Cada semana, en horas de la noche y desde su Facebook personal, este señor repite hasta el cansancio, que el fútbol peruano está lleno de corruptos y denuncia el mal manejo que se da en las divisiones menores. Máximo Alfaro jugó en el fútbol peruano a finales de los 80 y principio de los 90. Nació en Universitario de Deportes, fue figura en Deportivo Municipal, se puso los colores de Alianza Lima, sufrió en Defensor Lima y ama el balompié como pocos.
Máximo, ¿Quién es un ‘Mata sueño’?
Una persona, que vivió en la pobreza, sintió el hambre y la discriminación, y ahora le cobra a los niños y jóvenes para meterlos a jugar en un club.
Siempre denuncias que no hay gente preparada para dirigir a los pequeños
Un profesor puede ganarse la vida, pero a los equipos no llegan los verdaderos formadores sino el primo o el cuñado del que conduce el club.
¿Es necesario que sea un exfutbolista?
La palabra de un técnico debe ir acompañada del ejemplo. Hay que enseñar a los niños a pegarle al balón con todas las partes del pie y eso no lo puede hacer alguien que no sabe del tema.
¿No alcanza con la habilidad?
Yo estaba en primera jugando para la ‘U’ y llegó el brasileño Texeira y me pidió que lance un pase de 30 metros.
¿Lo hiciste?
No podía hacerlo porque no me habían enseñado.
Te probaste en la ‘U’ y quedaste en el equipo de Reserva
Allí el técnico era Fernando ‘Gato’ Cuellar. Fue un segundo padre para mí.
¿Por qué?
Nos aconsejaba, ayudaba y a algunos hasta les daba para su pasaje. Ese tipo de entrador ya no existen.
¿Cómo te ascendieron al Primer equipo?
Después de entrenar, el ‘Gato’ me dice: ‘Mañana jugamos a las 8:00 am con el equipo profesional. Me fui a casa y cuando llegó la noche, pensando en ese partido, no podía dormir.
¿Qué sucedió?
Recién a las 5 a.m. concebí el sueño. Pero desperté 8 y 20 am.
¡Ya estabas tarde!
Como vivía cerca del estadio ‘Lolo Fernández’, agarré lo que pude y salí corriendo. Llegué en cinco minutos y todos mis compañeros estaban calentando.
¿Te habían dejado de lado?
Me senté con los suplentes y el profesor me gritó: ‘Ponte con el equipo, vas a arrancar, te estábamos esperando’.
¿Cómo te fue?
Entre y a los tres minutos ya había hecho una gran jugada que casi termina en gol y el entrenador del equipo, que era Marcos Calderón me llamó: ‘Mañana vienes a entrenar con nosotros. Ya vi todo, soy buen ‘sapo’. Llegaste tarde y te estaban esperando’.
¿Algo más?
Me agregó: ‘No juego con bebes’.
¿Y esa aclaración?
Porque en su equipo estaban puros ‘monstruos’ y era su forma de decirme que tendría pocas oportunidades.
¿Era complicado?
De carácter, pero algunos jugadores se rebelaban.
Cuenta un caso
Jugando contra La Joya de Chancay, quería sacar a Luis ‘Cachete’ Reyna y ordenaba su cambio, pero no quería salir y le respondía desde el campo: ‘Déjame jugar ‘Chueco’ c.. de tu m..’
¿Trabajaba bien?
La rutina siempre era la misma. Martes nos exigían al máximo con el tema físico, miércoles un poco de trabajo en espacios reducidos, jueves partido de práctica y viernes pelota parada. Pero tenía algo importante.
¿Qué cosa?
Cuando formaba su equipo titular, pedía que el equipo de los supuestos suplentes, juegue como el rival de fin de semana. Y en pleno encuentro oficial, indicaba por donde atacar para hacer daño. Eso lo miraba muy bien.
¿La costumbre más extraña de alguno de tus compañeros?
Concentraba con ‘Cochoy’ Rey Muñoz. Antes de los partidos, se cambiaba y entraba al baño para ensuciar sus chimpunes con excremento, porque eso le traía buena suerte.
Narra la historia con el ‘Maestro’ Óscar Washington Tabárez
Peñarol vino a Lima a enfrentar a Alianza Lima por ‘Copa Libertadores’. Decidieron entrenar en el estadio ‘Lolo Fernández’ y pidieron hacer un partido de práctica con la ‘U’. Obviamente iba a ser una mezcla de titulares y algunos suplentes, donde estaba yo.
Continúa, por favor
Jugué demasiado bien, hasta querían ajustarme y no podían pararme. Cuando acabó el encuentro, viene el ‘Maestro’ y juro que me dice esto: ‘Pibe, que rico juegas la pelota, ¿no quieres venirte con nosotros?’.
¿Te emocionaste?
Solo le dije: ‘Me gustaría, pero no sé cómo se haría eso’ y más no supe.
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¿Todavía te debe Deportivo Municipal?
Si me pagaría toda mi plata, te juro que me compraría cinco casas.
Creo que la ‘Banda del basurero’ te adora
Hice muchos sacrificios porque sus hinchas merecían y merecen todo mi respeto.
También trabajaste con Juan Carlos Oblitas
Alguien que admiré siempre como jugador, fuera de serie, pero como persona, jamás.
¿Por qué?
Primero, cuando Percy Rojas fue nombrado técnico interino, él le dijo: ‘Van a traer un entrenador argentino, renuncia’ y le hizo caso.
¿Y sucedió como le había advertido?
No, porque al final, se fue el ‘Trucha’ y el ‘Ciego’ se quedó con el puesto.
¿Lo traicionó?
Claro que sí.
¿Otra?
Me prestó a Hungaritos, un equipo de la selva.
Estaba en su derecho como técnico
Seguro que sí, pero cuando vinimos a jugar a Lima y contra la ‘U’, pidió a los directivos cremas que avise a sus pares del mío, que no podía jugar.
¿Cómo te enteraste?
Ramón Quiroga, que era su asistente en Universitario, me llamó para avisarme. ‘No quiere que entres al campo, que tus dirigentes reclamen’.
¿Les pusiste en autos?
Claro y ellos llamaron a Jorge Nicolini, presidente del club y él respondió: ‘Que juegue. Si lo sacó del equipo, cuál es el temor que nos enfrente’.
¿Jugaste?
Sí y ganamos 2:1 con dos pases míos.
Se la tenías guardada estas historias
Te cuento otra
Adelante
Una mañana en el entrenamiento del equipo, ‘Chemo’ del Solar comentaba que había crecido mucho la delincuencia, los robos y violaciones. Luego agregó: ‘Muchos de estas personas salen de los pueblos jóvenes’.
Continúa
Oblitas escucha ese comentario, dice en voz alta: ‘Debería ir un avión a los cerros y los mate a todos’.
¿Te dolió?
Claro, porque soy de Comas, de barrio.
Un gran abrazo
A ti por esta oportunidad.
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