si dije que Farfán iba al Municipal. Dije. ‘Mientras ustedes dormían, Jefferson Farfán va a ser jugador de Municipal’. Me dieron el dato y patiné.
¿Cómo es usted detrás de cámara?
Soy una persona muy tímida, muy hogareña, muy de casa, muy tranquilo, no soy de fiestas.
¿No toma?
No tomo. Tomo lo debido. No fumo.
¿Es romántico?
No soy romántico, soy muy casero.
¿Cómo es como papá?
Muy frío diría, un papá muy frío. No soy de apapachar mucho, seguramente porque no he recibido ese calor por parte de mi padre.
¿Cocina?
No cocino, limpio poco. No hago nada en la cocina.
¿Su hobby?
Me gusta ver los partidos de fútbol. Salgo a veces a mirar al centro comercial.
¿Si no fuera periodista deportivo a qué se estaría dedicando?
Hubiera sido militar, creo. Mi padre me dijo que tenía la talla y todo. Mi padre quería que sea militar.
¿Usted quería?
No, vi ‘La ciudad y los perros’ y me mariconeé. Y dije no. Si así me van a tratar, no.
Contenido GEC