Mi gente de . Después del picante estreno de la primera parte de la entrevista a, ahora estrenamos la segunda entrega de la charla en la que mi sobrino sigue soltando más ‘aguadito’. En la segunda parte, la Foquita rompe su silencio sobre lo que fue la frustrada entrevista con Magaly Medina en Rusia, cuando la conductora llegó hasta su casa con todo y cámaras y la conversación no se llegó a dar.

Finalmente, El ‘10 de la Calle’ revela cuánto dinero le ofrecían como premios en las competencias internacionales cuando jugaba en el Schalke y en Rusia. No se olviden que la fe es lo más lindo de la vida.

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Contigo he tenido la felicidad de haber podido jugar en contra y haberme divertido, cuando jugaba contigo parecía el Play Land Park, puro juego. Estoy diciendo la verdad. En el partido ese perdimos 1-0. Jugamos con ‘Zorrito’ Aguirre y yo de delantero y ese día nos salió un partido redondo, simplemente no nos salió el gol. Fallamos muchísimos goles, ese partido tuvo que terminar 5-1, unos goles increíbles, el único ataque que tuvo la U fue de Vilallonga que mete un cabezazo y nos mató el partido pero nosotros tuvimos que ganar tranquilamente, pero no teníamos la experiencia. En ese momento estaba Oscar Ibáñez, el único arquero que no le he metido ni un gol en mi carrera, solo le hacía gol en los entrenamientos, pero en los partidos oficiales, no.

Ángel Cappa habló maravillas de ustedes...

Sí, el profe Capa tuvo unos elogios muy lindos para nosotros, se le agradece. Ha sido un entrenador muy reconocido y todo lo que hizo acá fue especial así que feliz porque lo que habló de nosotros.

¿Qué recuerdos tienes de los clásicos que jugaste?

Recuerdos bonitos, los clásicos son partidos especiales. Yo motivaba y me motivaban los dirigentes de Alianza antes de los partidos.

¿Te motivaban aparte?

Muchísimo.

Luis Guadalupe en diálogo con su sobrino (Foto: GEC)
Luis Guadalupe en diálogo con su sobrino (Foto: GEC)

¿Con candela?

Claro, para qué te voy a mentir. Uno de los clásicos que recuerdo fue que metí gol y la jalé con el taco, a Luchito Flores, recuerdo que ese día fue en el Estadio Nacional y tú renegaste como siempre. Me llevé me acuerdo mucho dinero, recuerdo que Alfredo González había dicho ‘Farfán no va hacer nada en este partido, lo tenemos controlado’. Justo meto el gol y le hice el gesto del silencio y fue un partido muy lindo, lo recuerdo mucho. Otro clásico que recuerdo fue que salté contigo a cabecear y saltaste como una comadreja para atrás y metí el gol de cabeza y a celebrar.

Estás fresco...

Es la realidad ¿estoy mintiendo? Tu tienes dos metros. Era tu marca, no mientas, solo que obviamente no todo es altura, hay un poco de maña también.


¿Es verdad que Pepe Soto les pegaba con una regla?

Sí, parecía el colegio, como si sacabas mala nota y te pegaba. A veces exageraba un poco pero todo lo hacía con cariño. Tuve una relación muy bonita con el tío Pepe, con Jayo, con Waldir, con los más grande en ese tiempo y Pepe a veces llegábamos unos minutos tardes y te esperaba con el palo y te metía unos reglazos.

¿Dónde?

En el poto, en la pierna, donde te caiga. Él casi siempre se encargaba de llevar el desayuno y quería que todos tomáramos el desayuno a la misma hora, todos juntos, él unía al grupo. Un saludo al tío Pepe.

SU ETAPA EN EL PSV

Luego te transfieren al PSV...

Ahí empieza la candela. Era el momento en el que yo dije ‘por fin voy a cumplirle el sueño a mi mamá’. Lo único que tenía en mi mente era mi traspaso.

¿Te acuerdas cuánto pagaron?

Como un palo y medio, en euros. Ahí fue donde solamente pensé, con lo que me iban a dar la prima, en el sueño que tenía de comprarle su casa a mi madre, era un sueño de niño por las situaciones que habíamos vivido como familia, su casa con piscina. Le compré la casa a mi mamita y a partir de ahí todo fue bendición.

¿Cómo fue ese momento cuando le entregas la llave a mi hermana Charo?

Ese momento fue especial, llegó mi abuela Pele. Le entregué las llaves y se puso a llorar porque era un sueño cumplido, de haber vivido en esteras, en una casa de calidad no muy buena, cumplir un sueño así tan grande para nosotros como familia fue muy importante. Recuerdo que mi mamá no lo podía creer. Toda la familia feliz, mi abuela también lloro, la trajimos de Venezuela.

Se fue a Venezuela...

Yo soy una persona muy agradecida con la gente de Venezuela porque cuando no tuvimos mi abuela se fue a vivir a Venezuela y los venezolanos la apoyaron mucho a mi abuela, eso lo tengo grabado en mi mente y soy un agradecido con todos los venezolanos. En las Navidades mi abuela mandaba el dinero a mi mamá para que nos compren los regalos gracias a las personas allá en Venezuela que la apoyaban. Tenía unas amigas de Perú que también trabajaban allá y los venezolanos la apoyaban mucho. Soy un agradecido de la vida.

¿Te costó la adaptación en Holanda?

Sí, no te voy a mentir. Yo llegué con mi empresario y le decía ‘hermano, no, creo que no voy a poder, yo me quiero regresar’. Los primeros meses fueron muy duros, no conocía nada, ni restaurantes, la cultura totalmente distinta, frío. Le decía a Raúl ‘¿qué hago acá? creo que esto no es para mí, mejor regreso a Alianza’. Él me decía ‘ya estás acá, lucha por tus sueños, esto es un proceso’. Me acuerdo mi primer día de entrenamiento decía ‘qué hago acá, estos mostros’. Yo había venido de jugar en Alianza con un nivel de juego muy bueno para el fútbol peruano pero el nivel de juego en Europa es totalmente distinto, el toque del balón es distinto, el campo es distinto, no estaba acostumbrado a jugar en campo mojado, jugar con chimpunes mixtos, obligado, una serie de cosas que de verdad yo lo veía todo muy complicado. Gracias al profesor Guus Hiddink, que me dio ese apoyo importante, él me pidió y ahí empecé toda la aventura bonita con el PSV

¿Qué se te viene a la mente cuando te digo Patrick Kluivert?

Mi hermano. Él venía del Barcelona, era un ídolo en Barcelona y pasó al PSV. Fue un sueño jugar al lado de él, es otra cosa, otra dimensión.

Esa esa etapa, cuando juegas tus primeros partidos en la Champions League ¿Cómo fue?

Fue otra dimensión. Después de haber estado comiendo ceviche con Roberto Guizasola, con ese charlatán, a estar con Kaká, Morosini. A mí me impresionó, no sé si sentía nervios, creo que era más ansiedad, porque iba jugar con la gente con la que jugaba en el Play Station. Las cosas salieron bien y feliz de haber podido compartir campo con esas estrellas.

¿Cuántos goles allá en el PSV y títulos?

Cuatro títulos en cuatro años, ganamos las cuatro ligas y de ahí dos copas alemanas. Nos fue muy bien, llegamos a la semifinal, teníamos un equipazo, un equipo de guerreros, teníamos al Chino Ji-sung Park, con Fogel, Cocu, Gómez, teníamos una serie de jugadores de mucha calidad y físicamente también estábamos como leones, en Europa te preparan de otra manera. Y nos enfrentamos a equipos como el Mónaco, el Arsenal y pasábamos y pasábamos. Llegamos a la semifinal y nos gana en AC Milan en último minuto gol de Ambrosini, imagínate cuánta candela perdí ahí, las lágrimas se me cayeron.

¿Cuánta candela perdiste?

No puedo hablar, pero fue fuerte.

¿Quién negociaba los premios?

Los grandes, Cocu, estaba toda la gente. Eran buenos premios y a parte tenían que figurar en el contrato, papelito manda.

Luego te vas al Schalke 04, cuando me llamaste un día y me parchaste ¿te acuerdas esa historia? Yo estaba, no puedo decir en qué equipo del norte y estaba saliendo con una muchacha, la invité a salir a un día romántico, me la llevé a la playa... lo que te conviene nomás te acuerdas. Me llamaste y me dijiste ‘tío qué te pasa, no respetas’. ‘Respetas qué’, te dije.

Habrá sido en broma.

¿Broma? Con M empieza su nombre

Jajaja, hablas tonterías...

¿Cómo fue esa adaptación en el Schalke?

Fue adaptación y presión, recuerdo que Raúl me comento que Schalke no había comprado en su historia un jugador tan caro. Yo pasé el Schalke, pagaron 10 millones de euros en esos tiempos, del PSV al Schalke, y Alianza había dejado un porcentaje, un 10% más creo. Alianza recibió la transferencia, de Alianza al PSV y del PSV al Schalke también chapó. Chapó en total Alianza, se llevó, como tres palos, tres millones de dólares en total, juntando todo, los dos pases. Me voy al Schalke, llegué y ya sentía la presión porque ya se hablaba del jugador más caro de la historia del Schalke 04.

Allá ya sabes cómo son los estadios y mi primer partido, clásico con el Borussia Dormunt, penal, yo tenía que patear y encima en el estadio del Dormunt, frente a 80 mil personas y con la tribuna del Dormunt. Chapé la pelota, yo miraba para arriba nervioso, a concentrarse nomás, ahí tienes que estar concentrado, el arquero me hizo un amague y pateé, me resbalé todavía y fue gol. Ahí empezó mi historia en el Schalke. Me fue demasiado bien, tuve la oportunidad de poder irme a otros equipos grandes en el cuarto año pero el presidente no me quiso dejar ir, me dijo ‘¿cuánto te estás pagando?’ y me ofreció cuatro veces más, me dio la plata en la mano.

Jefferson Farfan y Luis Guadalupe posan juntos durante entrevista (Foto: GEC)
Jefferson Farfan y Luis Guadalupe posan juntos durante entrevista (Foto: GEC)

EL DÍA QUE BAYERN MÚNICH QUISO FICHARLO

¿Por qué nunca al Bayern Múnich?

A mí me hubiera encantado, porque cuando meto ese gol que corro desde el área, de mi cancha, hasta el otro y meto gol contra Leverkusen, al día siguiente van los emisarios del Bayern a mi casa con el contrato listo. Estábamos revisando con mi empresario y obviamente eran buenos números, pero no eran los números que yo percibía en Schalke y, aparte, yo estaba en el último año de contrato con el Schalke, entonces los números tenían que ser más altos y el presidente me amaba, los hinchas me querían demasiado, en ese momento no iban a conseguir rápidamente un jugador en esa posición, el presidente no quiso y me pagó cuatro veces más de lo que yo ganaba, plata en la mano y yo hablé con Claudio Pizarro, me lo encontré en la selección y le conté, un jugador de experiencia que había jugado en el Bayern y le pregunté ¿qué hago? y él me dijo ‘esto que te está ofreciendo el Schalke no te lo va dar ningún equipo, lo del Bayern, es un buen contrato, un buen equipo, me encantaría verte ahí...’ yo era la primera opción para ir al Bayern. Hablé con Raúl y le dije que me quería quedar en el Schalke. Ahí también vino el Arsenal, el Liverpool, pero en el tiempo que no habían esos montos, los montos eran normales. Allá los premios eran... olvídate.

¿Los premios más o menos un balance?

Un premio por un partido, solamente voy a hablar de los premios, de sueldos no, por un partido que podamos ganar puede ser 40 mil dólares.

¿Y un clásico?

60 o 70. Y no te digo los campeonatos, si ganabas un título... Y en esos tiempos, imagínate ahora... por eso yo no me puedo quejar, ahora ya es otro planeta

¿Crees que tu mejor gol fue con el Leverkusen?

Con el Schalke, sí. Era complicado porque había que llevar la pelota pegada al pie, todo de corrido. Yo escuchaba que mis amigos me gritaban para que yo se la toque... pero yo ya había visto el arco, no me salía nadie a apretar, yo seguía, vi que el defensa no salía, él creía que yo le iba tocar al final, yo seguí y cuando vi que ya reguló más, dije ‘se jodió’, seguí y la puse. Ganamos 1-0 con ese gol y a cobrar.

Luego juegas con Raúl González, mi ídolo

‘El ángel de Madrid’. Él nunca la perdía, hacía huachas, mucha calidad, nos decía dámela a mí que conmigo está más segura que en un banco’, nunca me voy a olvidar. Él era delantero y se venía atrás a jugar como 10. En los entrenamientos lo ponían como eje en el medio para que él distribuya.

Tenía calidad de persona...

Calidad. Era un amor de persona, súper sencillo, humilde, muy grato con los compañeros, aconsejaba mucho a los más chicos, era muy cercano a todos, una persona muy linda, muy especial, lindos recuerdos. Metía goles casi todos los partidos. Dos años estuvo en Schalke y se ganó a la gente para toda la vida. Lo que hizo en Schalke fue impresionante. Luego se va a Arabia

Una anécdota de vestuario que se te venga a la mente con todos esos ‘monstruos’

El negro Boateng, llegaba con cada carrazo, con cada reloj. Y él estaba jodido de la rodilla, mal de la rodilla, tenía que viajar a Múnich a hacerse un tratamiento para venir y jugar, él no entrenaba todos los días con nosotros, llegaba solo para los partidos por su rodilla. Tenía un problema muy similar al mío. Le hacían un tratamiento y llegaba directo a los partidos, llegaba el último día, hacía táctico, reducido cortito y a jugar, pero la semana entera casi no entrenaba por su lesión en la rodilla.

Calidoso

Muy fachoso, loco, tenía todo el paquete completo, era el 360. Me reía demasiado con él. Él contaba sus historias, me acuerdo claramente que decía que no podía vivir si no tenía relaciones todos los días.

Esa te la pasó a ti...

Jajaja, yo no podía, estaba concentrado. Él sí, tenía que sí o sí

Tuviste al León Zambrano de ‘wawita’, dice que lo mandabas a comprar hamburguesas y se guardaba el sencillo...

Siempre con Carlos hemos tenido una relación muy bonita. En Schalke estaba en reserva y lo subieron, compartíamos bastante, él dormía en mi casa, íbamos a entrenar juntos y fue una experiencia bonita tener un compatriota en tu equipo, en Alemania, era algo que así nomás no pasaba. Compartimos momentos muy bonitos como esa anécdota que él era el que iba a comprar la comida, yo le daba algo más y el hombre se fondeaba el vuelto.

Te dabas cuenta...

Yo me daba cuenta, crees que uno es sano. Él siempre me ganaba, algo me ganaba.

En el 2010 fuiste inolvidable, fuiste elegido el mejor jugador de esa temporada en el Schalke

Fue muy lindo, fue una campaña que costó bastante, me fue personalmente muy bien, todo fluyó.

Estuviste con Kuranyi...

Yo lo vendí a Rusia, la rompió. Se fue al Dínamo si no me equivoco. Siempre hablo con él, siempre, siempre, excelente persona, un amor de gente, compartía mucho con los americanos, él habla español, su familia es panameña, él es 50% Panamá y 50% Alemania. Todos le tiene un aprecio especial porque armaba todo, era el paquete completo, te sacaba a comer, hacía la parrilla, ponía las carnes, todo.

Luego te vas a Arabia ¿cómo se da?

Tenía unas ofertas que no nos convencían mucho y obviamente yo también ya pensando en que ya tenía 32 años y Raúl me dice, ‘tienes otras ofertas...’ y me muestra el contrato de lo que me estaban ofreciendo en Arabia, eran cuatro temporadas, me habían comprado en 7 millones de dólares, pero a mí lo que me sorprendió fue el contrato y el sueldo y la prima. El jeque me llevó a Francia, a firmar a París, alucinante, impresionante, firmé, me quedé un día y regresé a Lima y ahí ya me voy para Arabia, ya te imaginas las casas, una locura, fuera de lo normal, tenía todo lo que te puedes imaginar. Nunca me voy a olvidar, dentro de la casa, en la sala, había un tubo para el baile. Tú sabes que ahí la gente no sale mucho a la calle, todo era en la casa. Los entrenamientos eran en la noche, yo en la madrugada no dormía por el cambio de horario, dormía a las 7 am, comía un poco y me iba de largo a esperar el entrenamiento a las 8 de la noche. Me lesioné y me fui.

Cómo reaccionaste cuando viste el contrato...

En Arabia manejan otros números. Además, luego les gano un juicio. Ellos fallaron en una parte de la prima, y en el contrato estaba estipulado que si no pagaban había una penalidad, yo me podía ir del club, que fue lo que pasó, además me lesioné. Se presentó a la FIFA y me tuvieron que pagar todo... ya te imaginas.

Tu traspaso al Locomotiv de Moscu, en Rusia

Yo voy directo para la pretemporada en Marbella, al calor. Tuve una reunión con el entrenador, con el traductor, de frente me dijo ‘tú para jugar acá, tienes que empezar de cero, no es que vayas a venir de titular’. Obviamente me conocían del Schalke, yo estaba en plena recuperación de mi lesión. Llegué con un contrato importante, no el más alto pero sí importante, tenía que demostrar. Recuerdo que en un clásico se lesiona el que jugaba por derecha, el lateral derecho y el profe me preguntó si podía jugar de lateral derecho y tú sabes que yo por candela juego hasta de arquero. Puso una línea como de cinco y me puso y metí gol de cabeza, yo de lateral derecho. El delantero se lesionó en ese mismo partido, el 9, seis meses le dieron. Termina el partido y el profe me llama a su cabina y me pregunta si había jugado de delantero, yo le dije ‘profe, ahí empecé, usted no se preocupe que si yo juego de delantero, usted no se preocupa, ahí empecé’. En el siguiente entrenamiento me dijo que me iba poner de nueve y canasta, canasta, canasta, comencé a romperla, todo se dio perfecto. Ese equipo no había campeonado hace 14 años, era como decir el Boys, ese estilo. Va salir en mi película también... Campeonamos y ganamos todos los títulos, casi todos, son cuatro títulos los que hay un Rusia

¿Cómo te preparabas? Hace bastante frío...

Entraba con guantes, tenía unas cremas para las orejas, para la nariz, era fuerte, dos buzos, doble media. Jugar así es diferente, pero con candela yo hago todo, era un pingüino ahí. Cuando el delantero que se había lesionado quiso regresar, ya fue ya.

¿Y los premios?

Asu madre, impresionantes... Fue muy lindo porque acuérdate que el mundial fue en Rusia y el presidente le dijo a mi empresario que estaban como locos para renovarme. Yo llegué perfil bajo, no tenía peso para decir que no jugaba de lateral, tenía que jugar donde me decían, todo lo que me decían yo tenía que hacerlo, pero ya cuando agarré ritmo el presidente, estábamos concentrados con la selección peruana en Austria antes de ir al mundial, el presidente tomó un avión privado para ir a firmar mi contrato, fui al hotel y firmé, en mi Instagram tengo la foto cuando firmo mi contrato, fue en la concentración de Perú. Ahí firmé mi contrato dos años más, ya te imaginas... fue uno de mis mejores contratos de toda mi carrera. A parte me trataban muy bien. En Rusia el frío es normal, como en Europa, mucho frío, hacía frío como en todos lados, que la gente es racista, racistas hay en todos lados y yo no tengo ningún problema, es más, les decía que si querían me digan mono, que me digan lo que quieran, mientras mi candela esté todos los meses, no hay problema, yo feliz de la vida en esos dos años. Yo ya me voy del Locomotiv ya cuando mi rodilla ya no daba más. Al parcerito que en paz descanse, lo contraté para que me asista en lo mío al 100%, ese fue un aporte impresionante, lo contraté para que trabaje conmigo 24/7 por el tema de mi rodilla.

A Christian Cueva lo aconsejas...

Sí, ahí es donde el cholo llega al Krasnodar, uno de los equipos con mejor infraestructura. Me pidieron una referencia de él, yo hablé maravillas de él y ahí nomás lo contratan. Yo le dije que se quede, yo ya estaba ahí. El que estaba en su puesto ya se iba ir a jugar en la MLS. Le dije que se quede porque el cholo empezó de suplente. Después, pasaron los meses y el cholo no se sentía cómodo, no estaba cerca de su familia, no se acostumbró. Me lo encuentro en Marbella, en una pretemporada y me dijo que se estaba yendo a Brasil, le dije ‘tú eres loco... te vas a ir a Brasil después de la candela que están ganando en Rusia, a parte estamos en Rusia donde fue el mundial, era todo perfecto, a parte si juegas bien un año, te van a renovar 10 años si es posible’. Yo sabía lo que ganaba, eso no lo iba ganar en ningún lado, al final se fue y yo lo quería matar.

JEFFERSON FARFÁN Y MAGALY MEDINA EN RUSIA

¿Cómo fue el caso de la señora Magaly Medina, tu madrina? Se fue hasta Rusia...

De verdad que fue una sorpresa para mí, no me lo esperé por el tema que tenemos ella y yo y no solo por eso, sino por lo que pasó con mi compadre Paolo. Se dio de una manera que no fue la correcta, no sé si de parte de ella o de la persona que organizó todo el tema del viaje de la señora y la coordinación pero obviamente la señora muchas veces lo comentó, que ella no vivía de los futbolistas... no entendí qué hacía buscándome en Rusia para hacerme una entrevista que supuestamente ya estaba pactada. Nunca hubo un pacto para una entrevista con la señora Magaly Medina, no lo haría tampoco jamás, no me interesaría. El coordinador habló conmigo directamente y me dijo que la entrevista iba ser por el tema del mundial de Rusia pero con un canal deportivo, yo no sabía que la señora tenía un programa, creo que en canal 2, pero el coordinador me dijo que era una entrevista con una persona para hablar de fútbol por el mundial. Yo accedí a la entrevista y le pregunté quién me iba entrevistar, me dijo que estaban escogiendo quién me iba entrevistar en mi casa, obviamente confié en la persona y cuando estaban ellos en Rusia me invitan a una cena un día antes y yo no podía porque estaba concentrado con el Locomotiv y al día siguiente mi primo, que estaba cocinando en mi casa, es el que me cuenta, yo no me entero por el coordinador sino por mi primo. Me dijo que había venido la señora Magaly, él le abrió las puertas de mi casa, estaba con su esposo y el coordinador, Julio. Llegaron para la entrevista y yo sorprendido porque obviamente no estaba en mi mente que la entrevista iba ser con la señora. Yo me bañé rápido, llegué a mi casa y me encuentro a la señora Magaly dentro de mi casa, yo sorprendido, por respeto la saludé, también a su esposo y subí a mi cuarto. Llamé al coordinador y le dije ‘qué es esto, tú quedaste que me iba entrevistar alguien del fútbol, que íbamos a hablar del mundial de Rusia’, me dijo que todo se había dado de última hora y le dije ‘no va’. El chico subió al segundo piso, me comenzó a hablar, es más ese día llamó a mi mamá, llamó a mi empresario para decirles que por favor, pero le dije que no, que la entrevista no iba. Escuchar la voz de abajo... la señora gritaba ‘Julioooooo’, como diciendo ‘qué pasa’, porque yo entré a la casa y las cámaras ya estaban prendidas, estaba todo instalado para yo sentarme y le dé la entrevista. Pasó como media hora, comenzó a gritarle al chico y Julio me decía ‘por favor, tenemos que hacer la entrevista sí o sí porque me van a botar’, le dije que no era mi problema y se tuvo que ir como el Chavo, por donde vino.

¿Bajaste a despedirte?

No, la señora se fue con su esposo y el camarógrafo y ahí quedó el tema. Esa fue la realidad, nunca hubo una coordinación directamente para que la señora Magaly me entrevistara, nunca la mencionaron en las coordinaciones.

Luego regresas a Alianza...

Fue un regreso lindo, esperado más que todo, por los hinchas también me imagino pero era algo que yo tenía en mente. En el momento yo decía, no me importa cómo esté ahorita, con la rodilla mal, con el brazo mal, yo quería regresar a Alianza cueste lo que cueste. Se habló mucho de números, todo era falso, nunca pasó nada de eso, es más los números de los que se hablaban no eran reales, el grifo que supuestamente me habían dado nunca existió. Todo se hizo una bulla que no era. No me gustó mucho pero bueno, así se maneja en el Perú cómo venden las cosas. De alguna manera mucha felicidad de volver al equipo de mis amores, ser campeón fue una de las promesas que le hice a mi madre que fue la que también influyó mucho para que yo regrese a Alianza. Mi familia empezó viviendo en Mendocita, en Matute, ahí nomás, toda mi familia es aliancista así que querían que mi carrera la termine en Alianza. Obviamente hubiera querido jugar más, darle más a Alianza dentro del campo pero era lo que me alcanzaba en el momento, pero cumplí mi palabra a mi familia y a mis hinchas de volver a Alianza de la manera que en ese momento podía, no podía más, es más, la gente no sabe, yo antes de los partidos tenía que inyectarme, antes de todos los partidos, me inyectaban en la rodilla, los doctores pueden dar fe de eso, solo para jugar 15 minutos que para mí no eran suficientes, renegaba.

Tú llegas a Alianza como referente, con un recorrido exitoso, te dan la cinta de capitán ¿Cómo piloteaste ahí, cómo manejas el grupo con los jóvenes?

No solo yo, todos los jugadores más grandes, siempre trataban de que todos estén más o menos felices, que todos tengan el mismo trato, obviamente llegaba yo a Alianza después de muchos años afuera, creo que el trato era igual para todos, de alguna manera conmigo los profesores tenían un poco más de cuidado por el tema de mi rodilla, yo no podía hacer todos los entrenamientos, tenía que descansar un poco más, pero el trato era igual para todos.

Yo de verdad tenía un cariño especial por la mayoría, más con los jóvenes, hablábamos mucho, los aconsejaba mucho, su sueño era salir para Europa, me preguntaban qué cosa tenían que hacer para jugar a un nivel de alta competencia, los engreía, los llevaba a casa. Tú sabes que alos futbolistas les gusta los neceser, la mochilita, les daba, los motivaba.

En los partidos picantes yo jalaba dos o tres, los defensas por ejemplo, Portales, Vílchez, les decía ‘ustedes me mantienen el arco en cero y hay tanto’, así los motivaba. Recuerdo un clásico, en el que mete un gol Moyano, que ganamos 2-1, yo le ofrecí premio para todo el equipo más toda la utilería y la gente de la comida. Ganamos el partido y al día siguiente ya me estaban jodiendo, dije ‘para qué hablé’, tuve que, antes de ir a entrenar, ir al banco, sacar lo que había ofrecido, la candela, y eran como 40 personas, tuve que darles para los 40 lo que había prometido. Yo no lo hacía como Jefferson Farfán sino como hincha.

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