Si pensar en ‘repatriarlo’ era una locura, el precio por el que firmó fue mucho más. Cuando Juan Manuel Vargas aterrizó en Lima para recibir las fiestas de fin de año con sus familiares, estaba convencido de que pasaría poco tiempo en el Perú y que su representante haría los contactos necesarios para conseguirle trabajo en Europa.
El tiempo pasó, los ‘extranjeros’ que volvieron por vacaciones retornaron a sus respectivas ligas y Juan Manuel Vargas seguía sin club y subiendo de peso. El lateral estaba molesto con su empresario, le incomodaba no recibir noticias porque los días ya le parecían que volaban. Fue en ese momento que el gerente de Universitario, César Vento, se interesó por su situación y el ‘Loco’ confesó que no tenía nada concreto, ninguna llamada y necesitaba jugar.
La administración de Universitario expuso su idea a Juan Manuel Vargas y sacó ventaja de la coyuntura: vuelve al club, recupera tu nivel, muéstrate en la Copa Libertadores y varios clubes vendrán por ti.
También le explicaron a Juan Manuel Vargas que no podían sobrepasar su presupuesto: Por 6 meses, le ofrecieron un sueldo menor a los 10 mil dólares (se habla de 8 mil), pero que se incrementaría en 2 mil más cada vez que avancen en una etapa de la Copa. El marcador pidió conversar con su familia para dar una respuesta definitiva. Horas después, en la noche, llamó para decir donde ponía su firma.
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