Christian Cueva volvió a sentarse en el sillón de ‘La fe de Cuto’ y, como siempre, no decepcionó. Esta vez, el popular ‘Aladino’ sacó del baúl de los recuerdos varias historias de su primer año como profesional en la Universidad San Martín, donde compartió camerino con figuras de peso como Leao Butrón, el ‘Churrito’ Hinostroza, el ‘Búfalo’ Ovelar y, cómo no, el experimentado Pedro García... ¡quien hasta ahora le debe unas papitas!
“Estábamos en el aeropuerto, era mi primer viaje en avión. Yo recién había firmado contrato y estaba viendo las golosinas. Viene Pedrito y me dice: ‘Sobrino, págame esta Pringles que me olvidé la billetera’. Hasta ahorita me está pagando”, contó entre risas.
Aunque hoy luce como un crack consolidado, el camino para llegar a la cima no fue fácil. Cueva dejó su natal Huamachuco a los 14 años y se despidió de su familia en una escena que parece sacada de una telenovela.
“Mi papá me fue a dejar a la casa de mi tía. Cuando se subió al taxi para irse a Trujillo, me dijo por la ventana: ‘Te amo, hijo’. Yo corrí detrás del taxi gritando: ‘¡No me dejes, con...!’. Se bajó y nos abrazamos llorando. Fue bien duro para mí y para mi mamá”, confesó con la voz entrecortada.
Ya en Lima, las cosas no fueron fáciles. No conocía la ciudad, no sabía tomar micro, y hasta terminó vendiendo las vitaminas que le compraban.
“Alberto Masías me llevaba a Plaza Vea y me compraba vitaminas. ¡Y yo las vendía! No sabía ni tomar micro, me paseaba dos horas por Lima con mi gorrito, hasta que me dijeron: ‘Quédate en la Villa Universitaria’. Ahí todo cambió”.
¿Y su primer partido? Inolvidable. “Debuté en Trujillo contra la Vallejo. Mi polo me llegaba hasta las rodillas. En el campo estaban el ‘Pompo’ Cordero y el ‘Conejo’ Rebosio, todos bravos. Y afuera, ¡más bravos todavía!”, soltó entre carcajadas.
‘Aladino’ demostró que, detrás del futbolista, hay un muchacho de barrio, con corazón grande y muchas historias que contar. Y sí, todavía espera sus Pringles...
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