Están ahí, caminando al lado del futbolista, conversando con los dirigentes, casi siempre atendido una llamada y listos para cerrar ese trato que haga crecer a su jugador y que genere un beneficio para él. José Luis Fernández es representantes de jugadores profesionales, ha asesorado a muchos clubes de la Liga 1 y Liga 2, siempre es requerido para opinar sobre la llegada de alguien que es contratado del exterior.
Desde su perspectiva, entiende qué en este inmenso negocio del balompié, también importa, y mucho, el lado humano.
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José Luis, ¿el jugador profesional es ingrato?
Creo que busca su beneficio y si aparece un empresario que le ofrece algo mejor, pues se va con él.
¿Te han traicionado?
Yo creo en la palabra y eso a veces me ha jugado en contra. Nunca pedía que firmaran un contrato donde se especificaba que yo era el único que los iba a representar y por eso se fueron con otros.
¿Tu trajiste a Horacio Calcaterra al Perú?
Lo vi jugando en Rosario y era un excelente jugador y le ofrecí ir a Unión Comercio y aceptó.
¿Y luego viste su contrato a la ‘U’?
No, estaba con otro representante, pero no me incomodé. En este mundo, así se mueve el balón.
En su momento manejaste a Miguel Trauco
No fue así. Lo conocí cuando estaba en ‘Copa Perú’ y como yo trabajaba en Unión Comercio, lo pedí para el club, debutó profesionalmente y es un triunfador.
¿Quién te bautizó como ‘Capi’?
Carlos Zambrano. Puedo decirte que es un gran amigo y siempre tengo un lugar en su mesa cuando es el día de su cumpleaños.
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¿Cómo empezó toda esta historia?
Vendía zapatillas de una marca internacional y las daba a un precio especial, porque había logrado que me las den con un gran descuento.
¿Modelos que solo los encontrabas acá?
Sí y cuando vino la selección uruguaya, los pesos – pesados ‘charrúas’ me buscaron.
¿Cómo siguió la historia?
Cuando regresaban al Perú, me mandaban llamar y fue entonces que los acompañaba a comprar su ropa y empezó a nacer la amistad.
¿Y cómo nace la amistad con Sebastián Abreud?
Cuando jugaba en Nacional y venía al Perú, conseguía chimpunes de modelo exclusivo para él.
¿Ya sabías qué tu carrera estaba en el fútbol?
Soy de puerto Supe, vivía en una casa de adobe y siempre pensaba en salir adelante para ayudar a mi familia.
¿Es cierto que trajiste a Kevin Serna?
Para la segunda división. Por eso fui muy feliz al ver que se iba contratado a Brasil.
¿Ahora con qué socios trabajas?
Me he asociado con los españoles, hijos de Jesús Gil y Gil, que fue dueño del Atlético de Madrid.
¿Otra anécdota?
Luis Trujillo me llamó: ‘Viejo, consíguele equipo a Luis Advíncula, es una buena persona’ y como yo valoro mucho el lado humano, lo llevé a Juan Aurich y ahí empezó su despegue.
¿Qué debe tener un jugador para que decidas representarlo?
Debe tener condiciones, sumarle velocidad y disciplina. Y desde su forma de ser, que sea una persona de buenos sentimientos.
¿Nunca jugaste?
De niño quería serlo, pero nunca me ayudaron.
¿Entonces?
Me metí a este deporte para ayudar a la gente.
¿Una anécdota con un grande de nuestro balompié?
En mi auto, Jefferson Farfán aprendió a manejar.
¿Un empresario puede ser amigo de los dirigentes?
Sí. Porque al trabajar con honestidad, ambas partes se respetan y surge un vínculo de amistad.
¿Un directivo qué sea tu ‘pata’?
Sergio Ludeña, administrador de Cienciano.
¿Un amigo de renombre internacional en el fútbol?
Uno de los números 1 del mundo: Andrea Pastorelli.
¿Y la ‘estrella’ mundial que tuviste cerca?
Fui amigo de Diego Armando Maradona.
Cuenta esa experiencia por favor
Lo conocí cuando vino al Showbol y le di varios polos con motivos peruanos y él me regaló su camiseta.
¿Qué te decía?
Me besaba mi cabeza y me repetía: ‘Vas a ser grande’.
¿Estuviste en la reunión de CONMEBOL?
Invitado a ‘Leyendas’ donde llegaron personalidades de la talla de Óscar Ruggeri, Jorge Luis Burruchaga, el paraguayo Ricardo Tavarelli, entre otros.
¿Qué jugadores importantes trajiste a nuestro campeonato?
Roberto Merino al Juan Aurich, también al paraguayo Edgar Balbuena que militaba en Corinthians y lo llevé al ‘Ciclón’. Mayer Candelo que fue figura en la ‘U’ y Pablo Lavandeira, que jugaba en la tercera división de su país.
Un gran abrazo
Gracias a ustedes por permitir que me conozcan un poco.