Casi a finales del año pasado, mientras desayunaba junto a mi manager José ‘Huachano’ Lara en el apacible hotel Las Dunas en Ica, tras una presentación en el encendido del árbol Navideño de Caja Municipal Ica, en la plaza central de la ciudad, me contactó el periodista Federico Cristofanelli de Infobae de Argentina. El cronista quería concretar una entrevista conmigo para hablar sobre mi paso por Independiente de Argentina y saber más sobre mi momento actual.
Para ser más sincero, él ya había tomado comunicación una semana antes, pero faltaba poner fecha para la entrevista solicitada, algo que se realizó esa mañana, mientras desayunábamos unos ricos omelettes de jamón, queso y tocino, con su jugo de papaya, fruta picada variada, pan con mantequilla y un café con leche.
La entrevista se realizó vía Zoom por espacio de unos 30 minutos, en los que hablamos de todo un poco. Me encantó la nota, hubo todos los diálogos que me planteó el redactor siempre con ese estilo que suelen tener los argentinos. Pregunta a pregunta, punto por punto, ida y vuelta fue transcurriendo el diálogo hasta que llegó la pregunta sobre mi paso por Independiente y las palabras de ‘grueso calibre’ que tuvo Andrés Ducatenzeiler, un expresidente del ‘Rey de Copas’.
Respondí una a una cada interrogante sin rehuir o amagar alguna y lo hice, como siempre, desde lo más profundo de mi sinceridad y con mucho respeto. Así sucedió.
La repuesta a lo que pasó en Independiente lo simplifico a que no estuve en mi plenitud física, sin sacar cuerpo a mi responsabilidad. Cuando llegué al equipo rojo, luego de haber participado de la Copa América Paraguay 99, ya salían de la pretemporada. Por eso en un momento el profesor César Luis Menotti me preguntó lo que me estaba sucediendo y le conté que no estaba bien físicamente. Él habló con el preparador físico Signorini y dispuso que realice un trabajo físico especial pero, lamentablemente, al poco tiempo el DT Menotti fue cesado del cargo.
Luego, llegó el DT Enzo Trossero y fue frontal. Me dijo que no estaba en los planes y me mandó a hablar con la dirigencia, y ellos me dijeron que la decisión la tomara yo, si decidía seguir o regresaba al club crema dueño de mi carta pase. El resto es historia ya conocida.
Más tarde vino la pregunta sobre las palabras del expresidente Andrés Ducatenzeiler, en la que yo era el jugador que más había insultado en su vida. Fui descarnadamente sincero. Vi el video o sus declaraciones en su momento con toda la humildad y no lo juzgo. Cada uno se puede expresar y se debe respetar la opinión de todos. Yo me quedo con ese gol que le hice a Corinthians y que significó un triunfo histórico para un equipo argentino en Brasil y que fue celebrado de una manera increíble en el vestuario rojo.
El fútbol es así. Te puede ir bien o no en la cancha, pero siempre será lo más importante dejar una buena huella como persona, como un ser humano. Fui sincero y humilde y llegado el momento, decidí volver a mi Perú, para jugar por Universitario de Deportes, tomar un nuevo aliento y volver a empezar recargado. Así fue. A mi regreso pude jugar la final del campeonato peruano ante Alianza Lima y dar una vuelta olímpica histórica en Matute.
A los días me vuelve a escribir el periodista Federico Cristofanelli y me cuenta que la nota que realizó sobre mi vida fue la más leída del portal, le respondí como suelen hablar los argentinos: sos un bárbaro, genio.
Nos leemos el próximo lunes.
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