Cuto Guadalupe recuerda al gran Sandro Baylón a 24 años de su partida: “No lo podía creer, entré en shock”

Mi estimado y querido público, seguidores de mi programa La fe de Cuto y de esta humilde columna quiero agradecer desde lo más profundo de mi ser por seguirme y leerme, mi gratitud eterna con ustedes. Sin ustedes, nada sería posible.

Ahora quiero recordar al zaguero Sandro Baylón, que nos dejó ya hace 24 años, un 1 de enero del año 2000. Su fallecimiento enlutó al Perú, sobre todo, al mundo futbolístico. Su repentina partida nos conmocionó de una manera tan fuerte que no lo podíamos creer ya que apenas tenía 22 años, pero era una realidad para el fútbol peruano.

Empecemos por el comienzo. Sandro se formó en Alianza Lima desde las divisiones menores y muy rápido sobresalió por su calidad de juego y su buen biotipo que tenía para ser zaguero central. Muy rápido mostró buena proyección.

El año 1997 será muy recordado por los aliancistas ya que lograron el título, tras muchos años de sequía, de la mano del colombiano Jorge Luis Pinto. Ese año debutó Sandro Baylón, un 20 de setiembre en Matute. Pinto lo hizo ingresar por el zaguero colombiano Víctor Hugo Marulanda. En esos minutos de juego Baylón mostró sus cualidades y sacó pasaje para tener más oportunidades de jugar.

Luego, al siguiente año, vendría el destape y posteriormente, la consolidación rápida como titular en el equipo de Alianza Lima. Era un zaguero que mostraba solidez defensiva y buen trato de pelota para salir jugando y sobre todo era un defensa que se imponía en su zona y, muy transcendental en el área rival, ya que tenía gol.

Es más, recuerdo con mucha claridad sus festejos que se hicieron un sello personal tras cada gol que anotaba. Miraba al cielo, juntaba sus manos, agradeciendo a Dios. Ese festejo se impuso y quedó grabado como una pintura en mi mente.

El año 99 llegaría la final del Descentralizado entre Universitario de Deportes y Alianza Lima. En mi caso había logrado el título del Apertura jugando por la ‘U’ y para la segunda parte del año me fui a jugar a Independiente de Argentina. Pero por esas cosas del fútbol el club argentino decide no comprar mi pase por lo que regrese a fin de año justo cuando se iba a disputar esa final. Por reglamento lo podía jugar.

Así fue. La primera final la jugamos en el estadio Nacional y la ganamos por 3 a 0. La revancha se jugó en el estadio de Matute y a pesar que caímos por 1 a 0, fue suficiente para dar la vuelta olímpica en el mismo Matute. Logrando en ese momento el bicampeonato. Fue en diciembre del año 99, ya faltaba poco para recibir el nuevo milenio.

A esa altura de su vida Sandro Baylón había conquistado la mirada del técnico de la selección peruana, el colombiano Francisco ‘Pacho’ Maturana, que lo tenía mapeado y le convocó para algunos partidos.

También había sido considerado como el capitán de la selección sub 23 que iba a participar en el Torneo Preolímpico Sudamericano Sub 23 que se disputaría en Brasil, entre el 18 de enero al 6 de febrero del 2000. Esa selección era dirigida por el técnico Teddy Cardama.

Tal era la capacidad mostrada por Sandro Baylón y su proyección que puedo asegurar, que su futuro ya estaba mapeado por un club alemán. Era cuestión de tiempo, pues ya todo estaba encaminado.

EL DÍA FATAL

La humanidad se preparaba para recibir el año 2,000 en medio de muchas especulaciones. Llegaba el nuevo milenio. De nuestro lado, lo recibíamos con el bicampeonato en el bolsillo. Me fui a recibir el Año Nuevo en mi querido Chincha. Lo estaba recibiendo a lo grande. Imagínense. La verdad por delante, estaba poseído.

De pronto, sobre las 7:00 de la mañana, me llegó el rumor del fallecimiento de Sandro Baylón, rumor que minutos después fue confirmado. Estaba de boleto y en ese momento se me pasó toda la ‘borrachera’. Así como lo lees. No lo podía creer. Entré en shock, seguramente como muchos. En un abrir y cerrar de ojos, en una curva y un poste de la Costa Verde se nos arrebató a Sandro Baylón. Me quebré. Pasé de la alegría a la tristeza, en un solo parpadeo de ojo.

Los festejos se acabaron y en un guiño de la vida, el Perú pasó a llorar por la pérdida de Baylón como lo hice yo. El año nuevo del 2000 empezó con una triste noticia.

Te recuerdo siempre, Sandro.

POSDATA

Falleció Pedro Suarez Vértiz y la noticia me golpeó tanto, como a muchos peruanos. Se fue un grande del rock peruano, pero nos deja un gran legado que perdurará en el tiempo para seguir disfrutando. A mi generación y muchas más, nos marcó sus distintos temas que nos regaló a lo largo de su maravillosa carrera. Lo disfruté y lo seguiré gozando al máximo. Descansa en paz, Pedrito.

Nos leemos el próximo lunes.