Sueño cumplido. Amigo de ‘La fe de Cuto’, estoy más que emocionado con esta entrevista. Pese a muchos contratiempos que se presentaron en el camino, les traemos por fin la charla que tuvimos con Claudio Pizarro en Alemania. El ‘Bombardero de los Andes’ se muestra como nunca antes frente a nuestras cámaras.
Pizarro contará las picantes anécdotas sobre sus orígenes en el fútbol en equipos como Deportivo Pesquero y Alianza Lima. Además, nos narra cómo fue llegar a Liga Europea y por qué rechazó una oferta del Real Madrid.
Finalmente, explica por qué no se retiró en Alianza Lima. Vean el programa completo, sobrinos, y no se dejen llevar por lo que dicen lo demás que es puro humo. Arrancamos, mi gente. No se olviden que la fe siempre es lo más lindo de la vida.
¿Cómo fue tu infancia?
Muy pegada a la Marina. Mi padre fue marino, estaba en un colegio de la Marina, iba al club de la Marina. A mi papá lo destacaron al norte del Perú, cuando tenía 10, 11 años. Viví dos años allá, en esa época me entraron las ganas de ser marino porque, en Paita, hay un muelle muy grande y allí anclaban los barcos de guerra. Me metí mucho en este tema de Marina y me gustó mucho, con el tiempo el fútbol pudo más. También jugué tenis y mi infancia estuvo siempre ligada a los deportes. En el colegio no era de los mejores académicamente, al final el deporte siempre pudo más. Cuando regreso de Paita, a los 13 años, jugaba tenis y futbol a la par. Ganaba torneos de tenis. A los 15 decidí que solo seguía en el futbol.
¿Cuál es tu barrio?
Surco, vivía a una cuadra y media de Benavides. Antes existía el Rancho, casi atrás, cerca al Ovalo Higuereta. Mis padres todavía viven ahí, ese es mi barrio.
¿Qué palomillada hacías?
Nos metíamos mucho al Rancho, entrábamos por una pared de atrás y andábamos siempre en los juegos, mataperreando.
¿Dónde empiezas a jugar el futbol?
Profesional, en Deportivo pesquero. En la infancia, en el colegio y en el Centro Naval, que era el club de la Marina. Jugamos torneos con otros colegios. A los 13 años hice una viaje a Argentina con Cantolao, jugué un par de años. De ahí salimos campeones en un torneo nacional, la final fue en el Estadio Nacional ganamos 7-0. Después del Cantolao empiezo con la sub-17, allí nos encontramos.
‘Goyo’ Bernales ha contado que habían cuatro jugadores que se iba a llevar del Deportivo pesquero.
Cuando estaba en la división de menores, (Roberto) Chale llega a la equipo profesional y hace un partido contra los menores. Dijo que había cuatro jugadores que se iba a llevar. Estábamos esperanzados. Uno fue Gregorio Bernales, Giovanni Valdivieso, Miguel Ángel Zagazeta y yo. Nos fuimos los cuatro a Chimbote.
¿Cómo era esa convivencia?
Era muy divertido, recuerdo mucho los momentos en Chimbote. De alguna manera, son las primeras amistades que haces en el fútbol y convives, aprendes muchas cosas. Estábamos jugando en profesional, que era lo que queríamos.
¿Roberto Chale te hace debutar en profesional?
Contra Alianza. Perdimos 2-0, pero para mí jugar contra un equipo del cual era hincha desde chico fue muy especial. Chale me dio la oportunidad.
¿En qué momento decides ser futbolista profesional?
Cuando estaba en del Deportivo pesquero pensaba en jugar luego en un equipo grande. Llegaba como un juvenil estaban Fernando Revilla, Michael Garay, Cesar ‘El rayo‘ Loyola, ‘Colibrí' Rodríguez, que fue mi padrino y me cortó el cabello después de mi primer partido; el ‘Gato’ Purizaga, Martín Duffoo, he jugado con Ricardo Bravo también, Cumapa, Francesco Manacero, he jugado con ‘cracks’ del fútbol peruano.
Debutas un 26 de marzo de 1996...
Mi primer partido con Alianza y el segundo partido con Torino que anoto mi primer gol.
En el 98, Alianza te contrata...
Tenía la posibilidad de ir a los 3: Alianza, Cristal y la ‘U’.
Me han contado que ya estaba todo cerrado por la U y tú no quisiste, seguro la ‘candela’ era buena...
Yo creo que la ‘candela’ era de Cristal, creo, lo poco que me acuerdo. Al final fui a Alianza.
¿Cómo fue el ir a firmar tu contrato?
Muy especial porque Alianza salió campeón después de años, con el profe Pinto, una persona muy especial. A las 11 de la noche iban a tocarme la puerta de mi casa. Nunca fue el profe Pinto, pero si iba el preparador físico, ‘Osito’. Ya me habían dicho que iban a las casas. Tenía sus manías el profe Pinto, pero era exitoso con su método que era un poquito exagerado. Funcionó.
¿Cómo fueron tus primeros meses?
Cuando llego, empiezo a jugar y tuve una lesión en el pubis, una pubalgia. Me ponía una inyección cada vez que jugaba. Había días que no podía entrenar. Después de 6 meses, dije no puedo más. Paré e hice terapias y me demoré como 6 meses. Empecé a ir al gimnasio y me puse como un animal, pero para ser jugador necesitas ser más delgado. Engordé, tuve que bajar de peso. Regresé y empecé a jugar más seguido.
La celebración de ‘saludo de capitán’ ¿cómo nace?
Tiene relación a la Marina y también porque había un jugador de la NFL que celebraba así luego de hacer un ‘touchdown’. Quedó, a la gente le empezó a gustar.
A mediados del 99, te vas al Bremen.
Lamentablemente, jugué año y medio en Alianza. Yo me quedado con eso de no haber salido campeón en el fútbol peruano. Por eso siempre decía que me gustaría terminar mi carrera en Alianza porque para mí era importante, dentro de las cosas que quería conseguir, era salir campeón del fútbol peruano. Cuando digo que mi carrera se termina es porque ya tienes que aprender a escuchar a tu cuerpo y el cuerpo es el que te dice ‘ya no puedo más’. Para competir a un nivel, necesitas recuperarte bien. Si un chico de 18 años entrena como tú, podemos entrenar juntos pero él, a las 2 horas, ya está listo para volver a entrenar y tú necesitas dos días. Por eso vienen las lesiones. Aparte tenía un problema con un nervio en la espalda. Yo no me estaba divirtiendo. Por eso dije ¿me voy a ir a Alianza para hacer un papelón y encima no divertirme? Dije no, no la voy a pasar bien. Ahí es cuando hay que tomar decisiones.
¿Qué te acuerdas de tu debut en Bremen?
Llegué un jueves, hice un entrenamiento y, el sábado, el equipo jugaba en Berlín. Me fui en tren, alucinado. De arranque, llegaba al camarín y veía fruta y chocolates para comer. En Pesquero no había ni jabón. Ese partido ante Hertha empatamos 1-1, entro faltando 20 minutos. Fisicamente era otro nivel, tenía que adaptarme rápido. El segundo partido fue contra Kaiserslautern, ganamos 5-0, me dieron el mayor puntaje, hice mi primer gol, todo era extraordinario.
¿En Bremen hiciste tu mejor gol de tu carrera?
Fue el gol más bonito, el más estilizado. Fue complicado, la pelota venía de arriba. Un gol muy bonito, por eso creo que es el mejor, por decirlo así.
En el 2001 fichas por el Bayern Múnich...
Cuando salí de Alianza Lima, aparecieron dos clubes europeos: Bremen y el Betis de Sevilla. Cuando estoy en el Bremen, aparece el Bayern. Estaba en lo mejor de Alemania. Cuando termino el año con el Bremen, se voceaba que habían muchos equipos interesados. Me fui de vacaciones. Cuando regreso a Lima, mi papá y Carlos (Delgado) me mostraron lo que habían conseguido. Nunca me voy a olvidar. En un papel escrito a mano, pusieron cinco equipos: Bayern Munich, Borussia Dortmund, Real Madrid, Juve o Arsenal o Liverpool. Me quedé 3 minutos mirando el papel. Tenía 23 años y lo primero que uno busca era la economía. Al margen de eso, el Bayern era lo mejor económicamente, pero yo veía en canal 7 los partidos de la serie A y la Bundesliga. Obviamente el Real Madrid también, estaba Beckham, Ronaldo. Analizando las probabilidades de jugar, la más grande era el Bayern. En el Real, la oferta era mucho menor, pero no iba a tener la posibilidad de jugar tanto. Terminé decidiendo por el Bayern.
¿Cómo era el vestuario del Bayern?
Obviamente llegas un poco nervioso porque es un club un poco más grande. Rápidamente Giovane Élber, que hablaba español, me dio su apoyo. Estaba Roque Santa Cruz, también. Lo que más me sorprendió fue que los entrenamientos eran una guerra, se querían matar. Así como entrenaban, jugaban. Por ahí algunos tenían sus ‘cositas’, pero eran muy profesionales. En los años que tuve ahí, del 2001 al 2006, la primera vez gané 3 títulos de Liga y 3 copas alemanas.
¿Oliver Kahn era así de malo? Me daba miedo...
A varios daba miedo. Después de tanto tiempo que entrenas con él ya también tienes que hacerle gol. Era un tipo especial, ahora está más tranquilo, más relajado, ha cambiado para bien.
¿Quién era el capitán?
Stefan Effenberg, un blancón grandazo. Ahora es embajador del Bayern como yo, estamos trabajando juntos.
Después llega a Paolo Guerrero.
Paolo llega en el 2003 o 2004. Obviamente, yo como peruano que ya tenía tiempo ahí, tú sabes cómo somos nosotros. Siempre tratamos de ayudar a los nuestros y a los demás también. Para nosotros eso era importante porque iba a rendir para el beneficio de todos que era el equipo. Llegó, tratamos de adaptarlo rápidamente y se adaptó rápidamente. Aparte, Paolo es tremendo jugador. Él comenzó a jugar en el amateur y empezó a hacer muchos goles. Después pasa al primer equipo y empieza a jugar con nosotros.
¿Cómo era Zé Roberto?
Es muy divertido. Entrena todos los días, para mí es un poquito de demasiado ya. La última vez, nos fuimos en un viaje a Südtirol, en el bus del Bayern. Cada hora u hora y media teníamos que parar para que el chofer estire las piernas. Tú salías, te estirabas y, de pronto, veías a un pata que estaba metiéndose piques. Era Zé Roberto. Estaba loco.
Cuéntame una de Rafinha.
Rafinha armaba unas reuniones en su casa y tenía su banda, las cervecitas y armaban un grupo bien simpático. Alguna vez he ido a un par de reuniones en su casa.
¿Te han enseñado a bailar samba?
No, yo no bailo samba. Paolo baila samba. Jajaja.
¿Qué más recuerdas de esa época?
Ese grupo era espectacular, hacíamos bastante fiesta. Desde el 2012 al 2013, ganamos todo. Ganamos todo y hacíamos fiesta. En el campo rendíamos, afuera rendíamos. Fue extraordinario, mi mejor año en el fútbol. La pasé tan bien, me divertí tanto y ganamos los tres títulos: La Copa Alemana (2012-2013), la Bundesliga y la Champions League.
NO TE PIERDAS LA SEGUNDA PARTE EL PRÓXIMO VIERNES.
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