El experimentado técnico peruano Roberto Mosquera fue anunciado oficialmente como nuevo entrenador de Alianza Universidad de Huánuco, tras la salida de Mifflin Bermúdez. La escuadra azulgrana, colero absoluto de la tabla acumulada con apenas 11 puntos en 20 fechas disputadas, confía en que la llegada del estratega evite verse compormetido con el descenso.
“Anunciamos la contratación de Roberto Mosquera como nuestro nuevo Director Técnico. ¡Bienvenido, profesor!”, publicó el club huanuqueño a través de sus redes sociales, generando expectativa en su hinchada y en el entorno de la Liga 1. El técnico iniciará de inmediato los trabajos con el equipo, con la urgencia de levantar el nivel futbolístico y anímico de un plantel que atraviesa horas bajas.
El pasado sábado, Alianza UDH cayó en casa por 2-1 ante Ayacucho FC, resultado que selló el destino de Mifflin Bermúdez, quien no logró revertir la mala racha que arrastra el equipo desde inicios de temporada. Vale recordar que este es el segundo cambio de técnico en el conjunto huanuqueño, pues Paul Cominges salió del equipos por malos resultados después del ascenso en la Liga 2.
Mosquera, de 68 años, no dirigía desde marzo del año pasado, cuando dejó Deportivo César Vallejo y su nombre también sonó recientemente en el fútbol boliviano, ya que Oriente Petrolero habría mostrado interés en contar con sus servicios, aunque las negociaciones no llegaron a buen puerto.
El reto que asume no es menor: tomar a un equipo hundido en el fondo de la tabla, sin haber armado el plantel e intentar una remontada histórica basada en expeincias similares con equipos como Sporting Cristal, Binacional y Sport Huancayo. El DT tamben tuvo un paso por Alianza Lima, Jorge Wilstermann y Royal Pari en Bolivia
En lo inmediato, el nuevo DT deberá enfocarse en recuperar el ánimo del grupo y ajustar los engranajes tácticos para afrontar lo que resta del Torneo Clausura. Alianza Universidad todavía tiene partidos directos ante rivales de la parte baja, lo que representa una luz de esperanza para evitar el descenso. Con Mosquera en el banquillo, el sueño de la salvación parece difícil, pero no imposible
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