Por: José 'Huachano' Lara
Hay historias increíbles que parecen sacadas de una novela literaria, pero que son de la vida real. Esto lo vivió un delantero que embarazó a una señorita y se casó con otra. Irven Ávila, el viernes pasado (30 de diciembre), contrajo matrimonio con Janeth Campos, madre de sus dos ‘herederos’. Fue ante la ley, la Iglesia y en su Huánuco natal. Se tomó fotos en el tradicional puente ‘Calicanto’, sobre el río Huallaga.
En Lima, Ingrid Rubio con 6 meses de gestación, sufría los estragos al enterarse por un mensaje de Twitter. Lo cierto es que espera un varoncito, de una relación en paralelo desde el verano del 2014. Según se supo, Irven Ávila se acercó afirmando que tenía una hija y estaba separado.
Pudimos averiguar que Irven Ávila e Ingrid se conocieron en el Jockey Plaza y ambos se presentaron a sus respectivas familias. El jugador la visitaba en su casa de Surco y, cuando emigró a Ecuador, no la llevó porque la joven de 24 años llevaba un embarazo riesgoso. Desde ese momento, la comunicación se hizo menos frecuente, el ‘noviazgo’ se enfrió y se llegó a una conciliación: Cerca de 5 mil soles mensuales de pensión.
Ingrid tiene las cosas claras. “Seré mamá. Hasta ahora está asumiendo su responsabilidad”, explicó.
Irven Ávila desde hace un tiempo vive situaciones singulares. Solo anotó un gol en su travesía en LDU y Esteban Paz, dirigente del cuadro quiteño, lo definió de la peor manera. “El problema es que prefiere cobrar a pesar de no jugar”, sentenció.
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