Eusebio ‘Chevo’ Acasuzo
Eusebio ‘Chevo’ Acasuzo

En 1985 no existían redes sociales ni internet. Todos nos sentábamos alrededor del televisor de la sala para ver jugar a la ‘Blanquirroja’. Perú había llegado al repechaje y debía enfrentar a Chile en busca de su clasificación a México 86. En la ida caímos 4-2 en una tarde muy mala del arquero Eusebio Acasuzo, quien fue cambiado luego de recibir tres goles. Desde ese instante lo acusaron de haberse ‘vendido’. Después de 39 años esta la verdad del ‘Chevo’.

Mira también:

¿Por qué atajaste tan mal?

Empatamos con Argentina 2-2 un 30 de junio y nos quedó la posibilidad del repechaje.

Correcto...

Los dirigentes nos avisaron que todo iba a seguir igual, que el plan de trabajo continuaría para enfrentar a Chile.

¿Se cumplió?

No. Llegamos al Perú y cada uno se fue por su lado.

¿Eso qué quiere decir?

Yo no tenía club y al llegar a nuestro país tampoco dónde entrenar, en la misma situación estaban varios jugadores.

¿Cómo te las arreglaste?

Por las buenas actuaciones en las Eliminatorias me llamaron de Bolivia.

¿Aceptaste?

Bolívar de La Paz me ofreció una buena prima, un sueldo para ese entonces bastante alto, además de pagarme la casa donde iba a vivir y un auto del año para trasladarme.

Fuiste corriendo...

Sí, pero cuando le dije al presidente de la Federación Peruana que me entregue mi carta pase, me la negó.

Eusebio ‘Chevo’ Acasuzo
Eusebio ‘Chevo’ Acasuzo

¿Igual viajaste?

El titular del Bolívar me dijo: “Te quiero ver entrenando con nosotros, después veremos el tema de tu pase”.

¿Cómo siguió la historia?

Trabajaba con el equipo, pero no entraba ni entre los suplentes porque no llega el transfer.

Llegaste al partido con Chile sin continuidad...

Del 30 de junio hasta el 27 de octubre no había jugado de manera oficial. Es demasiado tiempo si vas a jugar un repechaje al mundial.

¿CHEVO SE VENDIÓ?

¿Cómo nace la historia de que te habías vendido?

Cuando me cambian yo lo acepté, porque no estaba atajando bien.

¿El técnico Roberto Chale te reclamó algo?

No, tampoco pregunté por qué me cambiaba, lo entendía.

¿En el vestuario qué dijeron los compañeros?

Me daban palmadas en el hombro a manera de aliento.

¿Los hinchas qué decían?

Cuando arribamos a Lima, el jefe de seguridad me dijo que la gente estaba molesta y que mejor saliera por otra puerta.

¿Hiciste caso?

Acepté y José Velásquez me dijo: ‘Vámonos en mi camioneta’ y me llevó a mi casa.

¿Luego?

Al día siguiente, un periódico publicó que José Velásquez se había peleado conmigo en el vestuario.

¿Los dirigentes de la Federación te respaldaron?

Regresé a casa y en la tarde llega ‘Chupo’ Arriola, relacionista público de la selección, y me entrega una carta.

¿De qué era?

La Federación me desconvocaba.

¿Te estaban responsabilizando de la derrota?

Empezaron los programas de televisión a insinuar que yo había jugado para atrás, que con plata de los chilenos me había comprado mi casa, que adquirí en 1983, dos años antes de ese partido.

¿Por qué pasó todo esto?

Los dirigentes no supieron organizar las cosas, preparar al equipo como debía ser y con mi mala actuación encontraron la excusa perfecta para tapar sus errores.

Ramón Quiroga te reemplazó en Chile y atajó en Lima. ¿Te llamó para darte su apoyo?

No.

¿Tú lo hubieras llamado?

Sí. Pero es mi forma de ser y nadie puede ser igual que yo.

De todos lados te criticaban...

Un congresista de izquierda pedía que investiguen a fondo la derrota.

Y pese a todo sigues trabajando por la gente...

Germán Leguía dice que parezco político.

Gracias por estas confesiones...

Un abrazo a los lectores del diario más leído del país.

TE PUEDE INTERESAR




tags relacionadas

Contenido sugerido

Contenido GEC