La noticia remeció al fútbol peruano, promediando las seis de la tarde del domingo se conoció que el ‘Pana’ Luis Tejada había fallecido en su Panamá natal producto de un infarto. El ‘Matador’, como lo conocían en su país al atacante, estuvo siete años en el Perú y a base de goles se ganó el cariño de todos, inclusive el de sus rivales. Su mejor campaña, sin duda, la hizo en el Juan Aurich con el que salió campeón y se cansó de anotar. Fue precisamente en el ‘Ciclón’ en el que coincidió con Ricardo Ciciliano con el que tuvo un roce por ver quién pateaba los penales. Hoy ambos están a lado del Señor y seguramente ya no discuten por ejecutar los tiros desde los doce pasos.
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En el 2011, Juan Aurich decidió armar un equipo con gente experimentada que pudiera pelear el campeonato. El año anterior los norteños habían terminado sextos y si bien clasificaron a la Copa Sudamericana, Edwin Oviedo entendió que era el momento de ‘romper el chanchito’ e invertir más. Así fue como llegaron Luis Tejada y Ricardo Ciciliano que hace unos años nos tomó la delantera. Uno tenía que meter los goles y el otro generar fútbol.
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Desde el primer día hubo química entre el mandamás del club y sus nuevas estrellas. Cuando El ‘Pana’ se enteró que si algo tenía Oviedo, era dinero, rápidamente se le empezó a ‘pegar’ al presidente para buscar una mejora en su contrato. Un día, el delantero se enteró que el ‘jefe’ jugaba fulbito todos los miércoles con sus amigos y decidió ir a alentarlo a pesar que el presidente le pegaba con los tobillos . “Buena mi presi, usted es un crack”, “mi ‘Abramovich’ la conoce”, gritaba el panameño para ganar puntos con el ‘bravo’ del club.
Panameño y colombiano fueron figuras en el Aurich campeón del 2011 (Foto: GEC)
La ‘patería’ surtió efecto y el presidente en reconocimiento le ofreció pagar un premio extra al ‘Pana’ por cada gol que anotara. Desde ese día, en varios partidos el atacante pecó de egoísta y quiso definir todas las jugadas a pesar de tener compañeros mejor ubicados. Alguno le reclamó, pero como sabían que era el engreído de Edwin Oviedo prefirieron pasarlo por alto. Cuando había un penal todos sabían que la pelota era suya. Incluso si el ‘Pana’ estaba por salir y veía que se iba a ejecutar un tiro desde los doce pasos, a pesar de que el equipo ganaba claramente, pedía aguantar el cambio para patear él y meterse otro ‘bolo’ al bolsillo.
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Pero un día se le acabó el reinado al ‘Pana’. El equipo jugaba ante Total Chalaco y el ‘pato’ Luis Seminario cobró penal contra el ‘burrito’ Pedro Ascoy. Ciciliano cogió la pelota para ejecutar el disparo y de repente llegó Tejada, le quitó el balón y lo puso en el punto de penal. Los jugadores del ‘ciclón’ se quedaron sorprendidos por lo que ocurría en la cancha, pero se sorprendieron más cuando escucharon lo que le dijo el colombiano a su delantero.” Conmigo no te equivoques, no sabes quién soy yo, voy a patear y, si no estás de acuerdo, lo arreglamos como quieras y cuando quieras”. El ‘Pana’ no supo que decir, sabía que el volante también era un ‘peso pesado’ y la cosa podía acabar mal, así que se hizo el loco y dejó que el ‘pelado’ dispare.
El ´Ciclón’ ganó el partido 2-1 y Tejada anotó el segundo tanto. En la primera práctica de la semana post partido un utilero se le acercó al goleador y le hizo un comentario que le aclaró el panorama al nueve. " Tú no eres el único engreído de ‘Abramovich’, el pelado (como llamaban a Ciciliano) también lo tiene en el bolsillo y cobra su premio extra por gol, así que tendrás que aceptar que sea él quien patee los penales”. Más claro imposible. El ‘Pana’ no fue gil, dejó que el colombiano se encargue de los tiros desde los doce pasos, y él solo los pateó cuando el diez le dio permiso. Finalmente ambos se entendieron, sabían que lo importante era el colectivo y no les fue nada mal. Tejada fue el goleador del equipo con 17 tantos y el ‘pelado’ hizo 15, cuatro de penal, y el equipo terminó campeón ganándole la final a Alianza.
