‘Chorri’ Palacios: el Tri de Cristal, los ‘chorrigolazos’, el ‘Te amo Perú' y más

Mi gente de ‘La fe de Cuto’, luego de la nostálgica entrevista con ‘Pancho’ Pizarro, les traemos uns divertida charla con Roberto Palacios ‘El Chorri’, quien cuenta detalles de sus inicios en el fútbol, su paso por el extranjero, Cristal y la selección peruana.

Mira también:

Jhoel Herrera: Fue estibador, limpiaba nichos, Cristal, la U y Alianza, su paso por Polonia y más

Jhoel Herrera: La humillación de Diego Haro, su hermana Fabiola, la pelea con Loco Abreu y más

En esta charla, el ‘Chorri’ Palacios nos cuenta cómo fue que dejó su afinidad por Alianza Lima para convertirse en una leyenda de Sporting Cristal, equipo con el que logró el tricampeonato en 94, 95 y 96.

Además, recuerda sus anécdotas con Julinho y sus mejores momentos en la selección peruana, como cuando lució el polo de ‘Te amo Perú' que se convirtió en un emblema. No se olviden, mi gente, la fe es lo más lindo de la vida.

¿Dónde naciste?

Yo nací en Surquillo, en la avenida San Diego, no nací en hospital ni clínica, nací en una casa. Mis hermanas, las seis mujeres, nacieron en el Callao. Yo nací en la casa de mi abuela, en Surquillo. Muere mi hermano a los 11 años y tuvimos que salir de ahí por los recuerdos y todo eso. Nos vinimos para Chorrillos, mi abuelo tenía una casita allí, era albañil y tenía un terrenito. Era tierra, chacra, pero mi mamá con seis hijos, ya éramos muchos. En una cama dormíamos seis. Mi papá tenía un escarabajo, hacía taxi, no sé cómo entrábamos los ocho ahí.

¿Qué anécdota del barrio de Chorrillos?

A los dos años llego a Chorrillos. Mi abuelo solo había techado la sala, el comedor y un pedacito de un cuarto, todo lo demás era calamina, la parte de atrás era tierra, ahí criamos animalitos, conejos, patos, gallinas. Recién mi viejita me dejó salir a la puerta de mi casa a los 5 añitos. Ya le había roto unas cositas adentro, así que empecé a dominar la pelotita afuera. A los seis años pude jugar un torneo de fulbito en la parte de arriba de mi colegio. Fue un torneo relámpago. Ya todos los fines de semana me invitaban a jugar.

¿De ahí viene tu chapa de ‘Chorrillano’?

Mi chapa viene cuando me fui a jugar a Surquillo. A los 9 años, me voy a jugar un campeonato en la pista, del equipo de mi tío, y me ven a jugar del Sporting Colina y le dicen a mi mamá si quería que me vaya a jugar en un campeonato en Surquillo, al lado del cementerio. Ahí me encontré al Loco Del Mar, al periodista Negrini, que jugaba pero cuando yo llegué lo sentaron, de verdad. Negrini también tiene su hermano, pero se fue a jugar a Estados Unidos. Como yo venía de Chorrillos hasta Surquillo, había un solo carro, me dejaba en Tomás Marsano y luego tenía que correr hasta el estadio y Negrini ya estaba cambiado, alineado, y lo sacaban, qué pena con mi causa, siempre se acuerda, ya olvídalo. El entrenador tenía un vozarrón, Víctor Zegarra. Ahí fue cuando los chicos me decían ‘Chorrillano’ y ahí quedó mi apelativo. Y la gente de Cristal, cuando hicimos un campeonato, un cuadrangular, cuando yo tenía 13 años, la gente de Cristal también se quedó con ‘Chorrillano’. Entonces cuando me invitan a Cristal, todos sabían quién era.

Tu primer equipo fue el Sporting Colina de la liga de Surquillo

Sí, ahí empecé a jugar fútbol, ellos me vieron jugar para el equipo de mi tío, el Santa Rosa, de ahí me jalaron. Ahí empecé a jugar con mi hermano Cachima, con él nos íbamos de chiquitos hasta Surquillo. Luego entrené tres meses para Alianza, que me probaron, me aceptaron... no me pidieron ni mis papeles, solo iba, entrenaba, el Cholo Castillo me dijo vente. Pero eran los sábados y esperar para mí fue complicado. En Cristal, cuando me invitan a jugar, entrenaban martes y jueves y los sábados jugábamos. Me trataron súper bien, el profesor Gallardo y el profesor Mellán me recibieron de la mejor forma y me volví hincha del Cristal. Los mejores momentos de mi vida, enfrentar a Alianza, a la U, a Zúñiga, AELU, Cantolao, imagínate esos equipos, partidazos, yo defendía la celeste y no había forma de no agarrarle cariño.

¿De qué equipo eras hincha antes de?

Decía que era de Alianza porque toda mi familia era de Alianza Lima. Mi papá nunca me pudo llevar al estadio porque trabajaba de lunes a sábado, tampoco tuve nunca una camiseta de Alianza Lima.

SU LLEGADA A CRISTAL

Cuando llegas a Cristal, ¿cómo fue, cómo se dio?

Cuando llego a Cristal de chiquito quería encontrarme con los trabajos que a mí me ayudaran a crecer, a mejorar, aprender más. Llego un martes, emocionado, y fue primero trabajos físicos, técnicos y eso a mí me marcó. Le dije a mi mamá ‘me quedo’, no tuve que pensarlo dos mil veces. Me trataron súper bien, me daban mi desayuno, mi lonche, me daban mis vitaminas.

Cuando llegué profesionalmente, hicimos un partido de los Juveniles con el primer equipo y el profesor Gallardo ya había hablado con el Ciego para que ve vea. El viernes hicieron un partido de práctica y me invitaron, invitaron también a Enrique Pajuelo. El miércoles había ido a pedir mi carta para irme a jugar al Banco de Crédito, me dijeron que no, que estaba en los planes de Oblitas, yo dije ‘qué plan, si estoy dos meses sin entrenar’. Yo justo iba ser papá, yo ganaba 45 dólares al mes, dos veces por semana yo estaba de profesor en las escuelas también por el profesor Gallardo, por eso me pagaban 45 dólares mensuales, con eso ayudaba a mi mamá y me pagaba mis pasajes, pero ya iba ser papá, tenía 18 años, tenía que ver la forma, y fui a pedir mi carta para jugar por el Banco de Crédito. Yo quería trabajar en lo que sea. Me dijeron que no me podían dar mi carta porque estaba en los planes del Ciego, yo bajé todo triste y justo se me cruzó el profesor Gallardo y me dice lo de ese partido del viernes, para que refuerce, le dije que sí. Feliz me fui a mi casa, le dije a mi mamá, ella me acompañó porque quería ver el partido. Empatamos 2-2, hice un golazo, un pase gol, todo el mundo me conocía, Leo, Percy... un equipazo, Franco Navarro, la Pepa, Uribe, Antón, pero yo tenía mi sueño, no había forma. Me fue bien y cuando estoy yéndome, Oblitas se cruza y me dice ‘Chorrillano, qué estás haciendo... mañana entrena con nosotros’. Pasu madre, siempre que recuerdo ese momento... cuando uno menos lo piensa pasa y tiene que estar preparado uno. Pese a que dejé de jugar, corría hasta la Rosa Náutica desde Chorrillos. Yo estaba bien físicamente. El profe Gallardo me felicitó, me puso de ejemplo de perseverancia para todos, es que yo insistí gracias a mis padres que me motivaron, eso es muy importante para lograr los objetivos que uno se traza.

¿Te acuerdas de tu debut en la profesional?

Fue un 20 de octubre contra Municipal. Tenía dos meses nomás. Los sábados, jugábamos domingo, los sábados los que no estábamos en lista jugábamos aparte, pero ese día Solé no me llama. Me mandó a hablar con Oblitas, pensé que me iba ir, no sabía qué había hecho, solo era cargoso. Juan Carlos estaba sentado en la grutita con su tablita y me invitó a sentarme su costado y me dice, ‘mañana vas a jugar’. Yo parecía carne barata, puro nervio. Luego me dijo ‘Chorri, vas a jugar por delante, por derecha o por izquierda, como te acomodes. Yo no te voy a decir nada, no tienes responsabilidad de nada, solo que quiero que salgas y te diviertas, si pasa algo, el responsable soy yo. Más tarde nos vemos en el hotel’. Todos me empezaron a molestar, me decían ‘ahora no hablas nada’. Yo quería llegar a mi casa y decirle a mi mamá. Me mandaron donde Maquera para pedir mis cosas para la concentración, yo no creía, le dije ‘profe, ¿está seguro?’. Solé le insistió que me ponga, sino Juan Carlos no me hubiera puesto porque era flaquito, me podían partir, pero insistió y me puso. Voy para sacar mis cosas, llego a mi casa, saco el buzo y era XL, pero mi madre, como sabía de costura y tenía sus máquinas porque hacía chompas, lo achicó, algo hizo y ya pues, pero con la camiseta sí no pudo hacer nada.

¿Cómo fue esa primera concentración?

Primero para llegar al hotel en Miraflores, mi papá me acompañó en micro al hotel La Hacienda. No sabía dónde ir, estaba esperando que llegue alguien del equipo y justo entra Rodas, el quinesiólogo. Me tocó con Julio César Antón. Subí al ascensor, y para entrar no era una llave normal, era una tarjeta, estuve como 10 minutos hasta que pasó uno de los que limpiaba y me enseñó a abrir. Entré y era un lindo cuarto. Esperé a Antón para ver dónde iba dormir, no como me pasó con el Loco Vargas con la selección, que se echó en mi cama, lo hice salir, también le pedía que se lave los pies, tenía pezuñas, era su cábala decía.

EL TRI DEL 94, 95 Y 96

Tú fuiste parte de la máquina celeste que logró el tri, 94, 95 y 96

Nosotros en el 92 creo que salimos subcampeón, ya habíamos empezado a agarrar lo que Juan Carlos quería, hicimos buen equipo. Yo tenía 21 años. Se hizo un buen grupo, la cabeza es el técnico, pero también elige al capitán, que es su manija dentro de la cancha, entró Garay, luego Leo, pero Pedro Garay fue el caudillo. Flavio, Pablo, el que te habla, Soto, Ñol, Pinillo, Prado, Julinho, Coyote.

¿En esa como llegaste a los partidos del tricampeonato?

Yo tuve un buen año y pensaba que el año siguiente tenía que ser mejor, no me conformaba. Yo tenía en mi familia eso que por más que yo jugaba y ganaba y daba plata, yo tenía que hacer mis cosas, lavaba mi ropa, los platos, mis hermanas eran jodidas. Mi familia me hacía pisar tierra y eso me ayudaba a querer ser más, tenía mis objetivos claros, eso le decía a mi hijo.

¿En tu primera concentración hubo un incendio?

Creo que fue la segunda concentración. El tío Antón prendía su velita en el cenicero y ponía a sus santitos. La ponía en la alfombra, pero se parte el cenicero y se prendió la alformbra. Dijimos que había sido un accidente, para que no nos cobren la alfombra. El tío Antón sintió el calor y se despertó gritando ‘¡Chorri!’, mojamos las toallas para apagar, si se prendía su frazada no la contaba el tío, qué iba hacer yo de verlo prendido. Gracias a Dios no pasó a más, pudimos apagar ese incendio. En la alfombra quedó un hueco y la pared toda negra.

¿Cómo nacieron los ‘chorrigolazos’?

Desde muy chico empecé a jugar los campeonatos de relámpagos, me gustó mucho hacer goles fuera del área, era una virtud que tuve. La fuerza la saqué de mi alimentación, mi mamá me hacía mi sopa de frejones, mi menestrón, mi aguadito, su camote a la leña. También fue importante que empecé a dominar un balón de básquet, que era más pesado. Y practicaba... a mí me gusta observar los movimientos de los delanteros, ver su forma de jugar, sus virtudes.

Si te digo Coyote, Julinho... ¿cómo esos camerinos?

Qué no hemos hecho. Yo me concentraba con Coyote, Julinho con Bica, Julinho era un mate de risa. Voy a contar una... cuando entrábamos a la ducha este era tan bromista que tiraba el jabón a propósito y comenzaba a gatear por toda la ducha. Las otras no las puedo contar porque son muy fuertes las de Julinho. Otra más, le metieron un codazo a Julinho y le rompieron un diente en un partido, el doctor le mandó a hacer su radiografía, pensábamos que era un pie, pero eran los dientes de Julinho. Ahora Julinho está hecho de nuevo.

Luego te vas al fútbol mexicano

La primera vez que salgo de Perú fue a Puebla, no me fue tan bien. Es que tienes que prepararte mentalmente, no son tus costumbres, la comida, la familia y tienes que tener muy claro tu objetivo, que es salir a triunfar y empezar de cero, porque nadie te conoce. Fue complicado irme solo, dejar a mi familia, extrañaba, además adaptarme al ritmo de compentencia, mis compañeros no me ayudaron mucho, allá son celosos, nacionalistas. Me dijeron gracias pero Cruzeiro sale campeón y me contratan para jugar a Brasil, me fui cuatro meses, sabroso, me recibieron súper bien, ya me conocían, me trataron de la mejor manera, no se me hizo difícil adaptarme rápido. El primer partido fue súper, el campo era pesadísimo y la prensa habló súper bien y eso a mí me ayudó, dije ‘si juego acá, juego en cualquier parte del mundo’. Jugué la continental

¿Cómo fue ese momento?

Muchos quisiera llegar, es una fiesta, fue en Japón. Es impresionante cómo llegan las marcas deportivas para que luzcas sus prendas, tenía Puma, Nike, Adidas, todos querían pagarte para ese partido nada más. Lo que se vive, la prensa, teníamos todos los días prensa. Entrenábamos en un colegio, era impresionante. El día del partido, el estadio llenecito, hermoso, de verdad que una experiencia muy bonita.

En México también jugaste en Atlas

De Cruzeiro llego a Tecos, me compran y yo dije, tengo una revancha allá, por eso me fui. Cruzeiro quería que me quedara, me hubiera quedado, pero yo tenía una revancha en México. Llegué a Tecos, la rompí, luego fui a Morelia, luego a Atlas y luego de regreso a Morelia, en Morelia fui subcampeón.

¿Qué recuerdas de Morelia?

Un equipazo, tenía una delantera muy buena. Yo me acuerdo que al principio Dario Franco, los argentinos, era reservados, no los podías molestar ni bromear, pero llegó Navia, antes que yo. Romano me pide y me voy a Morelia ese mismo año, ese mismo torneo, y ya con Navia hicimos dupla e hicimos gran amistad con los argentinos, yo los molestaba, hicimos un buen equipo, nos íbamos en el bus cantando, bailando, hicimos una gran familia y llegamos a la final. En la final perdimos de tontos contra Monterey nos faltó tranquilidad, teníamos mucha ansiedad. Empatamos, quedamos subcampeones, lindo momento, lindo grupo.

Luego te vas a Colombia, a Deportivo Cali, en 2004

Sí me voy a Colombia porque en México tuve la oportunidad de irme al Panathinaikos de Grecia, a la Coruña, cuando estaba Percy ahí, como me habían visto jugar, pero no me dejaron los mexicanos. La Coruña también, Loco Abreu llega de La Coruña, tuvo un buen año, a mí me querían, iban hacer un trueque pero los mexicanos pidieron un poco más de dinero y los españoles no quisieron. Yo como estaba muy resentido por eso, no quise firmar por Tecos ese año... ya no me llamaron, no me iba quedar sin jugar y se presentó lo del Deportivo Cali, para liberarme de eso tenía que jugar fuera de México y me voy a jugar al Deportivo Cali, porque si me iba a un equipo de México entre ellos iban a hacer las negocioaciones, ellos se protegían así. Me fui a Deportivo Cali, seis meses hermosos. Un equipo complicadísimo, si no rindes, los socios te bajan el dedo. Yo el primer día me los metí al bolsillo.

Sabían cómo era, yo corría, luchaba, goles, de verdad que cada vez que me tocaba, los hinchas me aplaudían. Tenía un año, jugué seis meses pero tenía una cláusula de salida y ahí fue cuando me voy a Liga, por Juan Carlos Oblitas que me insistió. Tenía para irme a Cruz Azul porque Romano justo se fue a Cruz Azul y me dijo ‘te vas conmigo’, pero se demoraba en el contrato, dejé un buen contrato en Cruz Azul, me fui por el Ciego y decidí irme a Liga. A mí me costó, tuve ese problema de la frontera, me gritaban ‘gallina’, me amenazaban, yo no hacía caso pero pensaba ‘con mi fútbol me los voy a ir ganando’. Y así fue, la prensa comenzó a hablar bien, cambió totalmente la forma de pensar del peruano.

Tuviste también un paso por Arabia Saudita, Al Nassr

Ahí está jugando ahora Cristiano Ronaldo. Buen equipo, uno de los más grandes... Ese y el equipo donde jugó Carrillo es el clásico pues. Yo llegué ahí de Ecuador, el técnico era brasileño, me conocía. Lamentablemente me sancionaron a nivel internacional en Ecuador, estuve tres meses y me llega la sanción que no podía jugar más porque estaba suspendido

Qué anécdotas tienes de allá

En Arabia, ellos trabajan de 10 a 12 del día, se van a rezar, 12:30 empieza el rezo, otra vez rezan a las 5 de la tarde y recién después, desde las 6:30 o 7 ya empiezan sus labores nuevamente hasta las 12 de la noche. El calor que hace es imposible. Nosotros entrenábamos en la noche. Después su vacilón de ellos es irse al desierto a tomar su café árabe, en la noche, porque en el día casi no ves a ninguna persona. A veces quería comprarme un DVD para ver una película porque todo era en árabe o inglés y yo estaba perdido, los canales de adultos estaban bloqueados, no te venden licor, puedes pedir cerveza o champagne sin licor en los centros comerciales, nunca te emborrachabas. Esa cervecita era sabrosa. Estaba en un hotel allá, pero ya estaba aburrido así que me fui a vivir con el doctor del equipo, que era argentino, vivía solo porque su familia estaba en Argentina, nos hacíamos compañía... él se hacía sus spagettis, yo mi lomo saltado, arroz chaufa, cocinábamos y no faltaba su cerveza, pero no te mareaba, bacán.

Para la temporada 2007 regresas al Rímac, a tu casa

Después de Arabia, regreso a Cristal. Me faltaban dos meses de sación y ya pude jugar. Firmé por Cristal, ya no quería estar afuera lejos de mis hijos, aunque me hubiera encantado seguir afuera porque todavía podía.

Con Cristal tienes dos títulos más

Un título más. Es más, ese año que yo me retiro, yo quería continuar jugando pero lamentablemente no se dio, tuve que hacer la despedida, y ese 2012 campeona nuevamente Cristal, recién ese año invierten nuevamente traen más gente e hicieron un buen equipo.

SU PASO POR LA SELECCIÓN PERUANA

En la selección has tenido momentos inolvidables

Los mejores diría yo porque a veces muchos hoy en día quieren estar en la selección y mantenerte, pero te mantienes a base de tu esfuerzo y desempeño en tu equipo, para que te puedan llamar. Donde yo he estado, siempre he tratado de ser el mejor, figura, porque cuando sales al extranjero tienes que marcar la diferencia, no solo irte por la plata que te ofrecen los empresarios, tienes que estar bien maduro aquí, seguro y no regresar más, eso es importante. Mejor aguantar un año más para ya estar preparado e ir afuera y no regresar más hasta que te retires porque es lo más lindo jugar afuera, el trato, lo que ganas, lo que le das a tu familia.

¿Cómo nace esa frase ‘Te amo Perú’?

Yo el tiempo que jugué afuera aprendí a ser nacionalista porque a mis compañeros mismos cuando su selección perdía, yo los molestaba y ellos se defendían ‘ya vamos a llegar’, pero te das cuenta que acá cuando perdíamos la prensa nos mataba, nos insultaban, yo quería cambiar algo porque lo que yo viví en el 98 fue tan hermoso que pudimos nuevamente enamorar a la gente, nos quedamos por goles en ese mundial. Entonces en la siguiente eliminatoria dije ‘algo diferente tengo que hacer’, que ese amor del hincha vuelva a la selección peruana y para mi suerte viene un compañero a decirme que una marca estaba dando un billetito para ponerme su nombre abajo del polo. Ahí pensé que sea algo distinto, mandé al utilero a estamparme los polos y justo de las cuatro frases el ‘te amo Perú’ llega en rojo, rojo con letras blancas y dije, ‘esta me voy a poner’. Me la puse a escondidas en la ducha porque sino me decían patero. El segundo tiempo que te dan el cambio de camiseta hice lo mismo y rogaba para que me salga un gol. Y justo Ñol hace el gol de penal... no había forma, los uruguayos eran duros y no sé cómo retrocedo, Ñol me da el pase y yo voy hacia la pelota, saco a Santa Cruz y me queda un poquito larga pero yo solo veía el arco. Sale Gamarra, no salió a maldad, va así nomás y yo entre sus piernas lanzo la pelota, le pegué fuerte con el empeine y se clava, Chilavert solo la vio pasar. Golazo, y ahí muestro la camiseta de ‘Te amo Perú’.

¿Qué partido recuerdas con cariño de la selección?

Justo estábamos hablando del mundial para el 98. Estábamos jugando contra Uruguay, perdiendo 1-0 con gol de Recoba, habíamos pasado tantas cosas difíciles y ese partido me acuerdo que Juan Carlos entra al entretiempo y nos dice ‘muchachos, qué quieren, continuar con la publicidad de ir al mundial o no, no les voy a decir nada, salgan al campo y demuéstrense a ustedes mismos qué es lo que quieren’, para mí fue un baldazo de agua fría, salimos todos y viste que quien empezó la jugada fui yo, hicimos un gran segundo tiempo y el contagio que es importante. Por eso me quedo con ese encuentro contra Uruguay.

En el 2011 te retiras del fútbol

Fue el año más difícil para mí. Tomar esa decisión no es fácil, dejar de hacer lo que más te encanta, disfrutar del estadio lleno, de la gente, de la adrenalina, hasta el día de hoy extraño, envidio a mi hijo. Yo creo que eso le está pasando a Paolo ahora, tomar la decisión de dejar el fútbol y se lo comenté una vez, no es fácil, yo quisiera seguir jugando, quería seguir jugando, estaba entero, pero mejor salir por la puerta grande que por la puerta chica. Paolo ya tiene que tomar la decisión, por más que el calidoso, porque calidad tiene... pero la reacción, la velocidad...

TE PUEDE INTERESAR

• Omar ‘Caramelo’ Zegarra: Los entrenamientos de Sampaoli, Mifflin, Kukín Flores y más
• Chemo: La pelea con Jorge Amado Nunes, Sampaoli, su divorcio de Dorita y más
• Jean Ferrari: por qué no firmó por Alianza Lima, su amor por el Boys, su gestión en la U y más