
Un líder debe tener la capacidad de no negar sus emociones, y Roberto Mosquera ha dado una muestra de inteligencia emocional al reconocer, en La fe de Cuto, que su salida de Sporting Cristal fue uno de los momentos más decepcionantes de su carrera.
Mosquera había logrado el campeonato del 2012 con un juego atildado, con Carlos Lobatón como estandarte de la calidad y Jorge ‘Piki’ Cazulo como sinónimo de entrega y carácter.
Lo que vino después fue frustrante para el técnico, pues con el éxito en el bolsillo, los dirigentes celestes intentaron pasar por encima de sus decisiones. Una vez más, el carácter y la dignidad de un profesional quedaron expuestos. Además, sufrió la infamia de ser acusado de no respetar el ‘estilo’ de Sporting Cristal.

“En el 2013 llegué a Aurich. Me habían botado de Cristal porque decían que no se jugaba con el ‘estilo’. El estilo lo he creado yo. Querían sacarme porque no permití decisiones que le correspondían al entrenador”, confesó el estratega.
“Se tomanban decisiones desde fuera”
El DT no ocultó sus sentimientos en ese adverso momento. “Me dolió mucho, primero por la forma, y porque entendí por qué habían pasado siete años sin campeonar. Se tomaban decisiones deportivas desde fuera. Ahora llego yo y les digo: ‘Así son las cosas’. Se quisieron meter otra vez y me dijeron: ‘Hasta verte, vida mía’”, señaló, con un toque de humor.
Pero la vida es como la pelotita, y no siempre el ‘pitón’ queda mirando al cielo. “El tiempo pasó y me encontré nuevamente con ellos. Francisco Lombardi fue estoico. Me dijo: ‘¿Cómo te pido disculpas?’. Le respondí: ‘Lo acabas de hacer’. Nos dimos la mano y seguimos nuestras vidas. Me gustó lo de Pancho, creo que es buen tipo, pero se equivocaron“, finalizó.




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