No van al arreglo. Los dueños de la Universidad César Vallejo, han planteado dos panoramas a Paolo Guerrero, goleador de la selección peruana, quien ha confesado tener complicaciones para llegar a Trujillo y cumplir su compromiso con el cuadro ‘Poeta’. La primera es que solucione sus problemas familiares y después juegue la Liga 1. La segunda es someterse a la justicia peruana o el tribunal del TAS.
El pasado domingo el jugador comentó al periodista de ESPN Franco Lostanau, sobre las complicaciones extrafutbolísticas que no lo dejarían jugar por el cuadro norteño, pese a haber firmado un contrato el 29 de enero del 2024. A las pocas horas, desde Trujillo, se filtró el documento donde se observa la firma del ‘Depredador’ al lado de Luis Gálvez Pérez, Gerente Deportivo del cuadro ‘Poeta’.
Desde ‘La Capital de la Primavera’, Trome pudo conocer que la directiva presidida por Richard Acuña tuvo una reunión de emergencia el sábado por la noche y pidieron la asesoría de un importante estudio de abogados de Lima para que, en caso el jugador decida romper el contrato, se ejecute la cláusula referida a esta situación, además de una indemnización respecto al perjuicio comercial que acarrea la no llegada de Paolo Guerrero y estaría valorizada en 1 millón 200 mil dólares. De no aceptar, denuncirían el caso ante la FIFA.
“Las partes declaran que en la celebración del presente contrato no ha mediado dolo, error o violencia que lo invalie o deje sin efecto, en virtud de los cual sucriben en dos ejemplares de un mismo tenor y para un solo efecto en la ciudad de Trujillo, el 29 de enero del 2024″, versa la última parte del contrato firmado que haría ganar a Paolo Guerrero más de un millón de dólares por temporada.
El círculo más cercano al jugador ha dejado entrever que el jugador teme por la seguridad de su esposa (Ana Paula Consorte) y sus dos menores hijos, además de la de sus padres (don José Guerrero y Doña Peta) quienes podrían ser objetivo de la inseguridad ciudadana y las bandas criminales que dominan las calles en
Contenido GEC