Los sacaron del cargo y les ofrecieron un nuevo trabajo. La última historia escrita por y con es singular, única. Fueron destituidos del primer equipo por los malos resultados, pero invitados a quedarse en el club en una función distinta. La condición de su permanencia es que aceptaran el recorte en sus mensualidades. 

Roberto Chale, que percibía 18 mil dólares de salario, aceptó percibir 5 mil cada fin de mes. El caso del ‘Puma’ Carranza, asistente técnico, es similar. Su remuneración de 14 mil se redujo también a 5 mil. La administración se puso de acuerdo con las liquidaciones de los ayudantes de campo Mauro Cantoro, Paolo Maldonado y del preparador físico uruguayo Ramón Vásquez.

Pero si la austeridad es para unos, también es para los otros en Universitario. Hay un tope económico para la contratación del nuevo entrenador y su staff de trabajo: la cifra no superará los 50 mil dólares.

Por ahora, revisan y analizan currículums porque no hay margen de error en la elección del técnico de Universitario. Los nombres con resaltador son: Leonardo Astrada, Gustavo Matosas o Claudio Borghi. El gerente, César Vento, viajará en las próximas horas a Argentina y Uruguay para definir el tema lo más pronto posible.

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