Mi querido público seguidor de ‘La fe de Cuto’ con mucha alegría y satisfacción puedo contarles que hemos llegado a nuestro segundo aniversario con este humilde programa que ustedes han hecho grande con su sintonía. Son apenas dos años, pero para el equipo y este servidor pareciera que ha pasado toda una vida. Detrás de cada capítulo grabado hay una historia por contar, como en los vestuarios que compartí en los distintos equipos de fútbol que tuve la oportunidad de jugar.
Han pasado 2 años desde que se inició este espacio, pero para ser sinceros la semilla que se sembró para dar lugar al presente fue mucho antes. Pocos deben recordar el intento que hicimos, junto al ‘Huachano’ José Lara, en un programa vía Facebook de Trome pero que no se logró concretar o, para ser más exacto, no fluyó como se esperaba.
Luego vendría la propuesta para contar mis historias en esta columna siempre impulsada por el Huachano ante la solicitud de Herbert Holguín, editor de la web de Trome en ese momento. Así se fue construyendo el camino para dar nacimiento al programa La Fe de Cuto, tras una propuesta inicial a la que me resistí en un primer momento, luego fui convencido de conducir un espacio que al inicio no tenía ni nombre, pero que ya estaba escrito, aunque muchos no lo crean.
Siempre agradeceré a las personas que desde un principio fueron muy importantes para animarme a asumir el reto como mi compadre Kike Paravicino, demás estar mencionar a José Lara, el Huachano, que sigue trabajando día a día a mi lado, pero sobre todo a Dios, ya que Él utiliza a las buenas personas y los tiempos de Dios son perfectos.
Sin duda, la lección aprendida es que todos tenemos la capacidad de reinventarnos y que uno no puede tirar la toalla a la primera; así como no hay la fórmula perfecta, más allá de ciertos tips o conceptos puntuales, el emprendedor por naturaleza va a insistir y luchar hasta lograr su objetivo.
Para el nacimiento del programa, luego de haber aceptado la propuesta, se formó el grupo de WhatsApp para coordinaciones y lo primero que se tuvo que ver fue el nombre que se pondría al espacio. Luego de algunas propuestas iniciales, dije al grupo ¿Trome por qué me ha buscado? La fe es lo más lindo de la vida, ya era una frase muy popular entre los peruanos, y que me identificaba, ya que lo había dicho en diciembre de 2011, cuando salimos campeones con Juan Aurich, por lo que les dije: bueno la fe tiene que ir en el nombre; en conclusión, el nombre quedó en: La fe de Cuto.
Luego el Huachano hizo poner como cortina musical el tema que había grabado con mi amigo Piero y su grupo Aliento Blanquirrojo con mi frase ‘La Fe es lo más lindo de la vida’ y con eso se fue armando el programa.
Al inicio hubo mucho nerviosismo de mi parte, eso es natural, pero lo fui dejando de lado programa tras programa, pero lo más curioso que quizás hasta ese momento había sucedido, era que según los expertos en el tema el programa no podía durar más de 15 minutos. Es por eso que el primer programa con Melissa Klug ‘peleando’ tiene de duración de casi 17 minutos y el de Paolo Maldonado llega hasta los 20 minutos por insistencia del Huachano.
Para luego ya después hacer programas de más de una hora, hasta casi de dos horas. A eso me refiero que no hay fórmula perfecta, mientras que al inicio según los conocedores de la materia recomendaban no más de 15 minutos por programa, pero el formato que se propuso con más tiempo funcionó. Tengo claro que cada momento son ciclos y que seguramente lo único que te puede asegurar el éxito es que continuamente uno se tiene que estar reinventando, en todos los aspectos, porque eso es lo que demanda estos tiempos.
Siguiendo con el nacimiento del programa La Fe De Cuto, tengo que agradecer de manera muy especial a los primeros auspiciadores, otros dos grandes emprendedores, los auspiciadores son piezas claves para la continuidad del programa. A Fritz Durán, gerente general de Fritz Sport, y a Renzo Rojas el bravo de Wayki en Golosinas fueron los dos primeros auspiciadores del programa que le pusieron mucha fe y todo fue un éxito. Así tengo que agradecer a todos los auspiciadores, pero de manera muy especial a Inkabet que sigue firme con nosotros programa a programa.
Ahora con 2 años en el ciberespacio vía las redes sociales de Trome quiero agradecer a cada uno de los invitados que se tomaron su tiempo para presentarse en este espacio, abrir el baúl de los recuerdos, contarnos sus inicios, vivencias y compartir sus anécdotas con mi público maravilloso. Gracias Trome, el diario papá, por la confianza.
Ha corrido mucha agua bajo el puente, han pasado muchas cosas, han nacido nuevos programas, algunos ya no están, y solo Dios sabrá lo que pasará mañana, pero mientras tanto quiero compartir con ustedes lo que un seguidor me hizo llegar en un momento complicado de mi vida como mensaje de aliento: “El ayer es historia, el mañana es un misterio, pero el hoy es un regalo. Por eso se llama presente”, frase de Eleanor Roosevelt que se hizo más popular en la película Kung Fu Panda.
Hay que disfrutar y vivir la vida de una manera ordenada y disciplinada. Siempre recuerden que mañana volverá a salir el sol.
Nos leemos el próximo lunes.