Hay momentos que el fútbol te exige realizar tu mejor jugada. Es el instante mismo en que debes decidir entre seguir y parar. Ir por la ruta segura, complicada o incierta. Charles Rodríguez Rostaing, desde muy joven, defendió los colores de Defensor Lima, un histórico del balompié peruano, y fue en ese club donde tomó el camino que hoy disfruta.
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Charles, ¿Cómo llegaste a los ‘Carasucias’?
Yo jugaba en la liga de San Juan de Lurigancho y el profesor Pedro ‘Pito’ Cruz me vio y me llevó a entrenar con Defensor Lima.
¿Qué edad tenías?
Solo tenía 16 años, era delgadito y me enfrentaba a varios consagrados.
¿Todavía estaba el arquero Augusto Robles?
Por supuesto. Más que un compañero, era un segundo entrenador, un verdadero consejero.
¿Por qué lo dices?
Me acogió, su trato era muy educado.
¿Qué te decía?
Me felicitaba por el juego y a la vez me recomendaba que me prepare para el futuro.
¿Tú querías seguir una carrera profesional?
Por supuesto y sus palabras me marcaron mucho.
¿Entonces?
Me puse a pensar y luego el técnico Pedro ‘Pito’ Cruz me dijo clarito: ‘La pelota dura poco tiempo, tienes que estar preparado cuando dejes de jugar’
¿Te hizo reflexionar?
Sí, además en ese tiempo no se pagaba como ahora.
¿Cómo era tu rendimiento?
Me iba muy bien, tuve ofertas para jugar en UTC.
¿Y por qué no aceptaste?
Porque me ponía a pensar que iba a pasar cuando llegue la hora del retiro.
¿Qué decisión tomaste?
Seguí la carrera de Contabilidad.
¿Dónde?
En la Universidad Nacional del Callao.
¿Te alcanzaba el tiempo?
Los cursos eran muy exigentes, debía quedarme todo el día en la universidad, almorzar en el comedor. Ya no podía entrenar.
¿Y cómo te mantuviste?
Empecé a jugar en campeonatos internos, donde me pagaban por ir directamente al partido.
¿Se ganaba bien?
Todo el domingo lo dedicaba a pelotear, pero a diferencia de otros, yo no me quedaba tomando, me iba con todo mi dinero a mi casa.
¿Te alcanzaba?
Cubría mis pasajes de la semana, para el almuerzo y también para dejarle algo a mi mamita.
Sigue jugando al fútbol, ahora en categoría master
¿Dónde te tocó presentarte?
En ‘Copa Perú’, en canchas bravas, pero la más complicada fue al de El Porvenir.
¿Por qué?
Tienes a la gente al lado, que te tira botellas y hasta orines en una bolsa.
¿Sientes qué fue una buena decisión?
La mejor. Hay muchos exfutbolistas antiguos que la pasan mal y siento que ese podría haber sido mi futuro.
¿Sigues ‘peloteando’?
Nunca dejé y juego en categoría Master.
¿Apoyas algún equipo?
Al Club Dínamo de Los Olivos. Tienen un equipo en la Liga y divisiones menores. Es a esos pequeños que uno debe respaldarlos y trato de hacerlo, con la ayuda de otros amigos.
¿Cuál es el consejo para los muchachos que hoy juegan profesionalmente?
Repetirle lo mismo que me dijeron a mí: ‘El fútbol es corto, hay que prepararse para lo que viene después de la pelota’.
