LA FE DE CUTO | Leandro Fleitas cuenta el día que se rompió la rodilla y no se dio cuenta
LA FE DE CUTO | Leandro Fleitas cuenta el día que se rompió la rodilla y no se dio cuenta

La ‘Máquina’ también se puede malograrse y temrinar en el taller. , exjugador de Alianza Lima y Juan Aurich, reveló que cumplir uno de sus grandes sueños en el fútbol le terminó saliendo muy caro. El defensor argentino, que siempre se mostró aguerrido dentro del campo, vivió en carne propia una pesadilla tras fichar por Douglas Haig de la segunda división de Argentina.

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Fleitas había quedado libre de Juan Aurich y decidió aceptar una propuesta del club de Pergamino, entusiasmado por ser dirigido por el legendario Reinaldo ‘Mostaza’ Merlo. “Siempre quise que me dirigiera un técnico experimentado, de la vieja guardia. Y allí llegó ‘Mostaza’, un tipo que te puede hablar 50 horas y te hace reír. Agarré mis 15 maletas y me fui”, contó el zaguero para

Pero lo que parecía un sueño, se convirtió rápidamente en una pesadilla. “En el primer partido, me rompo la rodilla a los 15 minutos. Terminé el partido sin saber que estaba roto”, confesó. Durante el descanso, el médico del equipo quiso reemplazarlo. “En el medio tiempo le digo al doctor que me revise y me dice: ‘No juegas más, pido tu cambio’. Entra ‘Mostaza’ después que el médico pide el cambio y me pregunta: ‘¿Qué pasó, podés jugar?’. ‘Sí’, le dije. Salí al segundo tiempo”, añadió.

Lo peor vino al final. “En la última jugada del partido me tiré de tijera a cortar a un delantero. Caímos los dos y me la dejó también. Ahí quedé… no me levanté”, recordó.

Fleitas hace reir a Cuto Guadalupe (Foto: GEC)
Fleitas hace reir a Cuto Guadalupe (Foto: GEC)

Después de romperme me fui a bailar sin saberlo

El defensor, sin saber la magnitud de su lesión, se fue a celebrar. “Después de las duchas me cambié y me fui a bailar con unos amigos que habían llegado de mi pueblo. Bailamos hasta abajo”, dijo entre risas.

La mañana siguiente se hizo la resonancia magnética y recibió el peor diagnóstico. “Esa noche no tomé porque tenía que hacerme la prueba al día siguiente. Voy y me dicen: ‘Tienes que operarte’. Estuve cinco meses fuera. Estaba todo roto, pero no sentía la gravedad por los músculos alrededor de mi rodilla que me sirvieron de sostén”, cerró.

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